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Año XVI, 24 de abril de 2024


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Declaran culpable a capitán que disparó en un ojo contra arquitecto en manifestación de 2013

Enrique Eichin perdió la visión de su ojo derecho por un balín de pintura percutado por el oficial Jaime García. Además de la pena de cárcel, el profesional pide que sea dado de baja para dar una señal de no repetición a toda la institución.

Raúl Martínez

  Jueves 28 de abril 2022 17:45 hrs. 
Enrique-Eichin

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Nueve años pasaron desde que el capitán de fuerzas especiales de Carabineros Jaime García Muñoz disparó un rifle de paintball contra el arquitecto Enrique Einchin reventando su ojo derecho, hasta que un tribunal declarara la culpabilidad del oficial en este hecho.

En estos nueve años han ocurrido una serie de situaciones, entre ellas una presentación al Tribunal Constitucional para que determinara la competencia de los tribunales civiles para que revisaran el caso en vez de uno militar.

A eso se sumaron las dificultades que colocó Carabineros en la entrega de información para avanzar en determinar al responsable. Einchin indica que se trataba de una carpeta de “agente secreto”, llena de párrafos tarjados en negro amparados en las normativas sobre inteligencia y seguridad nacional.

Pero el oficial García apareció en imágenes de la web “Trinchera de la Imagen” del desaparecido y reconocido fotógrafo de El Siglo y Punto Final Jorge Zúñiga. Luego, el funcionario de Carabineros salía en algunos videos que lo situaban en el lugar y en el momento en Enrique Eichin recibió el impacto que le provocó un cambio radical en su vida.

Y su figura continuó apareciendo a pesar de estar sometido a proceso por este hecho que causó conmoción en la opinión pública.

“Yo he seguido mucho los videos que aparecen de las marchas y me he encontrado muchas veces con él. Incluso hay una foto donde aparece agarrando a una muchacha que debe tener unos 14 años, agarrándola del pelo”, comenta Eichin en conversación con Diario y Radio Universidad de Chile.

Para el arquitecto, García “no es un carabinero que ese día se levantó con el pie izquierdo. Es como un hijo predilecto de fuerzas especiales. Lo enviaron en una delegación a Haití. Incluso, íbamos a tener una sesión en relación a este proceso en tiempos del estallido social y él pidió que se dé una nueva fecha porque a él le interesa participar, pero estaba acuartelado”.

García también cuenta con destinaciones a la Araucanía, algo que para Eichin no es casual. “Yo no creo que fue a recorrer los volcanes ni a ver los lagos… estamos hablando del conflicto mapuche. El está muy bien calificado en su trabajo, que se maneja bastante bien en lo represivo”.

Un esfuerzo adicional para las víctimas

El caso de Enrique Eichin no es el único. Ya en años anteriores la policía había disparado directamente al rostro de aiseninos que se manifestaban en el movimiento social conocido como “Tu problema, mi problema” que colocó a esa austral región del país por algunos días en las portadas de los noticieros de todo Chile.

Por ejemplo, Teófilo Haro, trabajador de Aysén, cruzaba la calle cuando detrás de un árbol salió un oficial de Carabineros que le disparó su escopeta directamente al rostro. Hasta el día de hoy, diez años después, mantiene algunos perdigones en la zona posterior de su ojo afectado.

Pero lo ocurrido el 11 de abril de 2013 en el centro de Santiago quedó marcado porque se trató de una respuesta represiva amplia en contra del movimiento estudiantil. Por esos días, además de Eichin, otras cuatro personas fueron atacadas con estas bolas de pintura que terminaron provocando el estallido ocular de las víctimas. Todas quedaron ciegas del ojo que recibió el impacto.

La comisión de Derechos Humanos del Colegio Médico, el Instituto Nacional de Derechos Humanos y la Unidad de Trauma Ocular del Hospital del Salvador, plantearon su preocupación al Gobierno, al que llamaron a terminar con esta práctica.

“Es un juego esta cuestión, se utiliza para jugar. Nosotros no andamos jugando sí. Pero se utiliza”, sostuvo entonces el general inspector de Carabineros de la época José Ortega, quien en conversación con El Dínamo señalaba que estaban en proceso de revisión del uso de este dispositivo.

