Este lunes el Tribunal Superior de Australia, rechazó tramitar la apelación contra la extradición a Chile de Adriana Rivas, ex agente de la DINA y secretaria de su director, Manuel Contreras, por lo que dio vía libre para que sea traída a nuestro país y responda por la desaparición de siete militantes de izquierda durante la década del ’70.

En noviembre de 2021 la máxima entidad judicial del país había confirmado que podía ser extraída, lo cual le dejó a Rivas una sola vía improbable de apelación.

Un vocero del tribunal australiano señaló a la agencia Efe que la entidad consideró que hubo un “abandono de la solicitud” de apelación presentada por la defensa de Rivas contra la decisión del pleno, que ya había emitido a favor de su extradición.

De acuerdo con el funcionario judicial, la defensa de la mujer de 68 años, “no cumplió las reglas” relativas al procedimiento en relación a los documentos pertinentes al caso, que debieron ser presentados en un plazo determinado.

Por lo tanto, Rivas, quien está recluida en una prisión en Sidney desde febrero de 2019 y requerida por la justicia chilena para ser juzgada por sus crímenes en el contexto del régimen militar, agotó todas las vías legales en Australia para que se tramite su extradición y ahora todo depende del Fiscal General del país oceánico.

La abogada que representa a las víctimas atribuidas a Rivas, Adriana Navarro, dijo a Efe que la decisión del fiscal, en el marco de la ley de extradición, “requiere actuar tan pronto como sea razonablemente práctico, pero no impone un tiempo específico”.

Por su parte, la representante en Australia de la Campaña Nacional por la Verdad y la Justicia en Chile, Pilar Aguilera, señaló al medio que los familiares de las víctimas, así como su organización, presentarán documentos que destaquen la importancia de la extradición de la mujer a su país de origen.

En el 2018 Chile solicitó la extradición de Rivas, quien se declara inocente y ha señalado que se considera víctima de una persecución política, debido a su presunta participación en el “secuestro agravado” de Víctor Díaz, a la época subsecretario del Partido Comunista en 1976, y otras seis personas, entre ellos una mujer embarazada.

La chilena ha sido presuntamente identificada como parte de la brigada de exterminio Lautaro de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), donde asumió como la secretaría de Manuel Contreras, máximo jefe de esta unidad.

En 1978 Rivas viajó con su entonces marido a Australia y residió en una vivienda subvencionada en el barrio de Bondi, en el este de Sidney. Se dedicó durante 30 años a labores de limpieza y cuidado de niños. En 2006 viajó a Chile, donde fue detenida por los casos vinculados a su extradición, aunque después logró escapar y volver tres años más tarde a Australia.