Distintos matices expresaron alcaldes del norte del país luego que la ministra del Interior, Izkia Siches, se abriera a decretar el estado de excepción constitucional en la zona para enfrentar el aumento de los hechos de violencia.
Esto, luego que la semana pasada las autoridades de la cartera descartaran la medida, pese a los insistentes llamados de parlamentarios tanto de la oposición como el oficialismo, quienes incluso conformaron la bancada transversal para la Macrozona Norte.
En una actividad en la comuna de Maipú, la secretaria de Estado dijo “es importante que nos concentremos en cuáles son los objetivos. Creo que podemos estar de acuerdo que necesitamos desmantelar las bandas organizadas en el norte, poder mostrar la potencia del Estado, hacer medidas preventivas y en eso hemos estado trabajando”.
“No descartamos ninguno de los instrumentos, pero siempre buscando objetivos y resultados explícitos, más allá de la presión y tensión que existe en la región, que la entendemos. Esperamos analizar más medidas que nos permitan darle tranquilidad a la ciudadanía, particularmente de estas regiones más afectadas”, señaló.
El alcalde de Colchane, Javier García, manifestó sus reparos sobre estos dichos y sostuvo que “la experiencia de haber vivido el estado de excepción en la comuna nos dice que esta figura excepcional no ha sido y no es efectiva y no es eficaz para controlar el ingreso indiscriminado de migrantes al país por pasos no habilitados”.
Por lo que el jefe comunal consideró que “lo que se requiere aquí, más allá del estado de excepción, son acciones concretas y permanentes en el tiempo y que, además, se requiere otro tipo de medidas y acciones que tienen que ver inclusive con facultades del Ejército para poder restringir o impedir el acceso indiscriminado de migrantes”.
En ese sentido, apuntó que “queremos ser enfáticos en que no estamos de acuerdo con una medida excepcional que restrinja libertades personales de nuestros pobladores”. Con todo, la autoridad local respaldó el proyecto anunciado por el Ejecutivo para agilizar la expulsión de migrantes, expresando que “por cierto que es una señal y es una muy buena medida que ayudaría a facilitar la expulsión administrativa, siempre y cuando el gobierno tenga la voluntad de llevarla a cabo, lo cual significaría un desincentivo muy importante para que no ingresen o disminuyan familias migrantes que hoy día se encuentran en Bolivia, Ecuador y Perú”.
Misma postura expresó el alcalde de Arica, Gerardo Espíndola, quien consideró que la tramitación de la iniciativa “es más urgente”. “Ahí es importante que el Ejecutivo le ponga urgencia y que los parlamentarios actúen con el rigor y la rapidez que implica esto. Las expulsiones administrativas es un proceso bastante lento que podría perfectamente modificarse”, expresó.
Además, comentó que “soy de las personas que no está de acuerdo con un estado de excepción para todo el norte, creo que es iluso pensar que así se va a solucionar este problema; no obstante, se lo pedimos cuando vino el subsecretario a Arica, intervención acotada por parte del Ejército, donde creemos que tiene que ser con un objetivo claro, con harta inteligencia, con harta estrategia y de ese modo conseguir resultados. Pero si creemos que teniendo un estado de excepción en todo el norte se va a disminuir los delitos, se va a reforzar la frontera, creo que eso es de una ingenuidad bastante grande”.
En tanto, el alcalde de Antofagasta, Jonathan Velásquez, si bien apoyó la idea de un estado de excepción, dijo que “ojalá no sea solamente por el tema político que estamos viviendo ahora y que viene con la votación del Apruebo y el Rechazo. Como alcalde he visto que de ambos gobiernos ha sido dejada de lado la ciudad, sobre todo el norte de Chile, que hemos sido vistos siempre como el patio trasero. Por ejemplo, hace dos semanas vino la ministra y el centro estaba limpio, lleno de Carabineros y ningún vendedor ambulante, al día siguiente volvieron todos. Entonces, espero que esto no sea algo más para la foto, siento que se juega mucho políticamente con el bienestar de la gente”.
“El estado de excepción es momentáneo, no es algo que nos vaya a dar una solución definitiva. La solución definitiva es poder inyectar más recursos a los municipios, más recursos en seguridad, necesito más policías, más intervención del gobierno. Todos los días voy y desarmo rucos, pero dentro de un ruco, que es una carpa y un colchón, debajo de ese colchón hay estoques, hay armas, hay teléfonos de alta gama. Entonces, hay algo detrás de todo esto y yo como alcalde no soy el encargado de investigarlo. Acá la gente no puede salir al centro después de las siete de la tarde”, detalló la autoridad.