Andrés Solimano, por aumento de tasas de interés: "Sería interesante que el expresidente del Banco Central llame a una pausa"

El economista abordó la presión inflacionaria que afecta a varios países del mundo, entre ellos, Chile y a Estados Unidos. En el caso de la realidad nacional, consideró necesario aplicar planes más agresivos desde la política fiscal.

El economista abordó la presión inflacionaria que afecta a varios países del mundo, entre ellos, Chile y a Estados Unidos. En el caso de la realidad nacional, consideró necesario aplicar planes más agresivos desde la política fiscal.

En conversación con los periodistas Juanita Rojas y Claudio Medrano en la primera edición de Radioanálisis, el economista Andrés Solimano, abordó el aumento en la tasa de interés -de 75 puntos base- decretado por la Reserva Federal en Estados Unidos por la fuerte presión inflacionaria que afecta a dicho país y los eventuales efectos que la medida tendría para la potencia ante el temor de un estancamiento económico. La misma aprensión existe en el Chile dado el aumento de la TPM por el Banco Central, señaló, para lo que consideró necesario llamar a una pausa sobre el ascenso de las tasas. 

En cuanto al escenario de EE.UU., cuya inflación cerró en mayo en un 8,6 por ciento anual, especialista- Solimano dio cuenta de la absoluta incerteza respecto a una eventual recesión. “Nadie sabe, tampoco sabe la misma Reserva Federal, el mismo banco norteamericano si este aumento de tasa va a producir una recesión o lo que llaman ellos un soft branding, un aterrizaje suave sin precipitarse, sin caer”, sostuvo.

Por lo demás indicó que los niveles de inflación que han marcado Estados Unidos y Europa no se veían hace 40 años y que es difícil asumir que pasará lo mismo que en aquella época. Así todo dijo ver un pesimismo en el circuito empresarial, que ha sido promovido por las apreciaciones de figuras influyentes como Elon Musk, quien afirmó que una recesión en Estados Unidos era inevitable.  

“Pueden producir caídas en los precios de las acciones, se ha desplomado el Bitcoin que es la principal criptomoneda. El Bitcoin cayó en una semana en cerca 30 mil dólares la unidad, llegó a 17.800 el fin de semana y ahora está como en 20 mil, pero llegó en noviembre del año pasado a casi de 70 mil dólares por unidad. Estos activos cripto que en los últimos dos a tres años han sido adquiridos por inversionistas institucionales importantes (…) eso produce un ánimo de que puede venir una recesión internacional”, señaló.

Abordando el escenario de Chile, el economista sostuvo que el país está inserto en un padrón que se da internacionalmente, que es el de aumento de la inflación a raíz del Covid-19. En eso, destacó algunas apreciaciones que han realizado ex figuras del Banco Central, entre ellos, el ministro de Hacienda Mario Marcel, quienes han deslizado la idea de evaluar si es correcto seguir con los aumentos de la tasas para bajar la inflación, considerando que sus motivos no se asientan en la realidad local. 

Yo haría lo que están planteando algunas autoridades que es una pausa y esperar ver qué pasa con la inflación y no seguir dándole esta especie de morfina al paciente porque puede quitar el dolor en un corto plazo pero puede producir eventualmente una recesión“, indicó.

En ese sentido, consideró necesario realizar un análisis costo-beneficio para efectos de dilucidar si “vale la pena poner a una economía con contracción económica, con pérdida en el Producto Interno Bruto, aumento del desempleo, pérdida de ocupaciones, caída de la inversión, para bajar muy rápidamente una inflación que tiene causas complejas, aumento de precio de los alimentos, aumento de precio de la energía, disrupción en la cadena de oferta”.

“Creo que es el análisis correcto. ¿Cuál es el beneficio de bajar la inflación rápidamente versus el costo de llevar a las economías a una recesión?”, añadió. Por tanto, “sería interesante que hayan voces de autoridades y del expresidente del Banco Central que llamen a una pausa”, consideró.

Junto a esa medida, relevó las acciones que se pueden adoptar desde la política fiscal y si bien destacó el programa de reactivación económica inclusiva del Gobierno que radica en 3 mil 500 millones de dólares, señaló que “uno podría pensar en programas más agresivos” que se traduzcan a 2 o 3 puntos de PIB. Esto para contrarrestar una posible contracción de la actividad económica producto de causas inflacionarias y por la “política anti-inflacionaria de la autoridad monetaria”.

“Programas de ayuda de empleos de emergencia para hacer frente a un eventual aumento de la desocupación. Otra medida sería monitorear el precio de los alimentos, porque con la inflación los alimentos están subiendo más que el IPC promedio. Ya algunas medidas fueron a congelar el aumento de las tarifas del transporte público pero en alimentos no hay. No es tan fácil pero podría abrirse poderes de compra para vender a costo con algún mecanismo a través de los municipios, del Estado, para generar una especie de almacenes populares para que la gente pudiera adquirir alimentos a precio de costo y que morigerada un poco el impacto en el bolsillo del aumento de los productos básicos”, sugirió.

Revisa la entrevista completa aquí.





Presione Escape para Salir o haga clic en la X