Hasta la UTO del Hospital del Salvador llevaron a Eichin, el centro médico de trauma ocular donde llegan personas de todo el país a atenderse. En el recinto fue operado dos veces, pero el impacto había sido letal debido a que con dos centímetros de diámetro, el hueso de la órbita ocular no alcanza a absorber el impacto de la bola disparada, provocando un golpe en el globo que termina por vaciarse.

“Cuando uno pierde un ojo, pierde la percepción de profundidad. Si miro a dos personas que no están juntas, separadas una de la otra por un metro, el uno del otro en horizontal, en la posición vertical uno del otro puede estar dos metros más atrás y eso yo no lo puedo percibir”, comenta.

A eso se suma un accidente que sufrió producto de la pérdida de esa posibilidad de enfocar con ambos ojos cuando se desempeñaba en una obra que era su ocupación de toda la vida, al caer de una techumbre que no pasó a mayores gracias a que alcanzó a afirmarse de una cercha.

Otro cambio que provocó el disparo del oficial de Carabineros fue el no poder jugar al ajedrez porque “pasaba botando las piezas”, además de tener que evitar las caminatas por los cerros en el Cajón del Maipo y los roqueríos de la costa del litoral central.

El largo proceso que ha debido enfrentar Eichin junto a su familia y especialmente a sus dos hijas que viven en Chile y sus otros dos hijos que residen en Alemania, fue cuestionado ya en 2015 por Amnistía Internacional que entonces alentaba a que el caso fuera investigado con celeridad por los tribunales.

“Amnistía Internacional lamenta que una legislación violatoria de los derechos humanos exija un esfuerzo adicional por parte de la víctima y su defensa para asegurar un proceso ante tribunales ordinarios. Para Eichin esto ha implicado un retraso de casi dos años en el proceso y juzgamiento de los presuntos responsables de las lesiones sufridas”.

Debieron pasar nueve años para que finalmente el tribunal determinara que el oficial García era culpable.

“Carabineros tiene que darlo de baja”

Sobre lo ocurrido ese 11 de abril de 2013, Enrique Eichin recuerda que junto a sus hijas y su pareja estaban retirándose de la manifestación que se había congregado luego de una marcha en el sector de Estación Mapocho.

Hasta ahí llegó un grupo de fuerzas especiales con sus carros lanza gases y lanza aguas comenzando la represión que en ningún caso fue orientada hacia quienes lanzaran piedras u otros objetos contra la policía o los edificios aledaños.

“En Bandera con San Pablo un grupo de carabineros se coloca como una barrera. La gente empieza a correr. El grupo que se enfrenta (a carabineros) es reducido, pero hay una cantidad entre mirones, fotógrafos que son mayoritarios. Y empieza una estampida de gente hacia el norte. De repente aparece en medio de todas estas cosas, sale un piquete de carabineros de calle Aillavilú hacia Bandera y entran corriendo. Y uno de los últimos en ingresar es este capitán”, recuerda Eichin.

“Los primeros del piquete que aparecen empiezan a contener a la gente que venía arrancando, nunca actuaron hacia la gente que estaba al norte de ellos, sino los que quedaban atrapados entre Aillavilú y San Pablo. Pero hay uno que avanza hacia General Mackenna, que se distancia del grupo, y empieza a disparar ráfagas como loco para, como se dice en el informe, generar un ‘colchón de seguridad’ mientras actúan los otros efectivos. Ahí no habían blancos claros que estuvieran tirando piedras, la gente estaba arrancando. Los que estábamos mirando quedamos ahí. El que me reventó el ojo fue este carabinero porque era el único que estaba disparando”, sostiene.

Para Enrique Eichin “es fundamental sacar a este carabinero de las calles, porque para mí es un peligro público. Yo sé que si él está actuando no lo hace dialogando, va ‘a la dura’ al tiro. Quiero que él pague con un tiempo de prisión, pero fundamentalmente que Carabineros tiene que darlo de baja, no puede seguir en fuerzas especiales y es un recado para los demás que quieren seguir su camino”.

El 6 de mayo se conocerá el veredicto -recién de primera instancia- de la condena que deberá enfrentar el capitán Jaime García y que el abogado de Eichin espera que llegue a los 12 años de cárcel.

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