Con el inicio de la votación de normas constitucionales por el pleno de la Convención, se han hecho más frecuentes los pronunciamientos desde fuera de órgano redactor, como fue el caso de la misiva publicada por el llamado movimiento “Amarillos por Chile”, en la cual más de 70 firmantes, encabezadas por Cristián Warnken, señalaron que muchas de las propuestas emanadas por las comisiones temáticas, y algunas de las ya visadas por los 2/3 se traducen en el “desmembramiento” del país, o bien en su “refundación desde cero”.
Críticas dirigidas el seno del proceso constituyente desde una plataforma que ya ha sufrido sus primeros desmarques -como es el caso del ex ministro de Hacienda de Michelle Bachelet, Rodrigo Valdés- y que el convencional Fernando Atria, en conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, consideró como apresuradas, asegurando que la Constituyente está pasando desde su heterogeneidad inicial -“que es un mérito de la Convención”, comentó- hacia el consenso de acuerdos amplios que permitirán entregar a la ciudadanía una propuesta de Constitución el próximo 4 de julio.
“En el transcurso de la discusión de la Convención, las iniciativas originalmente presentadas son conversadas, empiezan a formarse articulaciones que les dan apoyo, eso lleva a que algunas de esas iniciativas sean dejadas de lado bastante fácilmente, otras avanzan un poco pero no más y otras van llegando hasta el final. Eso lo vimos ocurrir en el pleno la semana pasada y también puede verse ocurrir en el acuerdo que alcanzó la Comisión 1 anoche, entonces creo que esto muestra que el proceso constituyente está discurriendo como necesita discurrir”, aseguró.
Particularizando en la carta de los “Amarillos por Chile”, Atria dijo ver en dicho mensaje la posición más extrema de todas en cuanto a su juicio, al autodefinirse el movimiento liderado por Warnken como “los virtuosos de la moderación”, contribuyen bastante poco al proceso constituyente en la medida que su argumento se basa en la caricaturización del resto. Por lo demás aseguró que “basta ver desde dónde adquieren su relevancia pública para que uno pueda darse cuenta de los intereses a los que ellos consciente o inconscientemente, sirven”.
“Creo que hacen una flaca contribución a la racionalización de la discusión pública porque ellos, con su pretendida virtud centrista y moderada, extreman la discusión. Todo para ellos es moderación virtuosa o irracionalidad y extremismo irresponsable, y yo creo que es bien difícil que una posición que se vea así misma así y vea a los demás de ese modo, sea capaz de participar en una conversación, no porque los demás lo vayan a excluir sino porque no es la manera en que uno dialoga con el resto”, sostuvo.
Y las críticas también se agudizan al interior de la Convención. Parte de los constituyentes de la derecha endurecieron el tono frente a sus pares arguyendo que sus ideas no estaban siendo consideradas en la discusión política. Al respecto, el convencional del Distrito 10 recalcó que ellos no han sido reglamentariamente privados de derechos que detentan todos los y las convencionales, por lo que “si la derecha no ha sido capaz de producir que otros grupos vean que su fuerza es relevante y su concurrencia es conveniente, el problema no es de los otros grupos, es de la derecha“, aseveró.
Sin perjuicio de lo anterior, el abogado constitucionalista indicó que efectivamente existen colectivos que no quieren conversar con la derecha. En su opinión, si bien “cada uno podrá tener su opinión respecto a cuán razonable es esto políticamente a la luz de la historia y de lo que cada uno de esos colectivos representa”, estas posturas se justifican a sí mismos toda vez que dirigentes de este sector demonizan las propuestas de normas que se alejan de la Constitución vigente, con caricaturas como “Chilezuela” y acusaciones de totalitarismo. En ese sentido consideró adecuado que los y las constituyentes de este signo político, adopten una disposición que permita subsanar esta relación.
