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Malucha Pinto: “La nueva Constitución tiene que garantizar el ejercicio de los derechos culturales”

Desde el primer minuto, los gremios de la cultura, las artes y el patrimonio han alertado respecto de la necesidad de debatir sobre los derechos culturales en la Convención Constituyente. Para la convencional Malucha Pinto este tema es prioritario y, aunque advierte que este asunto implica una discusión compleja, explica que ya se han dado los primeros pasos para avanzar en esta materia.

Abril Becerra

  Lunes 6 de septiembre 2021 15:47 hrs. 
malucha

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El trabajo en torno a la Convención Constituyente no ha sido fácil. Las últimas semanas han sido intensas para las y los convencionales y, con ello, se han instalado temas que serán ineludibles durante los próximos meses.

Uno de estos tópicos se relaciona con la necesidad de debatir sobre los derechos culturales, asunto de por sí extenso que va desde el reconocimiento de las múltiples expresiones culturales existentes en el territorio a la participación cultural y el uso del espacio público, entre otros. 

Para la actriz y convencional Malucha Pinto este asunto es prioritario, sobre todo cuando se advierte que la actual Constitución no profundiza en estas materias. “La reflexión sobre las culturas no puede estar ausente en este proceso refundacional de nuestro país”, dice. 

“Estamos totalmente convencidos de que la carta fundamental debe garantizar los derechos fundamentales de la ciudadanía, entre los cuales por supuesto se encuentran los derechos culturales”, enfatiza. 

Y, aunque reconoce que el tema es complejo, ya que transforma los paradigmas actuales, señala que ya se han dado los primeros pasos respecto del reconocimiento de esta deuda histórica, lo que se evidenció con la creación de la Comisión sobre Sistemas de Conocimiento, Ciencia y Tecnología, Cultura, Arte y Patrimonio, que esbozó una lista de aquellos aspectos que deben ser considerados a la hora de abordar este tema, entre ellos, el derecho a la cultura, el arte y el patrimonio, el rol del Estado en cultura y el presupuesto e inversión para el sector. 

malucha pinto

¿Cómo la idea de instalar el tema de los derechos culturales en la nueva Constitución está presente dentro de las preocupaciones de los convencionales?

Estamos situando el tema de la cultura en un espacio trascendente. Las culturas son, finalmente, el sustrato simbólico desde donde interpretamos y le damos sentido a todo lo que nos rodea. Es a través de las distintas expresiones culturales que podemos también compartir nuestra experiencia y, en este gesto de poner afuera nuestra experiencia, podemos mirarla, comprenderla y, muy importante, podemos transformarla. Claramente, las culturas no solo incluyen al arte, sino que a toda práctica humana. Ahí está nuestro lenguaje, nuestras lenguas maternas, la manera en cómo trabajamos nuestros alimentos, nuestros sueños, nuestros arrojos, nuestras canciones de cuna, en fin, todo lo que nos constituye como seres humanos que pertenecemos a un territorio y a una comunidad específica. Entonces, las culturas abarcan todo. Abarcan nuestros cuerpos, afectos, emociones, las cosmovisiones, las prácticas, los objetos que tienen significado. Entonces, ahí estamos intentando situar la conversación cultural, entendiendo que ilumina nuevas formas y ámbitos del conocimiento. O sea, claramente la creación de una nueva Constitución es un gesto cultural radical que abre las puertas a un nuevo paradigma. 

Pero, desde el resto de los constituyentes, en general, ¿ves preocupación por instalar este debate?

Tengo la sensación de que no todos y todas las constituyentes se han detenido a reflexionar en torno a este espacio. Ven los derechos culturales como parte de los derechos sociales, sin duda, pero quizás sin dimensionar este otro aspecto, esta otra dimensión que tiene la cultura y que es fundamental en la construcción del nuevo Chile. Mucha gente tiene la sensación de que hablar de cultura es hablar de arte y, como durante estos años el espacio del arte en este sistema neoliberal ha estado en un espacio muy curioso, en el espacio del acceso a los bienes culturales por un lado y, por otro lado, relacionado con la entretención, puesto en el espacio del mercado, de las industrias creativas, en fin, entonces, ahí hay un terreno quizás un poco difuso respecto del tema de la cultura y los derechos culturales. 

