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Guillermo Holzmann y expulsión de Rusia de la comisión de DD.HH. de la ONU: “A pesar de todo ese aislamiento, no se van a rendir”

El analista no vaticinó un final del conflicto en el futuro próximo toda vez que los intereses que están en juego en la arena ucraniana son de las potencias mundiales y es ahí donde hay que observar el movimiento para buscar soluciones reales.

María Luisa Cisternas

  Viernes 8 de abril 2022 10:24 hrs. 
holzmann

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En conversación con los periodistas Juanita Rojas y Claudio Medrano en la primera edición de Radioanálisis, el analista político y académico de la Universidad de Valparaíso, Guillermo Holzmann, abordó el escenario actual que protagonizan Rusia y Ucrania tras la deliberación de los países de la ONU de suspender la participación del país mandatado por Vladimir Putin del Consejo de Derechos Humanos. Esto en respuesta a las “violaciones y abusos graves y sistemáticos” perpetrados por Rusia en el territorio Ucraniano, lo que ha emanado una disposición que, bajo el parecer del analista, repercute en términos prácticos, como la marginación de Rusia de la articulación internacional.  

Y es que la expulsión de una instancia tan relevante, señaló Holzmann, deja a Rusia sin acceso a la información y al debate de la asamblea de países, y coarta su posibilidad de generar propuestas en esta materia. Esto, a juicio del experto, “se complementa con el objetivo que ha tenido Estados Unidos u Occidente si se quiere, de aislar política, financiera, comercial, económica y geopolíticamente a Rusia“.

“Es lo que se está tratando de hacer en el convencimiento de que este tipo de sanciones, la sumatoria de todas ellas, serían suficientes para poder disuadir a Rusia de que debe retirarse de Ucrania y volver a una situación de no uso de la fuerza militar”, sostuvo.

Sin embargo, lo anterior no logra minar del todo la posición de Rusia, acotó. En esa línea, señaló que si bien el repliegue de sus fuerzas en el territorio ucraniano corresponde a una estrategia de asegurar un menor territorio con una ocupación completa, para además facilitar un eventual retiro de tropas en el futuro, el mensaje de fondo es que el país de Putin está dispuesto a seguir soportando sanciones. 

“Rusia, a pesar de todo el aislamiento y castigo que le está dando Occidente a través de todas las sanciones políticas y económicas, en definitiva lo que está haciendo es decir ‘ok, no voy a seguir haciendo un despliegue sobre el resto de Ucrania, pero voy a mantener mi posición dentro del país y eso significa que no voy a ceder en términos de irme mientras no cambien otras condiciones de negociación‘. Por lo tanto, uno debe entender que Rusia va a mantener su ofensiva; segundo, que está dispuesto a tolerar los castigos de todo tipo que está infringiendo Occidente; tercero, que quiere instalar sus condiciones para negociar y cuarto, a pesar de todo ese aislamiento, Rusia no se va a rendir”. 

Aquilatando las consecuencias del conflicto a nivel macro, Holzmann consideró que las modificaciones que irán a devenir de la guerra no serán sustantivas para el mundo, a la luz de que se ha aprendido que estas generan “heridas que se logran superar”. Dicho eso, indicó que tras los conflictos bélicos se generan nuevos órdenes y una redistribución del poder, la cual es asimilada de forma más rápida por las sociedades en pleno siglo XXI. En ese sentido consideró que las definiciones que se deberán adoptar tras la guerra ruso-ucraniana serán en torno a la conformación de la hegemonía mundial.

“Una vez que esto termine, la pregunta será si se mantiene el modelo de sociedad actualmente vigente que define a la globalización o se abre un proceso distinto donde se incluye a otros sectores con igual peso o igual influencia que sería el caso de India, Rusia y China. Acá hay una redistribución en términos de si efectivamente el mundo va a seguir en virtud de una hegemonía occidental o esa hegemonía va a abrir paso a una relación mucho más horizontal con otras potencias ¿Cómo se hará eso? Es probablemente los mecanismos que se están buscando ahora para poder solventar este conflicto, superarlo”.

Pero hay que mirar cómo discurre el escenario, añadió, y es que “no puede pasar desapercibido que más allá de todas sanciones que se ha colocado, Rusia persiste en el conflicto”, y que “el impacto que va teniendo es cada vez mayor en Occidente o en el sistema económico occidental”.

“Tampoco es menor, en consecuencia, que estamos en búsqueda de una solución donde nadie puede quedar afuera, pero a su vez cada cual va a tener que asumir algunos costos, que en este caso en Rusia serán mucho más altos a raíz de la ocupación militar que hace, pero no va a quedar fuera del nuevo orden mundial, de la nueva redistribución del orden mundial que va a salir luego que se logre superar esta situación”, consideró.

En cuanto a otras medidas sancionatorias que se les podría aplicar a Rusia, Holzmann mencionó la posibilidad de que el país no acceda a los recursos del sistema financiero internacional, ya sea el fondo monetario, el Banco Mundial u otros, y su marginación de varios organismos políticos internacionales, entre los que se consideraría suspender los derechos de Rusia de las Naciones Unidas, lo que radica en una complejidad considerando que el país es miembro permanente del Consejo de Seguridad de la asamblea.

“No está la instancia de poder sacar a un miembro de Consejo de Seguridad, menos uno de los miembros permanentes y esa es la razón por la cuál Naciones Unidas parece inoperante porque cualquier resolución que quiera hacer para detener la guerra requiere unanimidad de parte de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad, quitando a Rusia y China claramente eso no se ha logrado y no hay ningún mecanismo para poder sacar a Rusia de ese Consejo de Seguridad”.

Así las cosas, el académico no vaticinó un final de la guerra en el futuro próximo, sino una prolongación de uno a dos años, toda vez que los intereses que están en juego en la arena ucraniana son de las potencias mundiales y es ahí donde se debe observar cuál es el movimiento qué se está haciendo para efectos de buscar soluciones reales.

“Aquí hay un tema de fondo, Rusia quiere una nueva arquitectura internacional sin la hegemonía de Estados Unidos. Estados Unidos lo que dice es ‘le guste o no le guste esto funciona porque estoy acá’ y el papel o la presión que hay en todo eso es sacar a Rusia del territorio nacional porque Estados Unidos no está de acuerdo con la propuesta multipolar que ha hecho Rusia y uno siguiendo esta lógica se da cuenta de que Ucrania es un elemento secundario dentro de este debate mucho más macro”. señaló.

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