En medio de una crisis que se ha ido agudizando cada día, fue que el alcalde de Colchane, Javier García, criticó la militarización de la comuna y emplazó al Gobierno a cambiar de estrategia para contener este fenómeno, en el que reportó el ingreso diario de 200 migrantes.
Bajo ese contexto, el investigador del Observatorio de Políticas Migratorias de la Universidad Silva Henríquez, Luis Eduardo Thayer, abordó esta problemática en entrevista con los periodistas Juanita Rojas y Claudio Medrano en la primera edición de Radioanálisis.
Según el académico esta es una situación que se viene gestando hace tiempo y que la acción del Gobierno ha sido la misma que es “no tener una respuesta concreta para las regiones de tránsito, las zonas fronterizas y no tener una repuesta distinta de la que ha dado hasta ahora para desarrollar una política de gestión fronteriza que sea más realista”.
“Estamos viendo hoy día de manera muy palpable que los migrantes que están llegando a Chile, así como los que se están yendo (…), nos está mostrando que las condiciones críticas que están viviendo los países de origen de las personas migrantes tienen una fuerza muchísimo mayor que la voluntad del Estado para cerrar la frontera. Entonces, tenemos que pensar políticas de fronteras que sean realistas y que puedan incidir en una realidad que no es reductible a cero”, manifestó Thayer.
En ese sentido, desestimó que una medida en Latinoamérica que contemple el cierre de fronteras detenga el flujo migratorio “como una llave que se abre y se cierra. Eso es inviable”, aseguró.
“Hay una ausencia total de políticas y de recursos para resguardar los territorios y, de alguna manera, garantizar las condiciones en las que se mueven las personas no empeoren ni sus propias vidas ni vulneren sus derechos, ni genere un problema para las personas que residen en los territorios”, afirmó y criticó medidas como la de Frontera Segura impulsada por el Gobierno, a la cual se han destinado tres mil millones de pesos.
El sociólogo apuntó que los referentes de política de frontera que más garantizan los derechos de las personas y generan menos tensión y precariedad son precisamente de América Latina.
“Tenemos un acuerdo de residencia Mercosur que Chile tiene ratificado y que aplica para ciudadanos bolivianos, brasileños y argentinos. Es un estatuto de visa que da garantías. Lo mismo que el estatuto migratorio que acaba de entrar en vigencia hace un mes que firmó la comunidad andina, que crea condiciones al menos normativas para que las personas migrantes se puedan desplazar entre los países con condiciones de seguridad básicas. No es mucho lo que se pide”, puntualizó.
Además, Thayer destacó las características de la región a diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos o Europa, que aplican políticas de cierres de fronteras para los que no forman parte del sector e indicó que “tenemos una tradición migratoria donde siempre ha sido posible desplazarse de un país a otro, incluso con el carnet, y acceder a un documento de identidad que le permita a uno buscar trabajo, conseguir una vivienda, etc”. Por eso aseveró que solo falta voluntad política para evitar la precariedad que se produce debido a la ausencia de estos instrumentos.
También fue enfático en señalar en que el fenómeno migratorio no se va a detener en la medida que exista crisis en los países de origen y que se necesita de la cooperación para abordar la problemática.
“Es clave avanzar en normativa internacional. Yo creo que habría que avanzar incluso en una institucionalidad internacional. O sea, de una agencia que permita gestionar la migración entre los países incumbentes: de origen, tránsito y destino. Esto no lo va a resolver un Estado solo”, afirmó.
Por otra parte, se mostró crítico respecto a las medidas de expulsión de extranjeros que el ministro del Interior, Rodrigo Delgado, anunció que se retomará dentro de las próximas semanas.
“Lo que dice es inviable. Hay que preguntarle cómo, con qué recursos, cómo va a notificar y revisar los casos de las 40 mil personas que supuestamente tienen que expulsar. Están tratando de tapar el sol con un dedo. Lo que debiera hacer el Gobierno hoy es permitir que esas personas entren al proceso de regularización que abrieron en 2018 y que incluyó a quienes ingresaron clandestinamente”.
En cuanto a la posibilidad de generar mecanismos para que Chile incentivara el desarrollo de zonas deprimidas económicamente, el investigador manifestó que uno de los factores de las migraciones tiene que ver con la opción de encontrar empleo, por lo que el país debería crear condiciones de ingreso al mercado del trabajo que debieran ser equitativas tanto con los extranjeros como con los nacionales.