Fue tras un encuentro con corresponsales de la prensa extranjera acreditada en Chile que el pasado viernes el candidato presidencial del Frente Social Cristiano, José Antonio Kast, realizó unas polémicas declaraciones en las que diferenció la dictadura de Augusto Pinochet con las situaciones en Venezuela, Cuba y Nicaragua.
En particular, el abanderado abordó las recientes elecciones de Nicaragua e hizo un símil con el plebiscito de 1988 en Chile, cuando ganó el “NO” a la continuidad de la dictadura militar y, al año siguiente, resultó electo el presidente Patricio Aylwin (DC).
“Hay una situación que claramente marca una diferencia con lo que ocurre en Cuba, Venezuela o en Nicaragua. Creo que lo de Nicaragua refleja plenamente lo que en Chile no ocurrió, que, frente a elecciones democráticas, se realizaron y no se encerró a los opositores políticos. Y eso marca una diferencia fundamental”, señaló Kast en la cita.
Asimismo, aseveró que la Constitución de 1980, promulgada por el régimen de Pinochet y que rige actualmente “contenía toda la transición a la democracia” y que, por tanto, “no hay punto de comparación con lo que ocurre en las dictaduras de Cuba, donde llevan más de 70 años de dictadura, ni con la narcodictadura de Venezuela y ni con la dictadura de (Daniel) Ortega en Nicaragua”. Siendo estos dichos, posteriormente, duramente criticados por los demás candidatos presidenciales.
En conversación con Radio Universidad de Chile, el director del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, Francisco Estévez, consideró que las declaraciones de José Antonio Kast “ratifican su posición negacionista respecto de lo que ocurrió durante los años de dictadura, porque se trató de un régimen del terror, donde se impuso una dictadura sobre una democracia política y donde los opositores fueron vulnerados gravemente en sus derechos”.
En esa línea, el historiador sostuvo que “hay una lista grande y dolorosa de personas detenidas y ejecutadas políticas. Hay una lista larga y dolorosa de personas que no pudieron continuar con sus actividades, laborales o estudiantiles porque fueron perseguidas por sus ideas políticas. Eso se llama dictadura y quien quiera negar eso es un negacionista”.
Además, descartó que el régimen de Pinochet estuviera llano a respetar los resultados del plebiscito del 88’, expresando que “la dictadura no lo quiso reconocer, eso está documentado. No quiso reconocer su derrota, pero estuvo obligado a hacerlo, porque tanto la condena internacional como la gran presión social y política que se generó en Chile fueron más fuertes”.
“Aquí la democracia se puso por la fuerza social, política y cultural, así la dictadura fue derrotada. Sin esa fuerza, contraria a un régimen tan despótico, (Pinochet) jamás habría entregado el poder”, enfatizó Estévez.
Por lo que consideró las palabras de la carta del Partido Republicano “como una interpretación falsa”, puesto que el régimen militar quería renovarse en su autoridad, esperanzados en que lo volvería a lograr tal y como ocurrió con el plebiscito de 1980 para ratificar la Constitución.
En esa línea, planteó que “con el control que tuvieron de la prensa y sobre la amenaza a las libertades civiles, con todo eso, pudieron imponerse en una elección que fue considerada en su tiempo por los observadores internacionales como fraudulenta. Pensaban que iba a ser lo mismo, pero no fue así”.
En cuanto a los resultados de las encuestas de opinión, que ubican a José Antonio Kast en los primeros lugares en la intención de voto, el director del Museo de la Memoria manifestó que “la gran mayoría ciudadana de este país evidentemente no va a votar por un candidato que representa esa posición, de reminiscencia y de añoranza de la dictadura de Pinochet”.
Fue tras un encuentro con corresponsales de la prensa extranjera acreditada en Chile que el pasado viernes el candidato presidencial del Frente Social Cristiano, José Antonio Kast, realizó unas polémicas declaraciones en las que diferenció la dictadura de Augusto Pinochet con las situaciones en Venezuela, Cuba y Nicaragua.
En particular, el abanderado abordó las recientes elecciones de Nicaragua e hizo un símil con el plebiscito de 1988 en Chile, cuando ganó el “NO” a la continuidad de la dictadura militar y, al año siguiente, resultó electo el presidente Patricio Aylwin (DC).
“Hay una situación que claramente marca una diferencia con lo que ocurre en Cuba, Venezuela o en Nicaragua. Creo que lo de Nicaragua refleja plenamente lo que en Chile no ocurrió, que, frente a elecciones democráticas, se realizaron y no se encerró a los opositores políticos. Y eso marca una diferencia fundamental”, señaló Kast en la cita.
Asimismo, aseveró que la Constitución de 1980, promulgada por el régimen de Pinochet y que rige actualmente “contenía toda la transición a la democracia” y que, por tanto, “no hay punto de comparación con lo que ocurre en las dictaduras de Cuba, donde llevan más de 70 años de dictadura, ni con la narcodictadura de Venezuela y ni con la dictadura de (Daniel) Ortega en Nicaragua”. Siendo estos dichos, posteriormente, duramente criticados por los demás candidatos presidenciales.
En conversación con Radio Universidad de Chile, el director del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, Francisco Estévez, consideró que las declaraciones de José Antonio Kast “ratifican su posición negacionista respecto de lo que ocurrió durante los años de dictadura, porque se trató de un régimen del terror, donde se impuso una dictadura sobre una democracia política y donde los opositores fueron vulnerados gravemente en sus derechos”.
