Expertos insistieron al Gobierno mantener la "prudencia" ante desaceleración económica

Tras la publicación del Informe de Política Monetaria, economistas consideraron necesario enfocarse en el crecimiento previo a la aplicación de proyectos, tales como el aumento del salario mínimo y la reducción de la jornada laboral.

Tras la publicación del Informe de Política Monetaria, economistas consideraron necesario enfocarse en el crecimiento previo a la aplicación de proyectos, tales como el aumento del salario mínimo y la reducción de la jornada laboral.

Un recorte en las expectativas de crecimiento fueron parte de las conclusiones que dio a conocer la mañana de este miércoles el Banco Central en su Informe de Política Monetaria (IPoM) de marzo.

Además, reportó que la inflación y sus perspectivas de corto plazo han seguido aumentando y se anticipan niveles cercanos al 10% para mediados de este año.

Según señala el documento, se proyecta que la actividad económica crecerá entre un 1% y 2% en 2022 y entre -0,25% y 0,75% en 2023; mientras en 2024, una vez resueltos los desequilibrios macroeconómicos, se prevé una expansión entre 2,25% y 3,25%.

La entidad emisora menciona que estas estimaciones “difieren significativamente” de las expectativas privadas- la mediana de la Encuesta de Expectativas Económicas y Consensus Forecast, ambos en marzo de 2022-, las que suponen que tanto el consumo como la inversión seguirán expandiéndose en 2022 y 2023, y que el aumento del PIB se ubicará por sobre el límite superior del rango previsto para cada año.

En el marco de la presentación del informe en la comisión de Hacienda del Senado, la presidenta del Banco Central, Rosanna Costa, profundizó sobre los factores incidentes en la inflación, señalando que este aumento “sigue respondiendo principalmente al excesivo incremento del gasto que se observó en la segunda mitad del año pasado, alentado por la gran liquidez de la que se dispuso a raíz del conjunto de medidas de apoyo a los ingresos que se establecieron en ese entonces”.

Asimismo, sostuvo que “el impacto de esta mayor demanda se ha acentuado más recientemente por un escenario de importantes presiones de costo, las que han vuelto a aumentar a causa del shock a los precios de materias primeras y alimentos que ha provocado la invasión de Rusia a Ucrania”.

“Nuestras proyecciones consideran que la última parte de 2022 la inflación comenzará a converger a la meta de 3%, cifra que se alcanzará dentro del horizonte de dos años que rige nuestra Política Monetaria”, añadió Costa.

El economista y académico de la Universidad de Chile, Alejandro Alarcón, comentó sobre las implicancias que podría tener este panorama en el Gobierno de Gabriel Boric y planteó que “es una combinación complicada porque, tal como lo habíamos previsto, resulta preocupante la desaceleración de la economía”.

En ese sentido, apuntó que “si no hay un ajuste fiscal la inflación se nos va a ir fuera de control. Va aquí que imperar la prudencia y si no impera los chilenos más pobres van a estar en problemas porque la inflación se los va a comer. Es un juego muy peligroso el que está entrando la economía chilena”.

De hecho, el pasado 3 de marzo el Consejo Fiscal Autónomo (CFA) planteó en su informe número 10 de Balance Estructural esta misma recomendación ante algunas proyecciones consideradas “optimistas” por parte del Ministerio de Hacienda.

La profesora del ESE Business School de la Universidad de Los Andes, Cecilia Cifuentes, advirtió sobre un eventual efecto “boomerang” en caso de llevarse a cabo en este contexto medidas, tales como el aumento del salario mínimo a 500 mil pesos y la reducción de la jornada laboral a 40 horas.

Desde esa perspectiva, dijo que “el efecto de esas políticas podría hacer frenar el crecimiento del empleo, generar aumentos de costos y exacerbar las presiones inflacionarias. Lo más importante que debe tener clara la población es que no hay ninguna posibilidad de resolver las demandas sociales en Chile si el país no vuelve a crecer”.

Mientras en una postura contraria, el director del área Económica de la Fundación Chile 2, Eugenio Rivera, sostuvo que “el deterioro del crecimiento esperado va a impactar con fuerza en Chile. En ese sentido, me parece que es probable que el Banco Central deba no solo reducir el ritmo de crecimiento de la Tasa de Política Monetaria, sino que en cierto sentido revertirla”.

“Creo que las medidas como el aumento del salario mínimo son más bien necesarias no solo desde el punto de vista de la población beneficiaria, sino porque también pueden ser importantes para contrarrestar este deterioro que se espera del crecimiento económico”, señaló.

Esta publicación del IPoM se da conocer a solo un día, luego que el Concejo del Banco Central informara sobre el aumento en 150 puntos base de la Tasa Política Monetaria, llevándola desde un 5,5% a un 7% como una manera de frenar la inflación.





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