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Reino Unido con la bencina al cuello

El 27% de estaciones de servicio sin gasolina y una escasez de combustible que amenaza con generalizarse está causando en el Reino Unido la falta de conductores de camiones cisterna que permita trasladar carburante desde las refinerías a las gasolineras.

Luis Schwaner

  Sábado 2 de octubre 2021 11:34 hrs. 
reino unido

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A la crisis de desabastecimiento de combustible que sufre el Reino Unido se suma la sicosis de compras por parte de una población agobiada por la idea de quedarse con las despensas vacías. Este aumento en la demanda no logró sino empeorar la situación en los últimos días, por lo que las autoridades han pedido encarecidamente a la población que mantenga sus hábitos de compra y consumo normales. Y en cuanto al carburante, que sólo vaya a cargar bencina cuando sea necesario para garantizar así que haya  “combustible para todos”.

Obviamente, esta suerte de histeria colectiva de los británicos está haciendo blanco, incluso, en el personal de las gasolineras y se siguen recibiendo denuncias acerca de un alto nivel de agresividad de un público que, perdida su tradicional flema, los lleva a un inaceptable abuso verbal y físico en contra de los trabajadores de las estaciones de servicio. La crítica situación ha provocado colas enormes alrededor de las  bencineras, enfrentamientos entre conductores y hasta inéditas persecuciones a los camiones cisterna, como denunciaron algunos choferes.

Al respecto, el ministro británico de Transporte, Grant Shapps, reconoció que no hay duda que el Brexit es una de las causas de la crisis y el caos de los últimos días, admitió. Pero el secretario de Estado insistió en que la causa principal de la escasez es la pandemia del Covid-19, que obligó a cancelar desde el año pasado las pruebas de conducción de vehículos pesados para los nuevos e imprescindibles conductores.

No obstante, y de modo contradictorio, el secretario jefe del Tesoro, Simon Clarke, insistió en que la coyuntura está mejorando. “Nos encontramos -dijo a la cadena Sky News- en una situación en la que se entrega más combustible a las estaciones de servicio del que se vende, por lo que la crisis está ahora absolutamente bajo control”, afirmó, reiterando que el Brexit no tiene nada que ver. El ministro aseguró, además, que gracias a la independencia de la que goza el Reino Unido desde su salida de la Unión Europea el año pasado, el gobierno ha podido tomar algunas medidas de emergencia para paliar la situación, entre ellas examinar a más conductores y con mayor rapidez, declaró. Eso sí, debió admitir que cuando el público tiene necesidad de abastecerse de artículos de primera necesidad -y puso el ejemplo del papel higiénico- la situación puede tornarse rápidamente caótica, aseveró.

Por su parte, el líder de la oposición, el laborista Keir Starmer, sostuvo que la crisis es responsabilidad directa del primer ministro Boris Johnson, exigiéndole una  planificación más eficiente a largo plazo con el fin de evitar que la escasez de conductores de camiones cisterna afecte a otros sectores de la economía en la cadena de distribución. Y es que Gran Bretaña comienza a verse afectada por la partida de miles de trabajadores de la comunidad europea que partieron para no volver a su territorio. De hecho, la Confederación de la Industria Británica (CIB, por sus siglas en inglés), que agrupa a miles de empresas en el Reino Unido, ha advertido que la escasez de personal para tales menesteres podría durar hasta dos años.

A su vez, el gobierno, que anunció que en los próximos días también pondrá tras el volante a los militares, baraja la idea -polémica, por cierto- de poner a reos de las cárceles a conducir camiones. Así lo mencionó el ministro de Justicia y viceprimer ministro, Dominic Raab, en una entrevista concedida a la revista ‘The Spectator’: “Hemos conseguido que presos y delincuentes realicen trabajos voluntarios no remunerados. ¿Por qué no, si hay escasez, animarlos a que realicen un trabajo remunerado donde hay un beneficio para la economía, un beneficio para la sociedad?”, se preguntó, y agregó que si a estas personas se les ofrece “esperanza” es “menos probable que vuelvan a delinquir”. Ello, independientemente de que el Ejecutivo ya movilizó a su propia flota de camiones cisterna conducidos por civiles, medida que, así y todo, no da abasto para cumplir con el abastecimiento normal de combustible para todo el país.

Mientras tanto, en los anaqueles de los supermercados comienzan a desaparecer los productos frescos como frutas, verduras, carnes y pescados, y una angustiante sensación de desabastecimiento aumenta entre los británicos, acostumbrados a tener sus refrigeradores siempre repletos de comida, mucha de la cual, vencida la fecha de consumo, deben botar a la basura.

El famoso y socorrido Fish and Chips pareciera estar en peligro.

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