¿Levantamiento cívico en Irán se orienta al fin de la República Islámica?

Al menos 215 personas, 27 de ellas menores de edad, han muerto en el país asiático a manos de fuerzas de seguridad compuestas fundamentalmente por la Guardia Revolucionaria, en las protestas iniciadas hace un mes, según la ONG Iran Human Rights.

Al menos 215 personas, 27 de ellas menores de edad, han muerto en el país asiático a manos de fuerzas de seguridad compuestas fundamentalmente por la Guardia Revolucionaria, en las protestas iniciadas hace un mes, según la ONG Iran Human Rights.

Según informa la organización humanitaria con sede en Oslo, Noruega, los ataques violentos y la represión contra escolares han causado indignación pública en muchas ciudades de Irán. Las protestas -como se ha informado profusamente- estallaron en Irán como consecuencia de la muerte de Mahsa Amini, la joven de 22 años que falleció el pasado mes tras haber sido arrestada por la “Policía de la Moral” en Teherán al violar, supuestamente, el estricto código de vestimenta al que se obliga a las mujeres en la antigua Persia. En su caso, la acusación fue que llevaba el pañuelo islámico o hiyab de manera inapropiada pues su velo dejaba ver algunos mechones de pelo, por lo que merecía ser detenida.

Casi un mes después del inicio de las multitudinarias protestas en todo el país, muchas ciudades de Irán se aprecian ahora como escenarios de guerra, con bengalas que iluminan el cielo, múltiples disparos y hechos de sangre grabados en video. La Guardia Revolucionaria de Irán y la policía local llevan adelante la defensa del régimen a través de una feroz represión, mientras la gente denuncia que las autoridades ordenan atacarles indiscriminadamente. No obstante, y de modo desafiante, día tras día los iraníes siguen invadiendo las calles de todo el país. De hecho, los manifestantes parecen haberse unido inusualmente en sus quejas contra el duro régimen shiíta radical, algo que analistas internacionales ya califican como un levantamiento nacional. “Esta no es una protesta por reformas”, dijo a CNN Roham Alvandi, profesor asociado de Historia en la London School of Economics. “Este es un levantamiento que exige el fin de la República Islámica. Y eso es algo completamente diferente a lo que hemos visto antes”, aseguró.

En medio de este escenario, una multitud recibió este miércoles en el aeropuerto de Teherán a la escaladora iraní Elnaz Rekabi, después que la deportista participara sin llevar el mencionado velo o hiyab durante un campeonato internacional de escalada  efectuado en Corea del Sur. De acuerdo a medios locales, Elnaz compitió el domingo en Seúl con la cabeza descubierta y utilizando tan sólo un cintillo para recoger su larga cabellera oscura. Este gesto fue interpretado por observadores nacionales e internacionales como una demostración de solidaridad hacia el movimiento de protestas que sacude a su país desde la muerte de Mahsa Amini y en el contexto de una República Islámica que exige también a sus deportistas mujeres, llevar el velo incluso en las competencias internacionales.

Este miércoles, Elnaz, de 33 años, arribó al aeropuerto internacional Imán Jomeini donde decenas de personas se congregaron para recibirla con vítores y aplausos cuando salió por las puertas automáticas, algo corroborado en internet por el periódico reformista Shargh y la agencia oficial de noticias Irna. Pero, consciente de que ya se encontraba en territorio iraní, la deportista fue moderada y apareció con una capucha y una gorra de béisbol. Allí la esperaba su familia e hizo declaraciones a los medios estatales. “Debido al ambiente que reinaba en la final de la competencia y al hecho de que fui llamada inesperadamente a competir antes de lo previsto, me confundí con mi equipamiento técnico y eso provocó que me olvidara del hiyab“, se justificó.

Y es que ante ese hecho, cundió la preocupación ante eventuales represalias y tras las denuncias de sus amigos -que afirmaban no haber podido ponerse en contacto con ella- grupos de derechos humanos se sumaron expresando también su inquietud. Ello obligó a la embajada iraní en Seúl a enviar un comunicado a la agencia de noticias francesa AFP, condenando “cualquier información falsa y desinformación” sobre la situación de la deportista. De ahí la cautela de Elnaz Rekabi en los momentos de retornar a su patria. Expresó que volvía a su país “en paz, en perfecto estado de salud y de acuerdo a mis planes”, dijo. Asimismo, ofreció disculpas a sus compatriotas por las tensiones que pudo haber creado, confirmando de paso que no tiene ninguna intención de dejar el equipo nacional de escalada. Estos comentarios confirman un mensaje publicado el martes en su cuenta de Instagram, en el que se disculpó por “cualquier preocupación” que pudiera haber causado, insistiendo en que aparecer sin el hiyab no fue una decisión “intencional”.

Declaraciones más que necesarias en medio de las protestas por la muerte de Mahsa Amini en las que miles de mujeres han participado arrancándose sus hiyab en las calles, universidades y escuelas de todo el país. Protestas que ha provocado hasta ahora centenares de muertos, la mayoría de ellos manifestantes (aunque también hay fallecidos entre las fuerzas de seguridad), así como cientos de detenidos producto de la violencia que no cesa en las calles de Irán.

(Imagen de portada: Manifestación el 15 de octubre en la Universidad de Teherán)

 





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