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Jefa jurídica del Servicio Jesuita a Migrantes: “La migración no se puede reducir a seguridad y expulsiones”

Gabriela Hilliger afirmó que el foco de la conversación debiera ser cómo construimos un país donde pueda haber integración e inclusión, donde están naciendo muchos niños y sus padres no tienen cómo regularizar su situación migratoria.

Diario Uchile

  Martes 18 de octubre 2022 11:25 hrs. 
Colchane, 18 febrero 2022.
Con estado de excepción en la comuna fronteriza se intenta controlar la migración en el norte del país. Cientos de personas intentan cruzar desde Bolivia a Chile durante la crisis migratoria que vive el continente sud americano.
Alex Diaz/Aton Chile

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La jefa de Incidencia jurídica del Servicio Jesuita a Migrantes, Gabriela Hilliger, dijo que quiere interpretar de buena fe el discurso del presidente Gabriel Boric sobre la población extranjera que masivamente ha llegado al país, que apuntaría al principio de migración ordenada y segura, pero la discusión no se debe reducir a “seguridad y expulsiones”.

En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, la abogada analizó el fenómeno social de los extranjeros que han llegado al país y que según el INE, hasta diciembre de 2021 son un millón 482 mil 390 las personas que registran residencia.

El organismo precisó que esta cifra representa un alza de 1,5% respecto a igual fecha de 2020, y un aumento de 14,1% en comparación con 2018. La mayoría de las y los migrantes internacionales que viven en el país proviene de Venezuela, Perú, Haití, Colombia y Bolivia, destaca el INE.

Al respecto, Hilliger afirmó que en estas cifras oficiales no aparece toda la población que ingresa por pasos no habilitados, por lo que es “imposible establecer el número exacto porque no solamente no están los registros, sino que tenemos un problema porque la población migrante que cruza por pasos no habilitados, suele tener el hábito de auto-denunciarse es decir, ellos mismos se presentan ante la autoridad y dan cuenta que infringieron la ley administrativa”.

Agregó que la PDI, habilitó un sistema online donde la gente llena un formulario y después tiene que esperar una cita personal para esperar el término del trámite voluntario e ingreso por paso no habilitado y eso lleva un retraso de más de 700 días de espera, por lo que los números no son muy certeros.

Respecto del discurso del presidente Boric en relación a que los extranjeros que se encuentran en el país “regularizan o se van”, la profesional afirmó que “me gustaría interpretar de buena fe lo que está diciendo el Presidente en que vamos a propender al principio que está en la ley, que es un principio de acuerdo a los compromisos internacionales que tenemos como Estado sobre la regularización. Es decir, la migración ordenada, segura y regular, es un principio”.

“Quiero interpretar, siendo consistente con los mensajes del Presidente previamente, que lo que trata de decir es que es que como Estado vamos a propender a esa regularización con principios, con reglas”, precisó.

La abogada afirmó que el punto es que por una parte hay ciertos mecanismos de regularización, pensando en los nudos críticos, es decir en personas que ingresaron por pasos no habilitados y los canales de regularización más claros, pero las resoluciones son lentas y el Servicio Nacional de Migraciones heredó cierta demora en la tramitación incluso en la solitud de casos humanitarios.

Hilliger agregó que ahora lo que desean es ver cuáles con los pasos concretos que va a dar el Estado para avanzar en esa regulación y eso significa invertir más recursos para resolver las solicitudes y por otro lado, que avance la Política Nacional de Migraciones “que es un punto clave para como sociedad, establecer ciertos principios y ver cómo a aquella población le permita regularizar y si eso se va a poder hacer”, porque, explicó, hay muchos niños que están naciendo en el país, pero sus padres no tienen ninguna posibilidad de regular su situación.

“La conversación sobre migración suele reducirse a la discusión sobre seguridad y expulsiones. O sea, cómo se va la población migrante. Entiendo que hay ciertas situaciones que hay que administrar, pero el foco de la conversación debiera ser cómo construimos un país donde pueda haber integración e inclusión”, señaló la profesional.

Sobre las motivaciones de esta inmigración y las posibilidades reales que ofrece el país, Hilliger preciso que el mayor flujo de extranjeros es de Latinoamérica, principalmente de Venezuela, Perú, Ecuador y “tiene que ver con un contexto post pandemia, la situación haitiana y venezolana era previa, pero Chile comparativamente pudo salir adelante y la gente viene buscando mejores condiciones económicas y satisfacer sus necesidades básicas”.

De todas formas, sostuvo que “por supuesto que ningún país puede seguir recibiendo ilimitadamente a personas porque eso pone una presión muy grande. En Chile, las tensiones son porque hay ciertas regiones que les ha tocado recibir este flujo migratorio con falta de gestión para que sea armónica y por eso las relaciones se recienten y generan tensiones en la población receptora (…)  creo que no hay una capacidad ilimitada, pero tampoco comparativamente, es el país que ha recibido el mayor flujo migratorio del último tiempo”.

La representante afirmó que el fenómeno de la migración y el diálogo que se da “no va a estar completo, si lo reducimos solamente a ver la situación de Chile. Acá hay crisis humanitarias que ameritan una coordinación regional y que ameritan una conversación más profunda respecto a cómo ayudamos sobre la desigualdad regional, para que las personas puedan, en el caso de quererlo, ejercer el derecho a vivir en sus países de origen. Hoy día hay una migración que no es turística, que no solamente tiene motivaciones laborales, sino que tiene características de migración forzada donde las personas deben salir y eso se ve mucho en la frontera de Iquique y cuando se conversa con las familias que van llegando”, puntualizó Hilliger.

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