Javier Couso: "La derecha nunca dijo en campaña que quería rechazar para reponer el principio de subsidiariedad"

El jurista dijo preferir que, así las cosas, se descarte la subsidiariedad y el Estado social de derecho antes que un "engendro" que "al final lo termina zanjando una corte de jueces no elegidos".

El jurista dijo preferir que, así las cosas, se descarte la subsidiariedad y el Estado social de derecho antes que un "engendro" que "al final lo termina zanjando una corte de jueces no elegidos".

Poco más de un mes ha transcurrido del plebiscito de salida del 4 de septiembre y el acuerdo sobre la reanudación del proceso constituyente aún no se avizora en el corto plazo. Las fuerzas políticas con representación parlamentaria han establecido un intenso itinerario de reuniones para acercar posiciones y si bien han arribado a consensos en la mayoría de las “bases” del proceso, aún hay puntos que aparentan ser irreconciliables.

Mientras en el oficialismo impulsan el establecimiento de un Estado social y democrático de derecho, Chile Vamos persiste en garantizar materias como la propiedad sobre el agua y consagrar la libertad de elección en temas de previsión, educación y salud. 

“Creemos que parte de las razones por las cuales el experimento refundacional de la Convención fracasó era porque no existía la posibilidad de elegir o provisión mixta de derechos sociales“, sostuvo el presidente de la UDI, Javier Macaya, en la última reunión ampliada de los partidos. “Los derechos sociales no son solo provistos por el monopolio estatal, (…) no son incompatibles con que la sociedad civil participe en su provisión, ésa es la discusión de fondo“, añadió.

Sumado a ello, temas como la plurinacionalidad -defendido por el Frente Amplio en la mesa de negociación- dilatan los avances que el Congreso comprometió al país y coartan las posibilidades de llegar a un acuerdo durante el mes de octubre, como consideró razonable el presidente de la Cámara, Raúl Soto.

Evaluando el escenario, el abogado constitucionalista de la Universidad Diego Portales, Javier Couso, reconoció que ha habido bastante “hojarasca” en el debate del Parlamento, no obstante desdramatizó las diferencias entre las colectividades e hizo un balance positivo de las negociaciones. “Es bastante habitual que haya dimes y diretes, tensiones internas, dos pasos adelantes, uno atrás, es normal en procesos donde hay tanto en juego”, afirmó.

“Yo diría que lo más complicado de todo es que se produzcan mesas paralelas, ese tipo de cosas yo creo que son las más complejas de lo que ha habido. En realidad es sano que haya, por decirlo así, un grupo de interlocutores estables que empiecen a desarrollar confianzas”, acotó.

Por lo demás, el jurista valoró que se hayan despejado ciertas dudas. “Yo creo que la idea de que los expertos podían redactar la Constitución y solamente la ciudadanía decir sí o no, se ha ido descartando y ha quedado la idea de que tienen que ser expertos, pero tienen que ser elegidos democráticamente como el resto de las personas, o acompañar el proceso”.

Igualmente destacó el entendimiento respecto a que el proceso “tiene que ser algo más breve porque se ha avanzado bastante trabajo, ya sea por el proyecto de Bachelet, o lo rescatable para todos del proyecto que se rechazó en septiembre”.

En materias peliagudas, Couso consideró que ha ido decantando la idea de un órgano completamente electo, pero que el costo de ello son los bordes que busca instalar Chile Vamos. Desde el punto de vista abstracto, reconoció “el verdadero temor que tiene la derecha de estar en una circunstancia tan ingrata para ellos como fue estar en una minoría tan aplastante durante buena parte de la Convención”. 

“Yo creo que ha influido mucho las bases, particularmente de Renovación Nacional, que es un partido menos disciplinado de la UDI, por el rol que debe estar jugando tras bambalinas Carlos Larraín -eso surgió en la prensa la primera semana después del plebiscito, hizo una comida en su casa-. Larraín ha sido líder de la idea de que Renovación no tiene que embarcarse en ningún proceso de nueva Constitución, entonces eso ha influido, creo yo“.

En cuanto al principal escollo que ha  presentado la discusión entre los partidos con representación parlamentaria, Couso reconoció “esta idea de la derecha, que de alguna manera, quiere principio de subsidiariedad, esta cosa de la libertad en la provisión de derechos sociales”.

“Aquí hay dos alternativas, que la derecha entienda que una cosa es haber acusado al anterior proyecto de refundacional, de radical, etc y otra cosa es pasarse de listo. O sea, la subsidiaridad es un principio que en la forma en que se entiende en Chile -que es una manera neoliberal- es muy distinta a la subsidiaridad entendida en lo que es la repartición de potestades de los Estados de la Unión Europea”.

“Una cosa es que uno diga ‘no nos gustaba esta Constitución’ y otra cosa es que la derecha no dijo que quería rechazar para reponer el principio de subsidiariedad, en la campaña nunca dijo eso, entonces me parece que eso es pasarse varios pueblos, como se dice hoy”, criticó.

Ahora bien, el jurista vio un segundo camino para responder a la condición de la derecha. “Una alternativa sería que queden fuera tanto el Estado social de derecho como el principio de subsidiariedad porque, en la práctica los países escandinavos establecieron un modelo de Estado social de derecho sin que estuviera en la Constitución”, señaló.

“Si el costo es, para que no haya principio de subsidiaridad, que no haya el principio de Estado social y de derecho, yo prefiero pagarlo a que haya un engendro como sería la idea de un Estado social de derechos y libertades, como tratando de combinar los dos. Esos engendros al final los termina zanjando una corte de jueces no elegidos. Hay países que han establecido Estados de bienestar y políticas socialdemócratas sin necesidad de que estén en la Constitución”, sostuvo.

Sopesando otras condiciones que se han puesto sobre la mesa, Couso consideró que persistir en el establecimiento de la plurinacionalidad en la nueva carta magna, es un error de parte de las fuerzas de izquierda. “Yo creo que a la luz del resultado del 4 de septiembre, pretender establecer el plurinacionalismo como un instransable es tan excesivo como que la derecha quiera establecer hoy día la subsidiariedad como un intransable”. 

“La plurinacionalidad no fue la demanda central de los pueblos originarios, me parece a mí que es un poco excesivo, por lo polémico que resultó, de difícil que incluso fue entenderlo”, agregó.

Por otro lado, Couso vio con buenos ojos la restitución del voto obligatorio, condición que ha adoptado fuerza y consenso en las tratativas del Congreso. “Es una tradición histórica de la época previa a la dictadura en Chile, es una tradición latinoamericana, la democracia que mejor funciona en América Latina que es la de Uruguay tiene voto obligatorio”, relevó.

En lo medular, el abogado señaló que lo importante es que el proceso sea democrático y que por tanto “no tenga vetos, porque si yo establezco un principio de subsidiariedad neoliberal en la Constitución, establezco un veto permanente para las políticas públicas que haga la ley”. 

En ese sentido exhortó a que se avance en un órgano constituyente cien por ciento electo con capacidades de deliberación. “Como lo dijo el constitucionalista de centroderecha, Gastón Gómez, si estuviera lleno de límites se transforma en un órgano que es una reforma constitucional y no que hace una nueva Constitución”, afirmó.





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