En el marco del estreno presencial del proyecto documental “Sonidos en mí, mujeres y disidencias en la música”, la cual se exhibirá hoy en la Cineteca Nacional de Chile a las 19.00 horas en el Centro Cultural La Moneda, Radio y Diario Universidad de Chile conversó con la directora de la serie, Susana Díaz.
Durante el fin de semana que será antesala del retorno a la “normalidad” de las actividades culturales, gracias a que a partir del 1 de octubre las mascarillas y el pase de movilidad ya no serán obligatorias en estos recintos, el sector de las artes, la cultura y el patrimonio abrirá nuevas posibilidades para la reactivación de sus espacios.
Sin embargo, durante los últimos dos años en el que Chile ha estado en un escenario sociopolítico nacional marcado por un levantamiento del 18 de octubre de 2019, los problemas multifactoriales que trajo consigo la pandemia del Covid-19 y un proceso constituyente que sigue en curso después del rechazo de la propuesta constitucional, las mujeres y las disidencias no se quedaron cruzadas de brazos. Al contrario, siguieron compartiendo y creando contenido para apoyar a la gente en un contexto en el que el ánimo y la alegría eran, y siguen siendo, más necesarios que nunca.
“Fue una época que a pesar de toda la tristeza que pudo haber albergado, para todas esas mujeres fue al revés. Fue como un potencial creativo para seguir creando y no decaer”, sostuvo la directora de “Sonidos en mí, mujeres y disidencias en la música”, Susanna Díaz.
La documentalista destacó el caso de Kenética, la artista de música electrónica que ensambla su voz a través del piano y quien se preocupa de dejar su sello personal en cada una de sus creaciones. Emiliana Araya, el nombre detrás de la compositora, estuvo dedicada a su trabajo en los difíciles últimos años, realizó varias obras audiovisuales y temas musicales, algunos aún próximos a conocerse. Así, la artista protagonizó el capítulo dedicado a la música electrónica experimental del proyecto audiovisual producido por Rosa Angelini.
Las piezas audiovisuales conforman la segunda temporada de una serie estrenada en el 2018. Ambas temporadas son una cartografía de diversas escenas musicales narradas a través de cápsulas de aproximadamente 11 minutos, en las que están vertidos los testimonios de connotadas artistas nacionales.
La segunda entrega cuenta con la participación de las músicas Colombina Parra, Kinética, Francisca Valenzuela, Daniela Millaleo, Fran Straube, Diana Neko, Las indetectables, Denise Malebrán, Rizoma Alzada, Paz Quintana y Alisu. Mujeres y disidencias igual de talentosas que representaron distintos estilos musicales, mediante sus experiencias, similitudes y anhelos.
La directora de la serie manifestó que recoger los testimonios de las participantes del documental significó un gran trabajo previo de investigación. Si bien, todas demostraron una gran disposición e interés en el trabajo de Díaz y Angelini, las agendas de las artistas no siempre permitieron que las realizadoras tuvieran más de una conversación con ellas o significó dificultades al momento de prolongar los encuentros.
A pesar de aquello, la también investigadora y académica, le transmitió a nuestro medio que “recoger estos testimonios de vida en un momento súper complejo histórico cultural” era muy importante, especialmente “en un país precarizado y tan complicado para las mujeres, y para hacer música” como lo es Chile.
En esa misma línea, Díaz se refirió brevemente al resultado del plebiscito constitucional en el que el Rechazo se impuso en las urnas y la propuesta de texto emanada de la Convención Constitucional no fue validada por la población.
“Uno pensaba que el feminismo estaba súper posicionado. Ganó el Rechazo y se perdieron un montón de cosas que pensábamos que estaban ganadas, como una ley de aborto”, señaló la directora quien agregó que “entonces en realidad no somos tantas las que quieren derechos para las mujeres como una cree”.
La serie documental que contó con el montaje de “Ticho” Mendoza, logró retratar en cada capítulo no solo el entrecruce de las melodías, lo político, lo femenino y lo disidente, sino que también los primeros acercamientos al mundo de la música de destacadas artistas nacionales, así como las historias de vida que inspiraron su dedicación al rubro. Tal como lo mencionó la directora del proyecto, son mujeres que surgen desde realidades muy distintas. Algunas con contextos sociales y económicos más complejos que otras que es importante reconocer, pero todas con un significativo esfuerzo personal y dedicación detrás de todas sus composiciones.
La obra efectivamente deja entrever la profundidad de la investigación y las preguntas realizadas a las protagonistas de los capítulos. Esto, pese a que en algunos casos no fue posible conseguir un segundo acercamiento personal con las artistas, como fue en el caso de Francisca Valenzuela. Los escasos momentos ante el ojo de la directora y también camarógrafa de la serie documental permitió develar el “genuino llamado” que sienten las creadoras con la música.
“Mi vínculo con hacer canciones nació desde el impulso y la necesidad de tener que escribir, de ocupar ese medio de expresión como una herramienta de sobrevivir, de conexión y comunicación. Entonces las letras tienen ese peso y esa importancia”, dijo Francisca Valenzuela en “Sonidos en mí, mujeres y disidencias en la música”.
Susana Díaz también recalcó la relevancia de dar a conocer las historias de mujeres y disidencias en el marco de la industria musical. Además, mencionó lo interesante que es para ella como realizadora el proceso de recabar información y construir esas historias en el plano audiovisual, dado que “cuando las artistas se sinceran respecto a lo que pasó o sintieron en una época” permite “ir sacándole la carne a sus proyectos y que no sea tan superficial como solo hablar de su último disco”.