Luego de que el Presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, decidiera ampliar el estado de excepción a las provincias de Cotopaxi, Pichincha, Imbabura, Chimborazo, Pastaza y Tungurahua, advirtiendo “grave conmoción interna” por la gran protesta de nivel nacional que se desarrolla en dicho país, el ministro de Defensa, Luis Lara Jaramillo, aseveró que las movilizaciones son “un intento deliberado de utilizar la violencia armada para atentar contra la democracia”.
Las protestas sociales en Ecuador iniciaron el lunes 13 de junio y son encabezadas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE), que como principales demandas exige la reducción del precio de combustibles, medidas para la crisis de desempleo, regulación de los precios de los alimentos y acciones contra el crimen. Las movilizaciones han devenido en cortes de carreteras y en el marco de ellas, se han registrado múltiples enfrentamientos.
Abordando el escenario, el secretario de Estado afirmó que las Fuerzas Armadas ven con preocupación el desarrollo de las protestas. “Estas acciones coinciden con el brutal ataque que el país ha venido sufriendo por parte de los narcotraficantes y el crimen organizado. Estas acciones van más allá de la protesta ciudadana, se trata de un intento deliberado de utilizar la violencia armada para atentar contra la democracia, amenazar a las instituciones”, afirmó.
“Las Fuerzas Armadas no permitirán que se intente romper el orden constitucional o cualquier acción contra la democracia y de las leyes de la República”, aseveró, acotando que “las acciones de protesta social son legítimas siempre y cuando no atenten contra las garantías y derechos de la mayoría de los ciudadanos”.
“Ya no procede la excusa de que son otros los violentos si en cada protesta social se infiltran personas que destruyen los bienes públicos y privados, causan heridos, incendian patrulleros, agreden a periodistas, extorsionan a las empresas y ciudadanos, es evidente que actúan con consentimiento de quienes organizan las movilizaciones. Voy a ser frontal: esta actividad violenta y criminal no ayuda a las reivindicaciones sociales”, añadió.
Por su parte, el titular de la Confederación de Nacionalidades Indígenas, Leónidas Iza, rechazó los hechos vandálicos en las protestas y los niveles de violencia y enfrentamiento. Sin perjuicio de ello sostuvo que “las autoridades que dirigen este país deben entender que la indignación de un pueblo por no poder resolver los problemas del día a día terminan en manifestarse en este caso en proceso de lucha”.
“Por ello, queremos decir al pueblo del Ecuador aquí la pobreza realmente está situada en las capas populares de la sociedad mientras que para los de pronto están en contra de nuestra lucha y que han instalado este discurso planificado de violentos, de vandalismo y que han hecho tanto daño a la sociedad”, añadió.