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De feminismo y la organización: el caso de la Red de Trabajadoras de las Danzas

Surgió en medio del estallido social y, en pandemia, se transformó en un tejido capaz de socorrer a sus integrantes. Hoy, ante el Día Internacional de la Danza, mira de forma crítica esta fecha y dice que es importante descolonizar la disciplina.

Abril Becerra

  Viernes 29 de abril 2022 12:18 hrs. 
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La Red de Trabajadoras de las Danzas es un grupo diverso y horizontal. Abarca múltiples territorios, incluso fuera de Chile, y se perfila como una organización feminista. 

La agrupación surgió en medio del estallido social como una forma de reivindicar la disciplina desde una perspectiva política. Desde entonces, se ha transformado en un tejido capaz de ir en ayuda de sus integrantes, propiciando instancias solidarias, de creación y experimentación. 

Es así como hoy, la plataforma presenta uno de sus primeros proyectos: Danzas Rituales de la Abundancia (DARIA), videodanza que, gracias al trabajo de 25 intérpretes en escena, recoge la experiencia de crear canastas de alimentos durante la pandemia. 

Esta acción se da, asimismo, en el marco del Día Internacional de la Danza, celebración que se conmemora cada 29 de abril en recuerdo del bailarín francés Jean-Georges Noverre, quien es considerado el creador del ballet moderno. Pero, para la Red de Trabajadoras de las Danzas, esta fecha es sólo una excusa. En ningún caso dicen estar de acuerdo con este festejo, sino que, por el contrario, apuntan a un escenario mucho más crítico y señalan que es importante descolonizar la disciplina. 

¿Cuántas otras fechas podrían ser el Día de la Danza? Y, ¿por qué no comenzar a hablar de las danzas en plural? Esas son algunas de las interrogantes que proponen. 

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Vesna Brzovic, integrante de la Red de Trabajadoras de las Danzas, señala que la pandemia generó un ambiente reflexivo respecto de la disciplina. Cuando los cuerpos ya no podían salir a las calles y la misma danza tuvo que adaptarse a las tecnologías, surgieron preguntas tales como qué era la danza, cómo las artes escénicas habitaban la pantalla y cuál era el rol que cumplía el cuerpo en la sociedad. 

Así, la investigadora y bailarina comenta que la virtualidad generó nuevas oportunidades para las artes vivas, sobre todo, en cuanto a ámbitos como la conectividad y las interacciones que se dieron en ese proceso de adaptación tecnológica. Sin embargo, señala que, pese a esos avances, las danzas siguen siendo relegadas a un segundo o tercer plano, a diferencia de otras artes.

De ese modo, ante este nuevo Día Internacional de la Danza, afirma: “La danza quedó por detrás de varias artes escénicas o de las artes en general, por distintas razones históricas; cómo se posiciona teóricamente, cómo es posible hablar de sí misma. En ese sentido, la profesionalización y el desarrollo respecto de la disciplina es importante, pero, por otro lado, la corporalidad la llevamos todes”. 

“Por lo tanto, la danza es algo más cotidiano de lo que parece y también está esto de verla como un ámbito plural, no sólo como perteneciente a un teatro y no solamente como una disciplina particular, sino como parte de nuestra historia viva, nuestra historia social y territorial, latinoamericana”, comenta.

“Implica que se amplifiquen las prácticas y quizás llegue a muchas más personas. Esa sería la idea y no de la manera de decir voy a sentarme a ver, sino que voy a ver y también me voy a atrever a moverme. Tengo un cuerpo y puedo bailar. No hay más estructura límite que eso”, enfatiza la bailarina. 

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La crisis sanitaria fue un periodo difícil de enfrentar para la totalidad de las y los trabajadores de la cultura. No obstante, la danza vivió su propia crisis y hoy, todavía son recordados algunos casos como el inminente cierre de algunas salas icónicas, entre ellas, La Vitrina y NAVE.

En ese marco, la Red de Trabajadoras de las Danzas creció aún más y fue en ayuda de sus integrantes. Como un tejido vivo, la organización brindó posibilidades laborales cuando todos los espacios culturales mantenían sus puertas cerradas. “En ese momento la Red fue un sostén súper importante”, dice la bailarina y coreógrafa Lucía P. Vivas.

“En ese contexto de precarización, fue fundamental, porque, si bien no podíamos reunirnos presencialmente, el compartir, el escuchar, el proyectar un futuro más allá de la pandemia, fueron ayudas bien importantes para todas”, sostiene. 

En esa línea, la intérprete comenta que la creación de DARIA permitió reunir los distintos esfuerzos que iban confluyendo en la Red, de tal modo que el proyecto se articula como una especie de “bestiario” que da cuenta de la creación de canastas de alimentos, pero exhibiendo las distintas danzas que conviven en los territorios. En esa pieza audiovisual coinciden toda clase de colores y danzas. Hay ideas diversas y también expresiones que apelan a miradas descolonizadoras.

Así, sostiene que esta creación permite reflexionar sobre la idea de “ensayar nuevos mundos”, tal como si se tratase de nuestro presente: “Estamos todos de acuerdo con que no nos gustan las cosas tal como están. Pero tiene que haber un ensayo. No sabemos si las cosas van por acá o por allá. Ahí hay una diversidad exquisita de puntos de vista políticos, del cuerpo, donde nos encontramos en los feminismos”, dice respecto de esta pieza audiovisual.

En tanto, profundiza sobre los desafíos de la disciplina y señala que hoy es impresionante la cantidad de gente que está bailando en plataformas tales como TikTok: “Nunca me habría esperado lo que está pasando ahora”.

Todes somos habitantes de movimiento y eso también es un lugar creativo, de placer, de salud, no solamente de creación y difusión cultural como producción, sino que es un espacio de vida que nos atraviesa a todes y, para los tiempos que corren, donde a veces cuesta levantar un poco el ánimo, porque hay tanto mambo y la violencia en tantas aristas, puede ser un lugar de salvaguarda, de felicidad y de encuentro y de rebeldía”, subraya. 

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La presentación de DARIA considera exhibiciones simultáneas en distintos lugares de Chile. Esto, con el objetivo de descentralizar la cultura y la disciplina, en general. En total, se realizarán 31 exhibiciones en 8 comunas de Santiago y 6 regiones del país. Incluso, se consideran visionados en Suecia y Argentina. 

De esa manera, el 29 de abril se presentará en el centro NAVE de barrio Yungay y en el Centro Cultural Bailarines de Los Ríos de Valdivia. Mientras, entre el 4 y el 8 de mayo se presentará en Matucana 100. 

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