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¿El fin de la Unión Europea?

Marine Le Pen, candidata a la presidencia de Francia por el partido Asamblea Nacional (de extrema derecha) y Éric Zemmour, también previsible candidato de la ultra derecha gala, viajaron a Budapest este martes con el propósito de apoyar al primer ministro húngaro Víctor Orban y recibir de él, a su vez, el respaldo que necesitan para “impulsar el fin de una Unión Europea que se ha convertido en una sucesión de amenazas y chantajes contra las soberanías nacionales (sic)”.

Luis Hernán Schwaner

  Martes 26 de octubre 2021 16:23 hrs. 
Eric Zemmour

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Cuando hace un mes Orban recibió en Budapest al mismo Zemmour, el periodista   xenófobo francés, acompañado entonces por Marion Maréchal Le Pen (nieta de Jean-Marie y sobrina de Marine), en el marco de una lucha común contra lo que llaman “la tiranía” de la Unión Europea, el presidente del Consejo de Ministros húngaro no consideró oportuno fotografiarse públicamente con sus admiradores franceses. Ello, a pesar de que Zemmour comentó que Orban “es un modelo de resistencia contra las presiones de la Comisión europea, los alemanes y Macron”.

Por su parte, Marine Le Pen declaró al arribar a Budapest que “la Comisión europea se comporta con nosotros, con Polonia y con Hungría, como lo hace con sus enemigos. Nosotros apoyamos a Polonia contra el chantaje inaceptable de la UE. En Europa hay una serie de fuerzas que aspiran a impulsar el fin de una Unión Europea que se ha convertido en una sucesión de amenazas y chantajes contra la soberanía de los pueblos europeos”. Así, aunque son rivales internos en el seno de la ultraderecha francesa, tanto ella como Zemmour aspiran a llevar a su sector a constituir un solo grupo político en el Parlamento Europeo y así apoyarse mutuamente de cara a los estrechos resultados de las próximas elecciones en Francia y Hungría.

Sorprendentemente, la visita “iniciática” de Marie Le Pen a tierras magiares representa uno de los primeros encuentros cara a cara entre ambos personajes de la extrema derecha europea. Para recibirla en el antiguo monasterio de los Carmelitas, dónde se encuentra la oficina de Orbán, a orillas del bello Danubio, el mandatario húngaro desplegó alfombra roja y honores de jefa de Estado, sabiendo que -con esta visita- la líder de Reagrupación Nacional (RN) busca proyectar hacia los electores galos una imagen de dirigenta capaz de gobernar, pese a su reputación de eterna perdedora y el miedo (comprensible) que genera en muchos franceses.

Hasta un par de años atrás Marine Le Pen era firme partidaria del Frexit, esto es, la salida directa de Francia de la Unión Europa. Pero, como suele suceder en política, abandonó esa posición cuando se dio cuenta que una parte sustancial de los electores franceses son partidarios no sólo de la UE, sino de seguir formando parte de ella. Así, desde las elecciones europeas del 2019, Marine Le Pen defiende la unión de los partidos euro escépticos en el Parlamento Europeo, algo que, no obstante, se ve aún muy lejano.

Pero ante las respectivas crisis de Polonia y Hungría con la UE, Marine Le Pen, primero y Zemmour (dos veces condenado judicialmente en su país por racismo) después, han apoyado irrestrictamente a Varsovia y Budapest en contra de la UE, convirtiendo a la hermosa capital magiar en la nueva Meca para las peregrinaciones de la ultraderecha europea.

Esta fascinación por Orbán y por los polacos del partido Ley y Justicia (PiS) también se está reflejando en las actuales rivalidades internas en el campo de la ultraderecha, tanto en Francia como en Italia. “De la misma manera que en Italia, Giorgia Meloni está superando a Salvini por su derecha, algo parecido sucede con Zemmour y Le Pen” -explica al sitio español “El Periódico” el profesor de la Universidad Carlos III. Guillermo Fernández, autor del libro ¿Qué hacer con la extrema derecha en Europa? “La dirigenta de Hermanos (Meloni) y Zemmour defienden el mismo ultranacionalismo y xenofobia que Le Pen y Salvini, pero se diferencian de ellos por una visión más neoliberal en lo económico y conservadora en lo social (igualdad entre hombres y mujeres, derechos para las minorías, etc.).

Porque, en definitiva, lo que Marine Le Pen defiende es la supremacía del derecho nacional frente al derecho europeo. Y lo hace en sus términos: “Los enemigos de la democracia utilizan esa ‘cosa’ que llaman Unión Europea para intentar amordazar a los pueblos”. Éric Zemmour hace un análisis semejante: «La Comisión Europea ha lanzado un asalto violento contra los pueblos que rechazan su línea ideológica. Es urgente que Francia se una a las naciones que combaten por su libertad».

Una mutación de la extrema derecha que parece tener sabor a goulash y viento en popa: aquel que procede de Europa del Este.

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