A poco más de un mes de que se concrete el plebiscito de salida del 4 de septiembre, el financiamiento en torno a las campañas por el Apruebo y el Rechazo suponen, por lo bajo, una contienda desigual.
Según información proporcionada por el Servicio Electoral (Servel) hasta el 20 de julio, se registró un total de aportes por $59.675.541, de los cuales un 98% corresponden a dineros recaudados por el Rechazo, con 59.024.178; mientras que apenas el 2% van destinados al Apruebo, con la suma de $651.36, la que no considera publicidad alguna.
Entre los mayores donantes del Rechazo destaca el presidente y socio fundador de la empresa constructora e inmobiliaria Bravo Izquierdo, Luis Héctor Bravo Garretón, quien aportó $4.000.000 con publicidad a la organización “No más víctimas”; seguido por José Félix de Vicente Mingo, ex ministro de Economía y Turismo durante el primer gobierno de Sebastián Piñera, quien donó $2.800.000 con publicidad a “Por una Constitución bien hecha”.
En tanto, se reportaron tres donaciones a la organización “Lecheros por el Sur de Chile” por parte de Cristián Antonio Hott Stange, con $2.000.000, Mónica Eliana Hott Zwanger con $1.750.000 y Carlos Fernando Momberg Bórquez con $1.700.000 siendo este último uno de los mayores socios de Colún.
Mientras en último lugar aparece Robinson Retamal Vásquez, ex coordinador de agenda y actividades del senador RN Juan Castro, con un aporte de $1.500.000.
En entrevista con Radio Universidad de Chile, el director de DataScience Unholster y cofundador de Decide Chile, Cristóbal Huneeus, recordó una situación similar a la ocurrida con el plebiscito de entrada 2020, donde esta opción contaba con un mayor financiamiento y señaló que “no es evidente que más recursos asegure un resultado”.
En ese sentido, sostuvo que “hay una evidencia que en general muestra que la plata sí tiene un efecto, pero a veces no hace una diferencia”, asegurando que el efecto que puedan tener estos recursos recién podrán ser visibles una vez que empiece la franja electoral.
Asimismo, dijo llamarle la atención las agrupaciones que participan en la campaña que, a diferencia de la elección anterior, no estuvieron presentes. “Me da la impresión, y estamos haciendo un análisis al respecto, de que puede que hayan surgido ahora temas más específicos que motivan la organización de algunos que en el plebiscito de entrada esto no era tema”.
Sobre este punto, afirmó que “el Rechazo hoy día tiene mil caras, hay muchos que se están organizando por razones distintas para promover esta opción y el Apruebo se ha organizado tarde en motivar las mil razones para aprobar. Entonces, la campaña del Rechazo les lleva ventaja y yo me hago la pregunta de por qué el Apruebo no está haciendo un poco lo que hacía la campaña de Obama, fomentar las donaciones chicas, toda donación ayuda y tener a miles de personas que donen $5.000”.
Por lo que para Huneeus esta situación podría conllevar a un escenario distinto. “Creo que la campaña del Apruebo está llegando tarde, no está movilizando las mil razones para aprobar y probablemente eso tenga un efecto en el resultado final”, expresó.
Según planteó “las encuestas dicen que el Rechazo va por arriba y quizá parte de eso es que ellos han sabido cómo movilizar a los individuos que por distintas razones están por la opción”; sin embargo, comentó que la gran pregunta es si esa misma gente que donó o que dicen las encuestas que votarán esta alternativa, efectivamente irán a votar Rechazo el día del plebiscito.
Por otra parte, el director de DataScience consideró que “debería haber una regulación más estricta, donde el Estado se pone al final con recursos como lo hace con las campañas regulares y creo que esta es una situación que no le hace bien a la democracia, porque no sabemos al final cuánta plata está gastando el Apruebo y el Rechazo y de dónde vienen los recursos finales”.
“El problema aquí, que creo es de la regulación, es que en las campañas presidenciales tú sabes a quién le toca qué plata, porque si el candidato A recibe 100 votos y se paga $1.000 por voto, entonces le paso $100.000 al candidato A. Si aquí una opción gana un millón de votos y hay 20 personas que se pusieron con plata ¿A quién le va a tocar la plata? Entonces creo que hay un tema práctico, pero hay que encontrar alguna solución para que esos recursos se distribuyan de alguna manera entre los que promovieron esa opción”, detalló.
De todos modos, fue enfático en señalar que “hoy día no hay sensación de campaña como lo había para el plebiscito de entrada, siento que no está la misma épica. La situación económica es distinta, por lo tanto, siento que de alguna manera el Apruebo está más atrasado en movilizar a sus votantes que el Rechazo y creo que la franja puede jugar en ese sentido de movilizar a los votantes. La gran duda es cuánta gente va a votar el día del plebiscito del 4 de septiembre, ojalá la franja movilice e informe a mucha gente para que vaya a votar más en la segunda vuelta presidencial”.