“Yo esperaría que si esa queja de por lo menos algunos sectores de la derecha es verdadera y no es simplemente una manera de tratar de ganar un punto en la discusión pública, si de verdad que ellos creen que es bueno para Chile que ellos estén incluidos, yo creo que deberían dar el paso unilateral y hacer esta distinción. Esta bien, podrá haber cosas que a ellos les parezca totalitarias, yo no creo que haya, pero ellos tienen su posición, entonces empecemos a escucharles diciendo ‘esta propuesta no nos parece, vamos a votar en contra porque no es lo mejor para Chile pero la verdad es que ésta es una cuestión opinable y la discusión constitucional se ha sentado en una dirección distinta a la que nosotros propondríamos’. Para ello deberían empezar a sacar de la discusión esta constante idea de que toda innovación en la nueva Constitución es el fin de la democracia”.
Consejo Territorial
Humo blanco salió de la comisión de Sistema Político respecto al futuro del parlamento. En un acuerdo adoptado la madrugada de este lunes, los y las convencionales del Partido Comunista, Colectivo Socialista, Frente Amplio, Pueblo Constituyente, Movimientos Sociales Constituyentes, Independientes No Neutrales y el Colectivo del Apruebo levantaron indicaciones entre las cuales se propone la creación de un Consejo Territorial, el cual velará por los temas principalmente regionales y cuyos representantes serán elegidos en la misma cantidad en todas las regiones, para efectos de compensar la proporcionalidad demográfica por la cual son elegidos la cantidad de integrantes del Congreso Plurinacional, que es como se pasaría a llamar la actual Cámara Baja.
Dicha instancia participará en la propuesta de la formación de la ley pero a diferencia del Congreso Plurinacional, que es la que decidirá sobre cuestiones legislativas, sólo tendrá potestad frente a las denominadas “leyes de acuerdo regional”, explicó Atria, por lo que “tendrá voz en materia de presupuesto, en materias de la división político administrativa del país, en materia de la composición y atribuciones de los órganos territoriales, regionales y comunales y podrá concurrir con el Congreso con la dictación de la ley“. No obstante, cuando haya desacuerdo entre Consejo Territorial y Congreso Plurinacional, “el Congreso Plurinacional siempre tendrá la última palabra”, afirmó.
Abordando este acuerdo, que no contó con la participación de la derecha en la llamada “madre de todas las comisiones”, el convencional sostuvo que más allá de la etiqueta de bicameralismo o unicameralismo, la propuesta consta de una instancia absolutamente diferente a las características del actual Senado.
“Si por bicameral significa que haya dos órganos que al menos en algún caso participen de la discusión de la ley, en ese sentido, sí, es un sistema bicameral, pero si se entiende que hay algo parecido a la relación de la Cámara de Diputados y el Senado en la que hay dos órganos que tienen la misma legitimidad democrática y que tienen las mismas facultades y poderes para participar del proceso de la discusión y decisión de ley, de modo tal que se requiere el acuerdo de ambos, entonces no lo es”.
En esa línea, el Convencional estuvo de acuerdo en los argumentos que apuntan a que no deberían existir Asambleas Legislativas Regionales, en la medida que “tener 16 asambleas legislativas en Chile es inapropiado”. Por otro lado, “la creación del Consejo Territorial es una manera alternativa a la propuesta por la Comisión 3 de dar espacio a la voz de las regiones en las cuestiones legislativas y creo que es una manera de, en el contexto de la situación concreta chilena, asegurar condiciones para un proceso de descentralización que comienza, pero no se realiza plenamente con la nueva Constitución”, indicó.
Entre tanto ruido respecto al trabajo de al Convención, despejar e informar sobre los avances concretos de los y las constituyentes es fundamental y para eso el abogado constitucionalista e integrante del movimiento “Fuerza Común” dijo que es sustancial que el órgano redactor encuentre una fórmula de comunicarse por ella misma sin descansar en otros medios de comunicación. “Mi impresión es que la Mesa (directiva) tiene conciencia de esa importancia pero no ha logrado dar todavía con una solución (…) Pero por lo menos es una buena noticia que esté consciente. Ese diría yo, es el primer paso, no el último, en la solución del problema”, afirmó.