La primera ministra británica Liz Truss anunció el jueves su dimisión apenas seis semanas después de llegar al poder, con lo que el Partido Conservador se ve abocado a una nueva elección interna.
“Dada la situación, no puedo cumplir con el mandato para el cual fui elegida por el Partido Conservador”, declaró Truss, que se convirtió en el jefe del gobierno británico que menos tiempo pasó al mando del ejecutivo. Truss precisó que un nuevo proceso de votación interna será organizado de aquí al final de la próxima semana para elegir a su reemplazante.
Fueron 15 turbulentos días en los cuales Truss intentó llevar adelante una política económica ultraliberal que terminó por fracasar y derrumbar los mercados de ese país. Durante el transcurso de dicho fracaso fue perdiendo ministros clave.
Su salida se concreta luego de una reunión con el presidente del Comité de diputados conservadores en Downing Street y con su viceprimer ministra, Therese Coffey además del presidente del Partido Conservador, Jake Berry.
Truss afirmó que asumió el cargo con “la visión de hacer crecer la economía y bajar los impuestos aprovechando las libertades del Brexit”, en esa línea, Truss afirmó que “reconozco que, dada la situación, no puedo cumplir el mandato por el que fui electa por el Partido Conservador. Por tanto, he hablado con Su Majestad el Rey para comunicarle que renuncio como líder del Partido Conservador”.
El jefe de la oposición pide elecciones inmediatas. Keir Starmer, afirmó que “después de 12 años de fracaso Tory, el pueblo británico se merece algo mucho mejor que esta puerta giratoria del caos” y agregó que “en los últimos años, los conservadores establecieron impuestos récord, destrozaron nuestras instituciones y crearon una crisis del costo de la vida”.
El enfoque estará puesto en quién sucederá a Liz Truss en medio de las especulaciones en torno a postulaciones como la de Rishi Sunak o Penny Mordaunt. Quien ya dejó claro que no se presentará como candidato es el canciller Jeremy Hunt quien aclaró que no está disponible.
En su alocución de renuncia, Truss precisó que un nuevo proceso de votación interna será organizado de aquí al final de la próxima semana para elegir a su reemplazante.
El Partido conservador se enfrenta ahora al reto de conseguir a un líder que pueda federar al partido y tenga las espaldas para poder diseñar un programa para gestionar la situación económica tan tocada por la inflación, que ya supera el 10%.
La primera ministra británica Liz Truss anunció el jueves su dimisión apenas seis semanas después de llegar al poder, con lo que el Partido Conservador se ve abocado a una nueva elección interna.
“Dada la situación, no puedo cumplir con el mandato para el cual fui elegida por el Partido Conservador”, declaró Truss, que se convirtió en el jefe del gobierno británico que menos tiempo pasó al mando del ejecutivo. Truss precisó que un nuevo proceso de votación interna será organizado de aquí al final de la próxima semana para elegir a su reemplazante.
Fueron 15 turbulentos días en los cuales Truss intentó llevar adelante una política económica ultraliberal que terminó por fracasar y derrumbar los mercados de ese país. Durante el transcurso de dicho fracaso fue perdiendo ministros clave.
Su salida se concreta luego de una reunión con el presidente del Comité de diputados conservadores en Downing Street y con su viceprimer ministra, Therese Coffey además del presidente del Partido Conservador, Jake Berry.
Truss afirmó que asumió el cargo con “la visión de hacer crecer la economía y bajar los impuestos aprovechando las libertades del Brexit”, en esa línea, Truss afirmó que “reconozco que, dada la situación, no puedo cumplir el mandato por el que fui electa por el Partido Conservador. Por tanto, he hablado con Su Majestad el Rey para comunicarle que renuncio como líder del Partido Conservador”.
El jefe de la oposición pide elecciones inmediatas. Keir Starmer, afirmó que “después de 12 años de fracaso Tory, el pueblo británico se merece algo mucho mejor que esta puerta giratoria del caos” y agregó que “en los últimos años, los conservadores establecieron impuestos récord, destrozaron nuestras instituciones y crearon una crisis del costo de la vida”.
El enfoque estará puesto en quién sucederá a Liz Truss en medio de las especulaciones en torno a postulaciones como la de Rishi Sunak o Penny Mordaunt. Quien ya dejó claro que no se presentará como candidato es el canciller Jeremy Hunt quien aclaró que no está disponible.
En su alocución de renuncia, Truss precisó que un nuevo proceso de votación interna será organizado de aquí al final de la próxima semana para elegir a su reemplazante.
El Partido conservador se enfrenta ahora al reto de conseguir a un líder que pueda federar al partido y tenga las espaldas para poder diseñar un programa para gestionar la situación económica tan tocada por la inflación, que ya supera el 10%.
La primera ministra británica Liz Truss anunció el jueves su dimisión apenas seis semanas después de llegar al poder, con lo que el Partido Conservador se ve abocado a una nueva elección interna.
“Dada la situación, no puedo cumplir con el mandato para el cual fui elegida por el Partido Conservador”, declaró Truss, que se convirtió en el jefe del gobierno británico que menos tiempo pasó al mando del ejecutivo. Truss precisó que un nuevo proceso de votación interna será organizado de aquí al final de la próxima semana para elegir a su reemplazante.
Fueron 15 turbulentos días en los cuales Truss intentó llevar adelante una política económica ultraliberal que terminó por fracasar y derrumbar los mercados de ese país. Durante el transcurso de dicho fracaso fue perdiendo ministros clave.
Su salida se concreta luego de una reunión con el presidente del Comité de diputados conservadores en Downing Street y con su viceprimer ministra, Therese Coffey además del presidente del Partido Conservador, Jake Berry.
Truss afirmó que asumió el cargo con “la visión de hacer crecer la economía y bajar los impuestos aprovechando las libertades del Brexit”, en esa línea, Truss afirmó que “reconozco que, dada la situación, no puedo cumplir el mandato por el que fui electa por el Partido Conservador. Por tanto, he hablado con Su Majestad el Rey para comunicarle que renuncio como líder del Partido Conservador”.
El jefe de la oposición pide elecciones inmediatas. Keir Starmer, afirmó que “después de 12 años de fracaso Tory, el pueblo británico se merece algo mucho mejor que esta puerta giratoria del caos” y agregó que “en los últimos años, los conservadores establecieron impuestos récord, destrozaron nuestras instituciones y crearon una crisis del costo de la vida”.
El enfoque estará puesto en quién sucederá a Liz Truss en medio de las especulaciones en torno a postulaciones como la de Rishi Sunak o Penny Mordaunt. Quien ya dejó claro que no se presentará como candidato es el canciller Jeremy Hunt quien aclaró que no está disponible.
En su alocución de renuncia, Truss precisó que un nuevo proceso de votación interna será organizado de aquí al final de la próxima semana para elegir a su reemplazante.
El Partido conservador se enfrenta ahora al reto de conseguir a un líder que pueda federar al partido y tenga las espaldas para poder diseñar un programa para gestionar la situación económica tan tocada por la inflación, que ya supera el 10%.
