A su cargo de coordinador de la Comisión de Derechos de los Pueblos Indígenas y Plurinacionalidad de la Convención Constitucional renunció Victorino Antilef este lunes 27 de diciembre. El escaño reservado del pueblo mapuche que detentaba ese rol junto a la representante kawésqar, Margarita Vargas, dijo haberse visto en la encrucijada de conducir una instancia que impulsa una consulta indígena que es, a su juicio, un peligroso precedente en los futuros procesos del tipo y un retroceso en la lucha de los pueblos en búsqueda de su dignidad.
Una decisión que es consecuencia de un conflicto que se arrastra entre los representantes de los pueblos originarios relativo al documento base para la consulta indígena, que por disposición del artículo 19.2 del reglamento interno de la Convención, debía estar listo luego de 15 días de haberse constituido la Comisión. No obstante, el disenso entre quienes estuvieron por incluir propuestas de normas constitucionales en el escrito y entre los que no, generó un rezago en el proceso.
La elaboración original de dicho documento fue delegada a Antilef y Vargas en un trabajo que contó con la colaboraron del resto de los convencionales de la Comisión y que se aprobó en general en el pleno de la instancia, no sin algunas abstenciones de un sector en el que se encuentra Elisa Loncón, Thiare Aguilera y Luis Jiménez, entre otros.
Luego, durante el plazo de ingreso de indicaciones, se presentó una moción sustitutiva global del documento aprobado que eliminaba las propuestas de normas y en su lugar dejaba un escrito que consideraba fichas didácticas para preguntar a la ciudadanía respecto a derechos de los pueblos indígenas. Iniciativa que finalmente se impuso en una nueva votación.
En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, Natividad Llanquileo, convencional constituyente del pueblo mapuche e integrante de la Coordinadora Constituyente Plurinacional y Popular que defiende el documento de base original presentado por la coordinación, abordó esta diferencia sosteniendo que, el escrito que actualmente se impulsa desde la Comisión no se condice con lo estipulado en el reglamento en la medida que debía incluir los derechos de los pueblos indígenas y la forma como estos se materializan en la nueva carta fundamental.
“Lo grave de esto y de ahí el problema es que solamente son fichas respecto a derechos y no hay una propuesta de como estos derechos se concretan en la Constitución y ¿Cómo nosotros estimamos que deberían concretarse estos derechos en la Constitución? Es a través de propuestas de normas y esas propuestas de normas, lo que ellos nos plantearon, es que eran propuestas cerradas. Esas propuestas nunca fueron cerradas, eran propuestas donde la gente podía agregar, eliminar ciertas palabras o también sustituirlo completamente por artículo”.
El actual documento de base podría radicar en una objeción por parte de la Secretaría Técnica en la medida que no cuenta con los estándares de consulta, señaló Llanquileo, con lo cual tendría que buscarse otra forma de realizar el proceso, que a su parecer, en la interna de la Comisión, ha develado una diferencia sustancial en los modos de vincular a las comunidades de los pueblos originarios en la nueva Constitución.
“Políticamente lo que busca una consulta indígena vinculante es que lo que salga desde los pueblos indígenas quede en el texto constitucional entonces ahí hay diferencias con algunos sectores porque creen que no se les va a permitir deliberar y bueno, hay quienes llegaron a acuerdos con otros sectores políticos que también forman parte de la Comisión, el sector socialista, Frente Amplio y otras personas (…) Entonces lo que obliga ahí es adoptar acuerdos entre los pueblos indígenas y la Convención, buscar acuerdos que permita salvaguardar los derechos de los pueblos indígenas”.
Las discrepancias políticas respecto al modo en que se debe realizar la consulta indígena no es la única dificultad que se enfrenta, y es que como lo advirtió Elisa Loncón a principios de este mes, Llanquileo aseguró que hay problemas de orden logístico y material para sacar adelante el proceso.
“Tenemos un problema hoy día que es el tiempo, el poco tiempo que tenemos para poder hacer un texto constitucional, un presupuesto que sabemos tampoco está adecuado no sólo en términos monetarios sino también respecto al personal que se necesita. En eso recordar que los que forman parte de la Secretaría Técnica están trabajando ah honorem entonces están dentro de sus tiempos libres, creo que sólo hay dos personas en Comisión de Servicio entonces todo eso dificulta el trabajo que se está haciendo”.
Así las cosas Llanquileo lamentó la renuncia de Antilef a la coordinación de la Comisión, en cuanto no se le entregó el apoyo que se prometió al momento de acordar su rol y por el hecho que, el deseo detrás del trabajo que se realiza en dicha instancia es avanzar en las reivindicaciones de los pueblos originarios, expresó.
“Queremos avanzar, queremos que la mayor cantidad de nuestros derechos queden establecidos en la Constitución y nosotros coincidimos en eso porque somos de territorios altamente vulnerados por el Estado, por la represión policial, por el extractivismo, entonces coincidimos con eso y más allá de lo que haya pasado, de la decisión que tuvo que tomar Antilef, estamos dispuestos a seguir avanzando”.
Las perspectivas encontradas que ha provocado colisiones entre los representantes de escaños reservados motivó la creación de la Coordinadora Constituyente Plurinacional y Popular que se articula con personas que actualmente no pertenecen a partidos políticos y que confluyen en que se necesitan grandes transformaciones y no “hacer una pequeña pincelada, un maquillaje respecto a la Constitución que existe”, explicó Llanquileo. Con ese cometido, es que la convencional mapuche junto a Eric Chinga se han puesto a disposición de integrar la mesa directiva de la Convención en su segundo período. En el caso de Llanquileo, a una vicepresidencia adjunta.
“Siempre he planteado que aquí buscamos dignidad para todos los pueblos y eso incluye al pueblo chileno pobre, por lo tanto se requieren de transformaciones mucho más profundas, y compartimos con las demandas que son mucho más transversales como el derecho al agua y de nuestra parte también es importante el derecho al territorio como pueblo indígena entonces buscamos cambio, buscamos lo que Chile demandó desde el 19 de octubre”, afirmó.