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Caiozzama y su visión sobre el aniversario del 18-O: “Hoy todo se transformó en política. Ese es el gran cambio”

Durante la revuelta de 2019, el fotógrafo y muralista nacional replegó su trabajo por las calles, transformándose en un testigo de la represión que se instaló en la zona cero de las manifestaciones en Santiago. A dos años de este hito, el artista dice que el movimiento social se encuentra más vivo que nunca y se muestra optimista ante el proceso constituyente: "Va a ser una Constitución diez mil veces mejor a la que tenemos, aunque no es muy difícil superarla".

Abril Becerra

  Lunes 18 de octubre 2021 16:45 hrs. 
Claudio Caiozzi,

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Murales. Collages. Inscripciones individuales y colectivas. Durante el levantamiento popular de 2019, cientos de personas se volcaron a las calles para ejercer su derecho a la manifestación. Con ello y de forma simultánea, el espacio público se transformó en un lienzo que, rápidamente, se fue llenando de consignas y obras de arte. 

El artista Claudio Caiozzi, más conocido como Caiozzama, fue un testigo de todo ese proceso. Utilizando la técnica del paste up, el fotógrafo y muralista creó una serie de obras que, a partir del pop y la contingencia, replegaron miradas críticas sobre el modelo neoliberal que era objetado durante las jornadas de protesta. 

“El arte te sube el ánimo, te informa. Es primordial”, comenta el artista urbano al rememorar ese momento que, en su opinión, sigue más vivo que nunca. 

“El domingo hice en el GAM un mural grande y llegó un montón de gente. En el zócalo, en la parte de abajo del metro Baquedano, también. Entonces, creo que seguimos con las mismas ganas y la gente sólo lo agradece”, afirma. 

¿Qué significado tiene para ti este nuevo aniversario del 18 de octubre? 

No podemos celebrar sino conmemorar el día en que Chile se levantó y dijo “no más” a todos los abusos que seguimos viviendo, porque, al mismo tiempo, no ha cambiado mucho en el tema administrativo. Seguimos con las mismas políticas y todo sube y los abusos siguen. 

¿Cómo recuerdas ese 18 de octubre de 2019?

Para mí fue un día bien especial, porque ese día inauguraba una exposición individual. Para ser sincero, no entendía lo heavy que iba a ser. Yo vivo en Plaza de la Dignidad, entonces, diría que el 19, como a las 6 de la mañana, me asomé y vi columnas de humo por todo Santiago. Ese día entendí lo que estaba pasando y lo recuerdo desde todos los sentimientos: rabia por la represión que vivimos, pero, al mismo tiempo, mucha esperanza y orgullo de ver a la mayoría de los chilenos en la calle. 

Respecto de las vulneraciones a los derechos humanos y considerando que fuiste un testigo de ese momento, ¿cómo se fue acentuando la represión? 

Fue terrible. A mi me llegaron cuatro perdigones: uno en la cara y tres en las piernas. Fue algo que yo no había vivido nunca. Al final, se notó también la clase de policía que teníamos, una policía que está entrenada para combatir al enemigo, no para trabajar o para prevenir situaciones junto a la ciudadanía, que es como deberían ser entrenados. Ellos nos vieron como enemigos, el Presidente nos declaró la guerra. Fue terrible. Muy triste. Espero que con el tiempo todos los responsables caigan y se vayan presos. Carabineros de Chile tiene que desaparecer. Bueno, ellos mismos se ganaron el odio de la gente. Se puede ver en las estadísticas, en las encuestas, en la poca cantidad de gente que quiere ser carabinero. Entonces, para mí fue muy triste. No nos merecemos tener esa policía. 

Como artista, ¿qué pasa con tu obra frente al levantamiento popular? 

Fue una cosa muy natural. Todo mi arte ha sido muy del estómago, de lo que pienso, lo que creo. Entonces, agarré mi cámara y salí a hacer fotos y murales. Hasta el año nuevo fue una catarsis que no pensé mucho, que no analicé. Pasó no más. Y todo fue pasando según lo que iba sucediendo: el tema de la nueva Constitución, el tema de los derechos humanos. Básicamente, fue una catarsis. 

Y, ¿qué pasa contigo cuando todas estas obras comienzan a ser borradas?

No me sorprendió, para nada, porque sus fuerzas siempre fueron un poco de blanqueamiento ante la prensa, de reprimir a la gente. Al principio no miraron el arte, lo dejaron de lado. Después, cuando en otros países hicieron reportajes sobre el arte que había en las calles, ahí se dieron cuenta de que esto no era cualquier cosa y empezaron a censurar. Al final, a todos los artistas nos daban más ganas de seguir llenando las calles, pero estaba claro que eso iba a suceder. 

¿Cómo viste el rol del arte en ese momento de la revuelta? 

Más que arte, lo llamaría el tema de cómo plasmar lo que nos pasaba a todes, porque era muy poca la información. En la prensa escrita no había nada y en Internet sólo encontrabas algunas cosas. En la televisión sólo un canal ha estado a la altura: La Red. Entonces, ahí el arte ocupa el lienzo más democrático y a la mano que tenemos: la calle. En ese sentido, el arte te sube el ánimo, te informa. Es primordial y lo sigue siendo. 

¿Cómo ves este proceso constituyente? 

Lo veo muy optimista, La gente que tenemos ahí está muy preparada y, al mismo tiempo, tenemos al chileno común. Así es como tiene que ser. Chile no son puros expertos, no son puros políticos o universitarios expertos con máster y magíster. Me gusta porque la combinación está super buena. Creo que va a ser una Constitución diez mil veces mejor a la que tenemos, aunque no es muy difícil superarla. Ahora, simplemente hay que aguantar la guerra y el terror que nos va a hacer la derecha ,porque todavía tienen la esperanza de que quede la de Pinochet, lo cual no va a suceder. 

Hoy, ¿cómo ves el movimiento social? ¿Cuán vivo está en contraste con 2019? 

Sigue super vivo. Quizás, mucha gente paró de venir a la plaza o en sus ciudades pararon de marchar físicamente, pero es cosa de ver las redes sociales, cosa de ver los matinales: hoy todo se transformó en política. Ese es el gran cambio (…).  Y acá siguen pasando cosas todo el tiempo y en otras ciudades también. Solamente que está mucho más invisibilizado. O sea, a veces hay una marcha, no te voy a decir de millones, pero una marcha grande y en la tele ni aparece. Entonces, creo que va por ahí. Estando acá uno se da cuenta de que la lucha sigue. 

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