Ministro Delgado evita reconocer crisis migratoria en Chile argumentando que su origen es de otro país

"Por supuesto que estamos frente a una crisis humanitaria en el país de origen y que está permeando distintas partes de Sudamérica", sostuvo el ministro del Interior durante su interpelación en la Cámara de Diputados.

"Por supuesto que estamos frente a una crisis humanitaria en el país de origen y que está permeando distintas partes de Sudamérica", sostuvo el ministro del Interior durante su interpelación en la Cámara de Diputados.

Este lunes se llevó a cabo la interpelación al ministro del Interior, Rodrigo Delgado, por la crisis migratoria en el norte de Chile. La sesión duró cerca de tres horas, tiempo en que el jefe de gabinete respondió las preguntas del diputado interpelador, Vlado Mirosevic (PL).

El parlamentario representante del Distrito 1, correspondiente a la Región de Arica y Parinacota, cuestionó a Delgado respecto de políticas de Gobierno en la materia, desde la invitación que hiciera el Presidente Piñera en Cúcuta para que ciudadanos venezolanos arribaran al país hasta las expulsiones que el mismo Ejecutivo ha concretado a centenares de inmigrantes.

Tomando en cuenta los factores tanto internos como externos del país, el diputado liberal preguntó a Delgado si acaso el Gobierno considera que estamos frente a una crisis migratoria y humanitaria.

“Sabemos que los flujos migratorios tienen vida propia y no son responsabilidad del gobierno de turno, lo que sí es claro, sin embargo, es que hay una responsabilidad de este Gobierno respecto de gestionar la contingencia (…) por esta razón, ministro, nos interesa establecer un diálogo de Estado con usted, no pretendemos una guerrilla electoral, no caigamos en eso. Este debate está repleto de destemplanzas, mitos, oportunismos, y también, a ratos, veo arrogancia de parte del Gobierno. ¿Considera usted que estamos frente a una crisis migratoria y humanitaria?”.

Ante esto, el secretario de Estado reconoció una crisis, pero sostuvo que su origen tiene que ver con factores externos a Chile.

“Cuando tenemos, al menos, seis millones de personas que han salido de un país que tiene una dictadura que oprime a su gente, que tiene un salario mínimo cercano a los cinco o seis dólares, efectivamente, estamos en una crisis humanitaria de origen, estamos ante un éxodo de millones de personas, quizás después de Siria el éxodo más grande en el último tiempo en el mundo. Efectivamente, esta crisis humanitaria se ha desplegado por gran parte de Latinoamérica, en Colombia, en Ecuador, en Perú y en Chile, y cuando tenemos personas precarizadas que no tienen la posibilidad de entrar a un país con la formalidad de una cédula de identidad y que dicha informalidad administrativa deriva en informalidad del trabajo, vivienda, salud, por supuesto que estamos frente a una crisis humanitaria en el país de origen y que está permeando distintas partes de Sudamérica”.

Desde que Sebastián Piñera fuera a la ciudad colombiana de Cúcuta en febrero del 2019 e invitara a la población venezolana a Chile, el Gobierno ha debido enfrentar innumerables críticas al respecto, tanto de autoridades políticas, organizaciones sociales y académicos.

Consultado por los efectos de este hecho, el ministro Delgado descartó que la crisis migratoria sea producto de esa invitación del mandatario.

“Uno puede tener distintas interpretaciones de ideologías, y es respetable, pero lo que no podemos tener son datos distintos. Antes de Cúcuta ingresaron 300 mil venezolanos a Chile, después de Cúcuta 140 mil venezolanos a Chile, por lo tanto si fuera un efecto llamado, sería exactamente al revés”.

Otro hecho que generó indignación en un sector importante de la población chilena fueron las protestas registradas en Iquique, en septiembre de este año, y que terminaron con la destrucción de carpas y pertenencias de personas migrantes.

Al respecto se refirió el diputado UDI, Renzo Trisotti, que si bien dijo no compartir los hechos de violencia, sí defendió que los habitantes del norte “se revelaran”.

“Cada uno de nosotros evidenciamos con tristeza y molestia cómo se sacrificó la calidad de vida de parte importante de los habitantes de la Región de Tarapacá al ser nuestras ciudades y sus vecinos los que debimos soportar incivilidades, ocupaciones, incluso, hechos delictuales de algunos inmigrantes, lo que motivó que miles de personas se revelaran. Pero ese clamor no eliminó el que seamos desde siempre una región integradora y acogedora, pero que hoy solo exige respeto y orden a quienes han llegado desde lejos y atravesando de manera clandestina por nuestras fronteras”.

Luego de casi tres horas de interpelación, finalmente los parlamentarios debieron votar el proyecto de acuerdo que sugería adoptar algunas medidas concretas con respecto de la inmigración, como la implementación de albergues, facilitar la reunificación familiar a quienes han ingresado por pasos no habilitados, “terminar el show mediático de las expulsiones”, entre otras, el que terminó siendo rechazado con 50 votos a favor, 34 en contray 10 abstenciones.





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