Para ti, ¿qué tipo de derechos son prioritarios a la hora de hablar e instalar este tema?

Es fundamental reconocer  el rol del Estado en el desarrollo de las culturas, las ciencias, las artes y, por supuesto, el patrimonio en todos los territorios del país. Esto tiene que desarrollarse bajo los principios de un Estado de derechos, muy diferente al que tenemos ahora. Este Estado de derecho debe reemplazar todas las lógicas del Estado subsidiario. Por otro lado, entendemos la importancia de rescatar lo público. Durante todo este periodo lo público, de algún modo, ha sido secuestrado por el mundo privado y el Estado lo que ha hecho es entregar subsidios para que los privados se hagan cargo de una tarea que es colectiva, que es pública. Entonces, eso es muy importante, también entendemos que la nueva Constitución tiene que garantizar el ejercicio de los derechos culturales. Por ejemplo, es fundamental consagrar el derecho a la participación. Es muy importante que la ciudadanía pueda expresarse en un campo cultural diverso y en toda las manifestaciones específicas que esto implica. Por otro lado, también pensamos que en la Constitución debe estar reconocida la diversidad cultural, lo que significa propiciar una descentralización del Estado y que exista una autonomía de los distintos territorios y comunidades para que se pueda materializar, plenamente, los derechos culturales. Por otro lado, sentimos que es muy importante garantizar la plena libertad de información y de expresión en toda sus dimensiones. Tenemos el desafío de la plurinacionalidad y la interculturalidad. Se debe garantizar el reconocimiento igualitario de la diversidad cultural en todos los territorios. Aquí hay un elemento fundamental en relación a los pueblos originarios, al pueblo tribal afrodescendiente, a las comunidades migrantes, a las identidades de género, a las prácticas culturales populares y a todo grupo históricamente invisibilizado o excluido. Es muy importante que el Estado promueva y reconozca y propicie la libertad de creación, de investigación, ya que esto es la manera en que un pueblo, un país o que los pueblos, de un país, puedan florecer desde sus culturas. Es fundamental la expansión de la libertad de expresión  hacia el derecho de la comunicación como principio igualitario, pluralista en que las culturas puedan participar.

malucha pinto

¿Cómo ves la posibilidad de incluir el derecho a un trabajo digno para las y los artistas?

Es fundamental expresar que, por un lado, tenemos la necesidad de equilibrar y articular la protección de todos los derechos económicos y morales de las creaciones culturales, artísticas y científicas, industriales también, con la protección de los saberes ancestrales. Me parece fundamental la protección del patrimonio natural tanto el material como el inmaterial, de todas las comunidades y territorios del país. Asimismo, también la protección y propiciar los derechos laborales de los trabajadores de la cultura. Los derechos económicos, eso es muy importante, entendiendo que los trabajadores de la cultura son trabajadores independientes e intermitentes. Por lo tanto, están en una categoría especial, dentro del mundo laboral. Tienen una particularidad que no tienen otros trabajadores. Eso también habría que dejarlo establecido.

¿En qué medida estas transformaciones permitirían pensar en un incremento del presupuesto cultural?

Con todo lo planteado y con un Estado garante de los derechos culturales en todas las dimensiones señaladas, evidentemente, deberá haber un nuevo presupuesto para cultura. 

Entre los gremios hay mucha preocupación para qué la cultura no quede en un segundo o tercer plano del debate. ¿Qué mensaje le das a ese sector?

Que estamos haciendo todo lo posible, que estamos articulándonos con otros constituyentes, con otras fuerzas, buscando los distintos caminos para lograrlo. Que estamos poniendo todo el amor, toda la pasión, todo el empeño y que hay que movilizarse también. 

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