Fue el pasado viernes 18 de febrero que se dio a conocer el movimiento “Amarillos por Chile” fundado por el escritor y columnista, Cristián Warnken, y advierte sobre la “euforia refundacional que quiere partir de cero” que habría en la Convención Constitucional.
Según el manifiesto publicado en su página web señala que “hoy enfrentamos el peligro de lo que alguien ha llamado ‘estallido institucional’, cuando se vislumbra la posibilidad de que la Convención Constitucional, en vez de ofrecerle al país una Constitución que nos incluya a todos y ayude a construir un pacto social, nos lleve a un callejón sin salida”.
Es así como entre los adherentes al movimiento, destacan figuras tales como Carolina Goic, Ximena Rincón, Mariana Aylwin, Jorge Burgos, Hugo Lavados, Jorge Rodríguez Grossi, René Cortázar, Alejandro Foxley, Andrés Velasco, Fulvio Rossi, entre otros.
En entrevista con El Mercurio, Warnken señaló que respecto de las normas que se están discutiendo en la Convención “nos genera preocupación, porque nos parece que muchas de ellas están mal hechas y no parecen bien pensadas”, añadiendo que en la agrupación “creemos en las transformaciones, creemos en los cambios, pero hay que hacerlos bien y no caer en un maximalismo, en una obsesión refundacional, que aunque sea aprobada, no va a durar en el tiempo”.
En esa línea, comentó que “la gente que representa las inquietudes del mundo indígena, feminista, todas son válidas. Pero estas identidades no pueden pretender que sus propias agendas se impongan a nivel global y marquen una Constitución que debiera ser para todos”.
El vocero de “Amarillos por Chile” profundizó sobre la orientación de la agrupación y su influencia en el debate público, expresando que “queremos que sea un movimiento propositivo, no un coro de lamentos. Hay gente muy buena, capacitada, que puede ir haciendo propuestas y abrir una conversación. Ojalá podamos tener conversatorios, abiertos a todo el público, convocados por los amarillos”. También adelantó la realización de una reunión ampliada para definir los próximos pasos.
En cuanto a los cuestionamientos que levanta el concepto de “amarillos”, Warnken mencionó que “sabemos que nos vamos a exponer a que nos ataquen, nos ridiculicen, como ha ocurrido ya. Pero es un costo que hay que pagar”, añadiendo que “yo sé que nos van a decir que somos de la élite. Es verdad, pero también son parte de la élite los convencionales, los que están liderando los cambios y las transformaciones”.
“Por eso vamos a tener que buscar instancias para conversar con la gente, escuchar a los amarillos anónimos, que hay muchos. La mayoría del país es amarilla, yo creo. Pero no ha encontrado una voz”, enfatizó.
Por otra parte, descartó que sean de derecha, aunque manifestó que respecto al proceso constituyente “veo a una parte de esa derecha abierta a aportar, pero le cierran todas las puertas” y que “un buen ejemplo de amarillismo es Pepe Mujica, él es un referente para nosotros”.
Asimismo, fue crítico respecto a las votaciones que se llevaron a cabo en el pleno de la Convención esta semana, indicando que “las primeras señales no son muy auspiciosas. Nos parece que aparecieron propuestas que sonaban bien en el ámbito declarativo, pero que encarnarlas después en la realidad de Chile, del Chile real de hoy, me parecen muy difíciles de realizar”.
“Yo hago un llamado a los convencionales de izquierda democrática, que los hay, a que dejen de tener miedo a que sean asociados a la derecha, como quien se acuesta con Dios y el demonio”, instó Warnken.