Con elocuencia respondió el Presidente de los Estados Unidos Joe Biden cuando fue consultado por los objetivos que perseguía el mandatario ruso, Vladimir Putin, al iniciar la invasión de Ucrania. “¡Putin quiere reestablecer la ex Unión Soviética!”, exclamó ante los periodistas en la Casa Blanca que esperaban la alocución del jefe de Estado de la superpotencia el jueves por la tarde.
Pero la estimación de Biden ha sido matizada en diferentes círculos e incluso por el propio Kremlin que insiste en que la meta es desmilitarizar y desnazificar a su vecino, así como terminar con el gobierno de Volodimir Zelensky.
El periodista y analista internacional Pedro Brieger, sostuvo que “no creo que lo que intenta recrear Putin es la Unión Soviética, más bien todo lo contrario. Él dijo que la culpa de todo esto la tenían los bolcheviques, que fueron los bolcheviques justamente los que armaron la URSS. Aquí hay un discurso anticomunista y en todo caso, remite mucho más a la expansión del imperio zarista, aunque en otro contexto, por supuesto, que lo que fue la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas”.
Respecto de la respuesta de Biden a la posibilidad de apoyar más directamente a Ucrania, Brieger recordó que “el presidente de los Estados Unidos fue bien claro. No va a mandar tropas porque necesitaría un despliegue gigantesco, además Ucrania es un país muy grande y ni siquiera queda claro por cuanto tiempo las tropas rusas se van a quedar en territorio Ucrania”.
En ese sentido, agregó que “un despliegue de tropas no se hace de la noche a la mañana y además hay una cuestión de historia. Sabemos lo que significa esto para los Estados Unidos cuando viene de retirarse de Afganistán. Respecto de los otros países, por ahora parece más simbólico que otra cosa”.
Para Briger las sanciones económicas anunciadas por la Unión Europea, Inglaterra y los Estados Unidos no pasan de ser también una cuestión simbólica y política.
“La solidaridad que varios países y ahora varias empresas que están manifestando con Ucrania tendrán su correlato económico, como suspender la final de la Champions League, que se iba a realizar en San Petersburgo, o suspender una carrera de autos que se iba a realizar de Fórmula 1 en Sochi ¿Cuánto va a afectar esto a Rusia? Difícil saberlo. Pero la Historia ha demostrado que las sanciones no contribuyen a derrocar un gobierno. Rusia de hecho ya sufre sanciones hace bastante tiempo por parte de Estados Unidos, principalmente, China a su vez por algunas de sus políticas y Cuba hace 60 años cuando el objetivo del bloqueo era contribuir de manera directa a la caída del gobierno surgido de la revolución de 1959. Y no la provocó”.
Por lo demás, indicó que “estamos hablando de una gran potencia como Rusia que si bien se puede ver afectada por las sanciones, tiene a China como uno de sus principales socios comerciales y además el tema del gas para Europa no es un tema menor, entonces hay que ver de qué manera esto repercute también en la posibilidad de los europeos de tener gas ruso”.
Respecto de las alternativas que tiene sobre la mesa la administración de Zelensky, Pedro Brieger comentó que es complejo evaluarlas cuando los acontecimientos están en pleno desarrollo.
De todas formas comentó que “está claro que él dijo que lo dejaron solo. Esto es real. Pero también es verdad que Ucrania no pertenecía a la OTAN, por lo tanto más allá del compromiso moral que hubieran manifestado los países europeos o los países de la OTAN de solidaridad con Ucrania, no estaban comprometidos, esto es obligados a intervenir, justamente porque Ucrania no pertenece a la coalición”.
A eso agrega que “en lo militar hubiera sido desde ya importante para Zelensky contar con la ayuda de las tropas de la OTAN. Pero hay que tener en cuenta también que en la OTAN ‘no comen vidrio’ como se dice y saben que del otro lado hay un ejército poderoso, como el ruso”.
Respecto de las reacciones de los países latinoamericanos, Brieger estimó que “es interesante el posicionamiento de los distintos países. Está claro que los que están más alineados con los Estados Unidos apoyan a Washington y salieron rápidamente a condenar la invasión rusa. Y, por otra parte, alguno de los países que tienen vínculos más estrechos con Rusia como Cuba, Nicaragua y Venezuela, rápidamente salieron a poner el eje de la responsabilidad en los Estados Unidos. Parece casi un escenario recreado de la Guerra Fría”, concluyó.