Diario y Radio Universidad Chile

Escritorio

Ha partido Fabiola Letelier: la abogada y dirigenta que luchó incansablemente contra la impunidad de los crímenes de la dictadura

El legado que deja la abogada considera una trayectoria impecable en el ejercicio del derecho en función de la verdad y de la justicia para los más desposeídos, además de una historia de activismo y estrecho vínculo con los movimientos sociales.

María Luisa Cisternas

  Jueves 18 de noviembre 2021 18:51 hrs. 
Fabiola_Letelier

Compartir en

Hace pocos minutos se informó del fallecimiento de la ilustre abogada de la Casa Bello, Fabiola Letelier del Solar, quien fue una férrea e inclaudicable defensora de los derechos humanos en Chile y en el extranjero. Una mujer a la que se le reconoció y galardonó por su admirable coraje en la representación y acompañamiento de cientos de personas víctimas de la dictadura cívico-militar de Augusto Pinochet, régimen que la tocó muy de cerca el día en que la DINA y la CIA orquestaron el asesinato de su hermano menor y ex canciller de Salvador Allende, Orlando Letelier, en Washington.

El legado que deja la abogada no solo considera una trayectoria impecable en el ejercicio del derecho en función de la verdad y de la justicia para los más desposeídos, una historia de activismo y estrecho vínculo con los movimientos sociales, sino que además representa un emblema de la lucha feminista: “No solo enfrentamos a la dictadura sino que también al machismo” aseveró el año 2018 cuando se le entregó el Premio Nacional de Derechos Humanos.

Nacida en la ciudad de Temuco el 17 de julio de 1929, la hija de Inés del Solar Rosenberg y Orlando Letelier Ruiz, estudió en el Colegio Santa Cruz y en el Liceo N° 1 Javiera Carrera. Posteriormente continuó su educación en la Universidad de Chile donde se tituló como abogada el año 1963. Una disciplina en la que encauzaría toda su convicción y entereza frente a la caída de la democracia con el Golpe Militar de 1973.

Previo a la irrupción del dictador, Fabiola se desempeñó en la Comisión Interamericana de Mujeres, perteneciente a la Organización de Estados Americanos y asumió como secretaria ejecutiva para la delegación chilena de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo en el Tercer Mundo.

Ya en contexto de dictadura la abogada se hizo parte del equipo jurídico del Comité de Cooperación para la Paz, también conocido como “Comité Pro Paz” instancia que se levantó en respuesta a las denuncias de crímenes registrados a pocos días del despliegue militar en el país y que logró autorizaciones para que más de 70 personas pudiesen salir del territorio nacional. Razón por la que, finalmente, fue disuelta de manera prematura tras dos años de su creación por requerimiento de Pinochet al cardenal Raúl Silva Henríquez en 1975.

El activismo de la jurista no terminó ahí. Un año después pondría sus capacidades a disposición de la Vicaría de la Solidaridad tras aprobar el examen de ingreso al organismo para el cual se había preparado minuciosamente. Allí permaneció hasta los años 80, no obstante el primer año de ese período se vio marcado por un fatídico episodio. El 21 de septiembre de 1976, día en que el régimen atentó en Estados Unidos.

El mismo año en el que se funda la Vicaría se conoce el asesinato del diplomático Orlando Letelier en Washington D.C. producto de una bomba fijada en el suelo del auto en el que iba acompañado de la joven Ronni Moffitt. “El asesinato de Orlando fue algo que nos dejó a todos, no solo a los parientes, a todo el mundo, muy conmovido”, rememoró al respecto la abogada en una entrevista para el proyecto Testimonios de la Memoria, llevado a cabo por el Museo de la Memoria el año 2017. Un relato en el que Fabiola cuenta sobre el momento en que los altos dirigentes de la Vicaría la llamaron a secretaría para darle a conocer la noticia.

atentado letelier

Fotografía del automóvil posterior a la explosión.

Pero lejos de amainar en la lucha contra impunidad de estos crímenes luego de la pérdida de su hermano, la jurista se volcó con mayor ímpetu en la obtención de verdad y justicia, lo que se materializa en la creación del Comité de Defensa de los Derechos del Pueblo (CODEPU) de la cual fue co-fundadora. Así lo valoró la integrante del Consejo del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), Consuelo Contreras Largo, quien fue directora del organismo el año 2018, cuando se le entrega a Letelier el Premio Nacional de Derechos Humanos. 

Ella funda CODEPU junto a Blanca Rengifo y ellas dos hicieron una dupla de mujeres muy potentes, muy fuerte y Fabiola Letelier comenzó ahí a trabajar en la defensa de los derechos humanos con los temas de tortura, con los temas de prisión política y se abocó con mucha fuerza al esclarecimiento, a generar justicia y verdad en el caso del asesinato de su hermano Orlando Letelier, que fue un crimen atroz cometido por agentes del Estado de Chile en territorio norteamericano donde pusieron una bomba en su auto. Fue un atentado terrorista del Estado de Chile de carácter internacional y Fabiola Letelier no descansó hasta que logró que el jefe de la policía secreta del dictador, Manuel Contreras, fuera detenido y privado de libertad”, señaló en conversación con nuestro medio.

Fabiola asumió como querellante en el caso de Orlando logrando una condena de siete años de prisión para Manuel Contreras y el brigadier Pedro Espinoza. Un fallo excepcional que sentó precedentes en materia de justicia por los terribles delitos contra los derechos humanos, señaló el abogado Fernando Zegers, quien trabajó codo a codo al interior del CODEPU con Letelier.

“Ella fue a las audiencias y tuvo un rol activo. Fue realmente fue un hito histórico para todos nosotros, para todo el país, en el lento devenir de una justicia que paso a paso y muy lentamente se ha ido reestableciendo en algunos aspectos, siempre con limitaciones enormes”, manifestó.

fabiola dos

Fotografía de 1984 en el campamento Silva Henríquez. (Tomada de sitio de memoria).

