Responsabilizan a grupo fundamentalista Boko Haram por matanza en iglesia en el sur de Nigeria

Los actos terroristas implican muerte y dolor, copando los titulares de la prensa internacional los que ocurren en países desarrollados, como Estados Unidos. Pero no reciben igual atención cuando suceden en países del mundo en desarrollo.

Los actos terroristas implican muerte y dolor, copando los titulares de la prensa internacional los que ocurren en países desarrollados, como Estados Unidos. Pero no reciben igual atención cuando suceden en países del mundo en desarrollo.

Cincuenta muertos y una cifra indeterminada de heridos fue el saldo atroz de un ataque perpetrado por hombres armados durante una misa en la iglesia católica de San Francisco Javier, en Ondo, sur de Nigeria, según confirmaron fuentes médicas al portal Nigerian Tribune. Se trata del primer ataque contra una iglesia católica en el sur del país, donde la población es mayoritariamente cristiana. El ataque contra la iglesia, según el diario nigeriano ‘Vanguard‘ lo efectuaron al menos cinco individuos y entre los fallecidos hay mujeres y niños.

“Invadieron la iglesia y comenzaron a disparar”, declaró un testigo, Ogun Korode, quien confirmó que los atacantes abrieron fuego indiscriminadamente en contra de los asistentes. Korode confirmó que los desalmados detonaron, además, un explosivo en el interior del templo y dispararon a los transeúntes que se encontraban en las inmediaciones antes y después del asalto. Por su parte, el párroco de la iglesia, Andrew Abayomi, relató que él y varias personas más se encerraron en dependencias interiores de la iglesia y esperaron que los atacantes se fueran, lo que ocurrió después de unos 20 minutos. “Estábamos a punto de terminar la misa. Ya había pedido a la gente que se marchara cuando empezamos a escuchar los disparos provenientes de distintas direcciones”, explicó. “Después, cuando se marcharon, abrimos y nos enfrentamos al horror. Todavía en shock comenzamos a ayudar y a trasladar al hospital a las víctimas que aún estaban con vida”, apuntó.

Hasta ahora ningún grupo ha asumido la responsabilidad del ataque, pero el diputado local Olayemi Adeyemi ha acusado del asalto a pastores de la etnia Fulanji, quienes habrían concebido el ataque como una represalia contra las restrictivas políticas ganaderas y de pastoreo establecidas por el gobernador del Estado de Ondo, Rotimi Akeredolu, según declaraciones recogidas por el portal ‘People’s Gazette’. Éste, por su parte, condenó el asalto, que describió como un “ataque vil y satánico, calculado contra gente pacífica que ha venido disfrutando de una relativa paz a lo largo de los años”, según un mensaje publicado en su cuenta de Twitter. También ha reaccionado el presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, quien ha expresado su “conmoción y tristeza” por este atroz ataque y ha augurado “pena eterna” para los responsables “aquí en la tierra y en el más allá”, manifestó.

“Solo desalmados del inframundo pueden haber concebido y perpetrado este vil ataque”, ha añadido Buhari en una nota oficial, en la que expresa sus dolor por los fallecidos y condolencias a sus familias, a la Iglesia Católica y al gobierno del Estado de Ondo, al que ha instado a movilizarse para socorrer a los heridos. “Pase lo que pase, este país jamás se rendirá ante los malvados e infames. La oscuridad jamás ganará a la luz. Nigeria al final vencerá”, remarcó.

En tanto, la agrupación pro Derechos de los Musulmanes ha condenado el ataque, advirtiendo que esta es la prueba de que el grupo terrorista-fundamentalista Boko Haram está presente en el suroeste de Nigeria, después de haberse asentado y ganar presencia en los estados vecinos de Níger y Kogi. “Es una agresión no provocada, un acto inhumano, atroz, terrorífico y horrendo”, ha afirmado el director del organismo musulmán, Ishaq Akintola, quien pidió la “detención y juicio inmediato de los atacantes”, así como la participación del Ejército en las labores de búsqueda e investigación del crimen. Además, dijo, teniendo en cuenta el ‘modus operandi’ de Boko Haram, “alertamos a las mezquitas e iglesias que podrían ser atacadas, porque así es como empezaron en el norte del país”, advirtió.

El sábado pasado también fue atacada la Iglesia de Santa María Inmaculada de Aho, en la localidad de Owukpa, estado de Benue, donde los asaltantes han secuestrado a la cocinera del sacerdote al no poder localizar al religioso en el templo, informa el diario nigeriano ‘Punch’. Varios individuos armados irrumpieron violentamente en el lugar y se dirigieron directo hasta la vivienda del sacerdote. “No le encontraron y decidieron entonces llevarse a una mujer que trabajaba en ese lugar”, dijo una fuente consultada por el periódico.





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