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Rusia-Ucrania: Entre las armas y la diplomacia

Mientras continúan los anuncios de sanciones de Occidente en su contra por la “operación militar especial” que lleva a cabo en Ucrania, Moscú celebraba este jueves en la ciudad bielorrusa de Belovézhskaya Puscha la segunda ronda de negociaciones con Kiev. Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, mantenía sendas entrevistas con Vladimir Putin y Volodimir Zelenski, continuando con su personal intento por reconducir el conflicto hacia los cauces diplomáticos.

Luis Hernán Schwaner

  Jueves 3 de marzo 2022 15:59 hrs. 
Jarkov

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El lunes, la primera reunión entre las delegaciones de ambas naciones efectuada también en Bielorrusia en medio del resquemor y la desconfianza, no supuso grandes avances. Por una parte, Ucrania se niega a capitular y reclama no sólo un alto el fuego, sino la retirada de las fuerzas rusas de su territorio, así como la reparación total por parte de Moscú a los daños causados a su infraestructura. Moscú, por su lado, exige a Kiev el reconocimiento de Crimea como territorio ruso y la “desmilitarización y desnazificación del Estado ucraniano”. Ciertamente, Rusia concurría a esta segunda cita con un as bajo la manga: la toma ayer del puerto de Jersón, en el Mar Negro, su más importante victoria militar hasta ahora, justo cuando se cumple una semana de la ofensiva armada.

Ahora bien, en relación a la cita virtual de Macron con Putin -la tercera que mantiene el mandatario galo con el líder ruso desde el inicio de la invasión a Ucrania- resulta importante señalar que ésta tuvo una duración de una hora y media, algo inusual para  este tipo de reuniones, las que no suelen pasar de 20 minutos. Ello da cuenta de la importancia que ambos mandatarios conceden al intento de Macrón por revivir la vía diplomática para buscar una salida al conflicto. No obstante, concluida la cita, el Elíseo señaló que el líder del Kremlin ofreció respuestas que no son alentadoras y que Macron le había señalado que se está engañando a sí mismo con respecto al Gobierno de Kiev y que la guerra le costará muy caro a Rusia en el largo plazo. Horas antes, el canciller ruso Serguéi Lavrov había asegurado que su país continuará la guerra hasta que se cumplan sus demandas sobre seguridad. Ante ello, Paris concluyó indicando que Putin “quiere apoderarse de toda Ucrania”.

Por su parte, la alta comisionada para los DD.HH. de Naciones unidas, Michelle Bachelet, expuso hoy ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, durante el debate urgente solicitado por Kiev al organismo internacional. En su intervención, Bachelet ofreció la más reciente información recogida por su oficina sobre el impacto del conflicto y afirmó que Rusia “ha abierto un nuevo y peligroso capítulo en la historia mundial” al atacar a un país vecino, donde se está observando “un impacto masivo en los derechos humanos de millones de personas”, afirmó.

En otro aspecto, el periodista ruso Dimitri Muratov, Premio Nobel de la Paz 2021, afirmó que en este enfrentamiento “existe la amenaza real de una guerra nuclear” y pidió este jueves “un alto el fuego incondicional y una tregua”. Muratov -director del periódico independiente ruso Nóvaya Gazeta- reiteró durante una videoconferencia con la Subcomisión de DD.HH. del Parlamento Europeo que tal amenaza es real, provocando la pronta respuesta del canciller ruso Serguei Lavrov. Éste, que ayer señaló que el presidente estadounidense Joe Biden sabe que la respuesta a las sanciones contra Moscú podrían desembocar en una eventual guerra nuclear, hoy señaló, sin ofrecer pruebas, que Moscú no está pensando en el tema nuclear y que tales versiones son una suerte de cortina de humo para ocultar que Estados Unidos está preocupado por la posibilidad de perder el control sobre laboratorios químicos y biológicos en Ucrania. De pasada, acusó al Reino Unido de construir bases militares allí.

Finalmente cabe reseñar que 35 ciudadanos suizos se ofrecieron como voluntarios para integrarse a un ente denominado “Legión Internacional” que se busca formar en Ucrania como un frente para colaborar en detener la presencia militar rusa. Dicha “Legión Internacional” responde a un llamamiento realizado por el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. Ante tales anuncios, Rusia declaró que aquellos mercenarios extranjeros que luchen por Ucrania y en contra de su ejército, no serán reconocidos como prisioneros de guerra. “Los mercenarios enviados por Occidente a ayudar al régimen nacionalista de Kiev no son combatientes según las leyes humanitarias internacionales. No tienen derecho al estatus de prisionero de guerra”, advirtió el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov. Agregó que, de ser hechos prisioneros, “lo menos malo que espera a esos extranjeros es una causa penal”. Y reiteró su llamado a los ciudadanos extranjeros que tienen previsto trasladarse a Ucrania para combatir a favor del régimen de Kiev “que lo piensen siete veces antes de hacerlo”, señaló.

(Imagen de portada: RFI-AFP/ Sergei Bobok).

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