Fabiola Letelier llegó a presidir el CODEPU en una labor extraordinaria tanto a nivel nacional como internacional, agregó Zegers. “Hizo siempre suyas las enormes dificultades que padecimos en esa época”, sostuvo, rememorando el incendio de la primera sede del organismo en calle Grajales perpetrado por la DINA y la CNI, los asaltos a la sede en calle Bandera y el asesinato de Patricio Sobarzo, encargado regional del CODEPU, entre otras innumerables dificultades.

En esa labor, la abogada representó a cientos de prisioneros políticos y personas torturadas mediante la CODEPU, cuyos abogados y abogadas eran quienes tomaban la primera declaración de las víctimas cuando eran liberadas, lo que a juicio de la ex directora del INDH, entraña un valentía destacable.

“Ella creó a su alero un equipo jurídico bastante potente que le dio asistencia jurídica a estas personas, también se creo al interior de esta institución un equipo potente de salud mental, compuesto por psiquiatras, psicólogos, médicos y neurólogos. Ahí Paz Rojas y Héctor Faúndez tuvieron también un rol muy destacado en ese período que pudieron hacer intervenciones terapéuticas a las personas que habían vivido situaciones de tortura y de prisión política”, señaló la integrante del INDH.

Su aporte a la promoción de los derechos humanos tuvo destacables alcances fuera del país. A principios de los 80 además de fundar CODEPU, Fabiola fue elegida dentro de la mesa directiva constituyente de la Asociación Latín Americana de Derechos Humanos y desde entonces integró de la Asociación Americana de Juristas. Por otro lado, colaboró en la creación de la Corte Penal Internacional y con Baltasar Garzón para procesar a Augusto Pinochet.

Para nosotros hablar de Fabiola es hablar una mujer llena de energía, llena de resistencia, llena de compromiso por avanzar y terminar con la cultura de la muerte en la dictadura”, valoró la presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos, Alicia Lira, reconociendo que “como abogada de derechos humanos jugó un rol importante del que nos sentimos representados todos los familiares de las víctimas porque más allá de nuestra frontera ella internacionalmente denunció la dictadura, fue a tribuales internacionales sobre las puertas que se abrieron del horrible crimen de su hermano Orlando y también abrazó siempre en términos colectivos lo que era denunciar las violaciones sistemáticas terribles que vivíamos por casi 17 años“.

A Fabiola Letelier difícilmente se le puede recordar como una abogada de escritorio, sostuvo la integrante del Consejo del INDH, quien la retrató como una dirigenta del movimiento social, cercana a las organizaciones de familiares de detenidos desaparecidos, de ejecutados políticos y en los 80, de estudiantes, de pobladores y de trabajadores. En ese sentido señaló que “Fabiola Letelier es de las defensoras de derechos humanos que siendo ella una mujer de la elite, logra instalarse en el sufrimiento del pueblo chileno”.

“Yo quiero destacar su trabajo desinteresado, su acogida, su consecuencia, su inteligencia, su valor, en una época oscura para tantos en Chile. Ella ha sido la potente voz en defensa de los derechos humanos, de la integralidad e indivisibilidad de esos derechos. Ella hizo fuerte énfasis en los derechos de los pueblos, a sus recursos naturales, a su real soberanía política y económica y ese trabajo lo hizo siempre colectivamente entre todos los trabajadores del Comité entre los cuales me incluyo”, recalcó Zegers.

fabiola letelier premio

Fabiola Letelier junto a Consuelo Contreras.  

Es así que la vida de la jurista es también un emblema de la lucha feminista. Vivió un matrimonio restrictivo en una época en la que se sostenía que las mujeres debían limitarse al cuidado de los hijos e hijas, motivo que habría llevado a su divorcio. Cuando recibe el Premio Nacional de Derechos Humanos abordó en su alocución el clima de movilizaciones que protagonizaban durante el 2018 las jóvenes universitarias.

“A quienes como yo no solo nos enfrentamos a la dictadura sino que también al machismo, nos emociona ver mujeres empoderadas al mandoNo es un secreto para nadie que la lucha por la protección de las garantías fundamentales ha sido un trabajo donde las mujeres han tenido una participación vital“, declaró ese año.

“No hay nadie que no la reconozca por su entereza como mujer y profesional” , destacó Lira. “Esa fuerza de mujer, de principios, de consecuencia, que fue la que la destacó internacionalmente porque ella es muy querida, muy respetada acá en Chile pero fuera del país también solamente por sus principios como mujer, el derecho a las mujeres, el exigir, el movilizarse. Ella no estuvo ajena a ningún movimiento social y menos de los movimientos feministas”, subrayó.

Al respecto, Zegers aseveró que “ella fue una fuerte impulsora de organizaciones y de la participación de la mujer porque si algo caracterizó la labor del CODEPU fue el intentar llevar adelante el promover el surgimiento y el apoyar organizaciones sociales. Al amparo del CODEPU surgió la Unión Nacional de Estudiantes Democráticos, organizaciones de pobladores y muy especialmente organizaciones de mujeres y ese trabajo es en gran medida responsabilidad de Fabiola”.

Al conocer el reconocimiento del Instituto Nacional de Derechos Humanos, Letelier destacó a las y los luchadores anónimos que trabajaron con ella y que nunca fueron destacados. Asimismo señaló que su premio “también es hoy un recordatorio de la importancia de valorar y reconocer a todas y todos los que hoy siguen trabajando por la justicia en todo ámbito, luchando por la  libertad, la democracia verdadera y el fin de la impunidad”.

Síguenos en