En esa línea, el historiador sostuvo que “hay una lista grande y dolorosa de personas detenidas y ejecutadas políticas. Hay una lista larga y dolorosa de personas que no pudieron continuar con sus actividades, laborales o estudiantiles porque fueron perseguidas por sus ideas políticas. Eso se llama dictadura y quien quiera negar eso es un negacionista”.
Además, descartó que el régimen de Pinochet estuviera llano a respetar los resultados del plebiscito del 88’, expresando que “la dictadura no lo quiso reconocer, eso está documentado. No quiso reconocer su derrota, pero estuvo obligado a hacerlo, porque tanto la condena internacional como la gran presión social y política que se generó en Chile fueron más fuertes”.
“Aquí la democracia se puso por la fuerza social, política y cultural, así la dictadura fue derrotada. Sin esa fuerza, contraria a un régimen tan despótico, (Pinochet) jamás habría entregado el poder”, enfatizó Estévez.
Por lo que consideró las palabras de la carta del Partido Republicano “como una interpretación falsa”, puesto que el régimen militar quería renovarse en su autoridad, esperanzados en que lo volvería a lograr tal y como ocurrió con el plebiscito de 1980 para ratificar la Constitución.
En esa línea, planteó que “con el control que tuvieron de la prensa y sobre la amenaza a las libertades civiles, con todo eso, pudieron imponerse en una elección que fue considerada en su tiempo por los observadores internacionales como fraudulenta. Pensaban que iba a ser lo mismo, pero no fue así”.
En cuanto a los resultados de las encuestas de opinión, que ubican a José Antonio Kast en los primeros lugares en la intención de voto, el director del Museo de la Memoria manifestó que “la gran mayoría ciudadana de este país evidentemente no va a votar por un candidato que representa esa posición, de reminiscencia y de añoranza de la dictadura de Pinochet”.
Fue tras un encuentro con corresponsales de la prensa extranjera acreditada en Chile que el pasado viernes el candidato presidencial del Frente Social Cristiano, José Antonio Kast, realizó unas polémicas declaraciones en las que diferenció la dictadura de Augusto Pinochet con las situaciones en Venezuela, Cuba y Nicaragua.
En particular, el abanderado abordó las recientes elecciones de Nicaragua e hizo un símil con el plebiscito de 1988 en Chile, cuando ganó el “NO” a la continuidad de la dictadura militar y, al año siguiente, resultó electo el presidente Patricio Aylwin (DC).
“Hay una situación que claramente marca una diferencia con lo que ocurre en Cuba, Venezuela o en Nicaragua. Creo que lo de Nicaragua refleja plenamente lo que en Chile no ocurrió, que, frente a elecciones democráticas, se realizaron y no se encerró a los opositores políticos. Y eso marca una diferencia fundamental”, señaló Kast en la cita.
Asimismo, aseveró que la Constitución de 1980, promulgada por el régimen de Pinochet y que rige actualmente “contenía toda la transición a la democracia” y que, por tanto, “no hay punto de comparación con lo que ocurre en las dictaduras de Cuba, donde llevan más de 70 años de dictadura, ni con la narcodictadura de Venezuela y ni con la dictadura de (Daniel) Ortega en Nicaragua”. Siendo estos dichos, posteriormente, duramente criticados por los demás candidatos presidenciales.
En conversación con Radio Universidad de Chile, el director del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, Francisco Estévez, consideró que las declaraciones de José Antonio Kast “ratifican su posición negacionista respecto de lo que ocurrió durante los años de dictadura, porque se trató de un régimen del terror, donde se impuso una dictadura sobre una democracia política y donde los opositores fueron vulnerados gravemente en sus derechos”.
En esa línea, el historiador sostuvo que “hay una lista grande y dolorosa de personas detenidas y ejecutadas políticas. Hay una lista larga y dolorosa de personas que no pudieron continuar con sus actividades, laborales o estudiantiles porque fueron perseguidas por sus ideas políticas. Eso se llama dictadura y quien quiera negar eso es un negacionista”.
Además, descartó que el régimen de Pinochet estuviera llano a respetar los resultados del plebiscito del 88’, expresando que “la dictadura no lo quiso reconocer, eso está documentado. No quiso reconocer su derrota, pero estuvo obligado a hacerlo, porque tanto la condena internacional como la gran presión social y política que se generó en Chile fueron más fuertes”.
“Aquí la democracia se puso por la fuerza social, política y cultural, así la dictadura fue derrotada. Sin esa fuerza, contraria a un régimen tan despótico, (Pinochet) jamás habría entregado el poder”, enfatizó Estévez.
Por lo que consideró las palabras de la carta del Partido Republicano “como una interpretación falsa”, puesto que el régimen militar quería renovarse en su autoridad, esperanzados en que lo volvería a lograr tal y como ocurrió con el plebiscito de 1980 para ratificar la Constitución.
En esa línea, planteó que “con el control que tuvieron de la prensa y sobre la amenaza a las libertades civiles, con todo eso, pudieron imponerse en una elección que fue considerada en su tiempo por los observadores internacionales como fraudulenta. Pensaban que iba a ser lo mismo, pero no fue así”.
En cuanto a los resultados de las encuestas de opinión, que ubican a José Antonio Kast en los primeros lugares en la intención de voto, el director del Museo de la Memoria manifestó que “la gran mayoría ciudadana de este país evidentemente no va a votar por un candidato que representa esa posición, de reminiscencia y de añoranza de la dictadura de Pinochet”.
