Diario y Radio Universidad Chile

Año XVI, 25 de abril de 2024


Escritorio

No basta con elegir la escalera al “cielo”

Columna de opinión por Álvaro Besoain Saldaña
Martes 30 de agosto 2022 19:55 hrs.


Compartir en

Insospechado era el éxito que iba a tener el tema “Stairway to Heaven” (Escalera al cielo) de Led Zeppelin en 1972. Más insospechado aún, el sobre uso que se le dio a la analogía de las escaleras al cielo en la cultura occidental. Particularmente en campañas de salud, se ha sobreutilizado la invitación individual de aumentar los pasos eligiendo caminar o subir escaleras para promover la salud cardiovascular. En el marco del mes del corazón, es importante considerar algunos elementos en la promoción de la actividad física respecto al entorno en el que se vive.

Si consideramos la definición de actividad física de la Organización Mundial de la Salud, como “Cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos, con el consiguiente consumo de energía”, el uso de escaleras en el metro, edificios u otros lugares es una buena estrategia para aumentar la cantidad de pasos el día. Si bien, la meta de los 10.000 pasos diarios fue más una estrategia de marketing del producto de Yoshiro Hatano (“Mmpo-kei” en japonés o “10.000 pasos” en español), se ha identificado que aumentar la cantidad de pasos diarios, especialmente sobre 7.000 pasos, tiene impacto en reducir mortalidad y beneficios en la salud de distintas personas. Por otro lado, se ha identificado que el uso de caminatas cortas (cercanas a los 3.000 pasos) o de subir escaleras de al menos 4-5 pisos tiene un aporte más importante a la salud del corazón.

No obstante, ambas situaciones descritas, se enfocan en la “elección” de la actividad física, y no consideran, necesariamente, las características del entorno en el que se desenvuelve a población cuando realiza dichas actividades (entorno construido). Dentro de las características que se puede relevar de los trayectos o barrios de la población, está la disponibilidad de alimentos, los modos de transporte, el uso del tiempo libre y los roles del cuidado, entre otros. Estos definen las características del entorno que promueven la obesidad y que definen nuestro marco de decisiones. De estas, son de particular interés, la abundancia de puestos de venta (formal e informal) de alimentos ultraprocesados o comida rápida, especialmente en estaciones de metro o paraderos.

Junto a ello, es difícil elegir la meta o cantidad de pasos diarios, si se debe utilizar mucho tiempo en el viaje entre el trabajo y el hogar en transporte público o privado. Por ejemplo, según la Encuesta Casen 2017, trabajadores de la Región Metropolitana del sector de la construcción, personas que realizan labores domésticas, y profesionales de nivel medio registran mayores tiempos de viaje a su lugar de trabajo (65, 58,5 y 47,3 minutos promedio, respectivamente), que el de gerentes de empresas (34 minutos). Estos tiempos, también  son mayores a los que se viven en otras regiones de Chile (cerca de 40 minutos promedio).

Esto reduce el tiempo disponible en sus barrios o casas para desarrollar ejercicio físico propiamente tal (actividad física estructurada y dosificada de mayor impacto en la salud cardiovascular). A su vez, estos viajes reducen los tiempos disponibles para desarrollar labores en la casa y crianza o preparación de alimentos más nutritivos.

En síntesis, en este mes del corazón, apostar a subir la escalera al cielo es importante, aprovechar cada instancia para caminar un poco más y fortalecer el corazón. No obstante, las discusiones sobre regulación de la comida rápida y ultraprocesados disponibles en esos mismos espacios públicos, son vitales para que no sea contraproducente caminar mientras se consumen esos productos. A su vez, el rol de los tomadores de decisiones respecto al diseño de la ciudad es crítico, ya que define el marco de decisiones para realizar actividad o ejercicio físico. No solo es decidir usar la escalera, pues tal como podemos interpretar desde la canción Stairway to heaven, no todo lo que brilla es oro (y no sólo por cumplir la meta de subir más escaleras) podremos subir al cielo (de la salud cardiovascular).

Álvaro Besoain Saldaña, Kinesiólogo, integrante Grupo Transdisciplinario de Obesidad de Poblaciones (GTOP), Magister en Salud Pública e investigador en estudios críticos de la discapacidad e inclusión social.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.