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Cáñamo Industrial: un camino a la sustentabilidad

Columna de opinión por José Díaz Agurto
Jueves 2 de septiembre 2021 9:23 hrs.


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Es importante hacer una diferencia entre cáñamo industrial y cannabis (tradicional). El cáñamo es una de las miles de especies que comprende la familia del cannabis y su particularidad es que su contenido de THC es menor al 0,5%, significando que su componente psicoactivo es inocuo para nuestro organismo.

De esta planta podemos extraer fibras de alta calidad, mejores que el algodón, celulosa para producción de papel, semillas altas en propiedades nutricionales esenciales para nuestro organismo, bioplástico, biocombustibles, partes de automóviles, materiales de construcción de alta resistencia, extractos de CBD (componente no psicoactivo para uso medicinal y cosmético) y mucho más.

Chile fue el tercer productor mundial de cáñamo entre las décadas del 30 y el 50. Nuestra climatología particular nos proporciona condiciones óptimas y únicas para producir materia prima de la mejor calidad y es necesario pensar seriamente en reposicionar nuestro país en el incipiente y creciente mercado del cáñamo, que en 2021 se espera que supere los USD$50 mil millones a nivel mundial.

Es muy interesante la experiencia de Paraguay. El Gobierno se dio cuenta que necesitaban incluir a las comunidades en la economía agrícola, debido a las heladas y problemas hídricos que les han acarreado pérdidas en los últimos años, y que en definitiva, mermaron su calidad de vida. Encontraron en la promoción estatal de la Industria del Cáñamo una solución de integración bajo el concepto de economía circular. Por ejemplo, si usted tiene una hectárea y quiere participar, el Estado le designa una empresa previamente licitada bajo estándares ISO 9001, para proveer asesoría (técnica y económica) y semillas, además de asegurar la compra completa de la producción a un precio fijado por contrato. Esto promueve la creación de cooperativas de pequeños agricultores, dándoles certeza financiera futura. No se deja fuera al empresariado de la ecuación, se les considera parte fundamental en el crecimiento de la industria y son conscientes de la necesidad de trabajar en conjunto bajo la lógica del “win/win”.

La crisis climática mundial nos obliga a tener que dar un giro de timón y buscar opciones de Industria Verde para cubrir nuestras necesidades. El cáñamo consume 60% menos de agua que el eucalipto, no acidifica y regenera los suelos desgastados, atrae biodiversidad, se cultiva orgánicamente sin pesticidas y una hectárea de cultivo consume 13 toneladas de CO2 al año.

Un aspecto de sustentabilidad muy llamativo y esperanzador del cáñamo, es su bajo consumo de agua en relación al valor económico agregado, generando USD$6 por m3 de agua de riego utilizada, versus el eucalipto que solo genera USD$1,25 en iguales condiciones. Además, una hectárea de cáñamo genera anualmente 25 toneladas de pulpa de celulosa, versus las 11,6 toneladas que produce el eucalipto. Esto indica que el cáñamo es mucho más eficiente desde la perspectiva de capital como también ambiental.

Nuestro candidato Gabriel Boric ha dicho en innumerables ocasiones que hay que sacar a las forestales por el daño social y ambiental que producen a diario, la pregunta que sigue es ¿cómo? Bueno, acá hay una forma.

José Díaz Agurto, Militante Revolución Democrática Wallmapu y candidato del Frente Amplio a Core por Cautín 2.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.