En conversación con Radioanálisis, el senador de la Democracia Cristiana, Francisco Huenchumilla abordó las diferencias que evidenció el mundo político en torno el tercer aniversario del estallido social y que hacen cuestionar la capacidad del Congreso de arribar a un acuerdo para la reanudación del proceso constituyente. Al respecto, el parlamentario afirmó que hay una crisis profunda en el país, que se ha prolongado en la medida que la nueva Constitución se mantiene pendiente.
“Nuestra sociedad aún no encuentra un punto de convergencia y estamos divididos respecto de cómo encarar los problemas. Eso forma parte de buscar una salida y se piensa, y yo creo en eso, que una cuestión muy fundamental es tener nuevas reglas del juego que hagan un giro en el tipo de estructura social y constitucional que tenemos”, sostuvo.
A juicio del senador, la dificultad de llegar a un acuerdo “es la demostración de que hay distintas miradas y hay distintas miradas porque hay distintos intereses, porque no se quiere ver la profundidad de lo que tenemos”. Sin perjuicio de ello, instó a que “veamos el vaso medio lleno, porque uno no puede pensar que los problemas se arreglan tirando el mantel”.
En cuanto a las diferencias sobre la responsabilidad de Carabineros en los cientos de denuncias de violaciones a derechos humanos, Huenchumilla llamó a evitar abordar los problemas “en blanco y negro” considerando que la institución es impresindible para el país. “Toda sociedad desde un tiempo a esta parte necesita una policía que esté legitimada, que pueda hacer su tarea y vele por la seguridad de las personas, eso es innegable. Hemos tenido Carabineros y vamos a seguir teniendo Carabineros, pero eso no significa que las instituciones muchas veces cometan errores y cometan una serie de cosas que las deslegitima”.
En ese sentido señaló que “Carabineros de un tiempo a esta parte tuvo una serie de hechos que produjeron una baja en el apoyo que tenían en la gente; tuvo problemas financieros, tuvo problemas de operaciones Huracanes y otras cosas por el estilo, tuvo una participación con hechos negativos en lo que fue el 18 de octubre, evidentemente que sí, entonces salimos de eso haciendo la reforma correspondiente a la policía“.
Para ello consideró necesario que los altos mandos de la institución lleguen a la convicción de que la reforma no es contra la policía. “Se trata de buscar una salida al diagnóstico que tenemos de las carencias y las cosas que hemos vivido para después tener una policía que garantice la seguridad y que se mueva en el margen del respeto a los derechos de las personas. Eso es fácil decirlo y es difícil hacerlo. Es lo que de alguna medida estamos trabajando, aunque no luzca mucho, en los distintos proyectos que hay y para eso es muy necesaria la conducción del Gobierno sobre la materia de la reforma, los servicios de inteligencia y el Ministerio sobre Seguridad Pública“.
Huenchumilla advirtió los problemas que radica en la visión de que “el problema delincuencial se resuelve mediante los métodos del sistema penal. Vale decir penas, delitos, sanciones, tribunales, Ministerio Público, policía”.
“Tiene que haber una mirada más sistémica donde haya muchas cuestiones de criminología como es la prevención del delito porque después de cometidos viene el sistema penal y lo ideal es que los delitos no se cometan. A mi juicio falta una mirada un poco más sistémica para instalar el tema de la seguridad y la delincuencia“, acotó.
En esa línea señaló que “hace un tiempo, fundamentalmente de sectores de la derecha se habla en torno a lo que hemos llamado el populismo penal y frente a cada hecho que acontezca, inmediatamente el remedio es un proyecto de ley que tiene por objeto elevar las penas y todo se mueve en esa dirección. O sea que el derecho penal es la llave para combatir la delincuencia“.
Negociaciones constituyentes
En cuanto a las negociaciones sobre la reanudación del proceso constituyente -en las que el senador participa en representación de la Democracia Cristiana- consideró probable que la ciudadanía haya perdido interés en el acuerdo al que debe arribar el Parlamento. No obstante, aseveró que zanjar la materia es responsabilidad de los parlamentarios.
“La responsabilidad que uno tiene cuando es elegido para conducir el Estado, en este caso nosotros en el Poder Legislativo, es poder vislumbrar los grandes caminos que tiene que tener esta sociedad y es evidente que nosotros tenemos un cuento respecto de lo que llamo las reglas del juego que instauró la Constitución del 80 con un tipo de estructura donde lo que manda es el mercado”, señaló.
Por tanto, el senador relevó la importancia de una carta magna “para cambiar una sociedad en la que se mantenga la autonomía personal y la libertad, pero tengamos un sistema de mayor colaboración y dicho en concreto eso significa que hay bienes públicos que no pueden estar en el mercado como es la salud, la educación, la previsión, etc“.
“Eso hay que arreglarlo y para eso la derecha lo único que quiere es que no se desfonde la Constitución del 80 y mantener las líneas matrices y el otro sector de la centroizquierda quiere hacer un cambio para que se note que vamos caminando hacia un Estado social y democrático de derechos. Cómo hacemos esa ecuación es la conversación que se está teniendo, por eso es que se aplican bordes para darle certeza al proceso”, añadió.
En cuanto a los plazos, el parlamentario indicó que “se habla de tener este acuerdo el 2023 y para lo cual hay que tratar de llegar a un acuerdo ojalá en noviembre y que empiecen a correr los plazos y el Servel haga su trabajo para que se hagan los plebiscitos, el proceso constituyente como corresponde”.
Democracia Cristiana
Consultado por la crisis que atraviesa la falange, el senador consideró que “hoy día la DC es una especie de barco sin timón y creo que se ha olvidado una cuestión central: que para arreglar los problemas es fundamental sentarse a la mesa y dialogar como corresponde, con cierta frialdad y ver cuál es el diagnóstico de los problemas”.
“Yo no creo que esto sea simplemente un problema de buena voluntad o un problema de diferencias personales entre distintos liderazgos, yo creo que hay una crisis de la visión que tenemos del país, de para dónde vamos, unos más cargados a la derecha, otros más de centroizquierda, entonces es difícil pensar que una directiva se arregla haciendo un pegoteo como se hacía hace 30, 40 años atrás”, señaló.
En cuanto a cómo reconducir la DC, Huenchumilla sostuvo que “hoy día tenemos que ver qué queremos, qué ofrecemos al país, qué ideas tenemos, qué visión de los problemas para que la gente nos pueda creer y podamos conducir el Estado, pero si estamos dando espectáculos que mientras el país discute su destino constitucional, la DC hace unos meses atrás peleaba por cuestiones de plata, bueno, estamos en el peor de los mundos“.