Miles de trabajadoras manipuladoras de alimentos se reunieron en la ciudad de Temuco este fin de semana para llevar a cabo un acto nacional donde reafirmaron su decisión de exigir que se cumpla con los acuerdos alcanzados con las autoridades de la Junaeb en el sentido de que cada funcionaria esté a cargo de la preparación de 70 raciones de comida para los niños y niñas de los establecimientos educacionales del país.
Marta Albornoz, tesorera de la Federación Nacional de Manipuladoras de Alimentos (FENAMA-PAE-PAP), explicó que “existe una metodología de medición que señala que cada una de nosotras estamos capacitadas para entregar el servicio a 70 niños. Y hoy en día tenemos algunas empresas, si bien son las menos, pero son las que abarcan mayor territorio en el país, que están tratando de pasar por alto este número y haciendo que las trabajadoras asuman una carga laboral mayor”.
La dirigenta explicó que en algunos casos se está llegando a que cada manipuladora esté a cargo de realizar hasta 120 raciones diarias, sin que esto signifique una mejor remuneración para las trabajadoras.
“Eso significa que el Estado, en este caso Junaeb que es que entrega los dineros para que se entreguen los servicios como corresponde y donde están las remuneraciones de las trabajadoras también, no tiene los medios suficientes como para fiscalizar esta situación”, puntualizó.
Albornoz agregó que “las empresas hacen este abuso y el sueldo de esa otra trabajadora que no se contrata está quedando en los bolsillos de alguien, pero no en la contratación de esa persona”.
La representante de la FENAMA agregó que al ser recursos del Estado, la fiscalización queda en manos de la Contraloría General, pero al externalizarse el servicio en empresas de privados, entonces debería asumir la Inspección del Trabajo, pero sólo desde cuando los dineros son depositados a las firmas que ejecutan los servicios.
“Ellos llegan hasta ese punto, pero la Inspección del Trabajo dice que solo puede regular desde este contrato hacia acá y desde este contrato hacia atrás lo tiene que ver la otra entidad y es ahí que se produce esta laguna legal que facilita que esta situación se extienda”, precisó.
Durante el evento las trabajadoras acordaron llevar estas exigencias a todos los organismos públicos y de gobierno para revertir esta situación y se fiscalice de manera eficiente y se termine con lo que consideran es un abuso hacia las manipuladoras.
Además, exigirán que se reduzca la carga de trabajo aumentando la contratación de operadoras y se mejore la calidad de los alimentos que son entregados a los miles de niñas y niños que reciben las raciones de alimento de la Junaeb.
Miles de trabajadoras manipuladoras de alimentos se reunieron en la ciudad de Temuco este fin de semana para llevar a cabo un acto nacional donde reafirmaron su decisión de exigir que se cumpla con los acuerdos alcanzados con las autoridades de la Junaeb en el sentido de que cada funcionaria esté a cargo de la preparación de 70 raciones de comida para los niños y niñas de los establecimientos educacionales del país.
Marta Albornoz, tesorera de la Federación Nacional de Manipuladoras de Alimentos (FENAMA-PAE-PAP), explicó que “existe una metodología de medición que señala que cada una de nosotras estamos capacitadas para entregar el servicio a 70 niños. Y hoy en día tenemos algunas empresas, si bien son las menos, pero son las que abarcan mayor territorio en el país, que están tratando de pasar por alto este número y haciendo que las trabajadoras asuman una carga laboral mayor”.
La dirigenta explicó que en algunos casos se está llegando a que cada manipuladora esté a cargo de realizar hasta 120 raciones diarias, sin que esto signifique una mejor remuneración para las trabajadoras.
“Eso significa que el Estado, en este caso Junaeb que es que entrega los dineros para que se entreguen los servicios como corresponde y donde están las remuneraciones de las trabajadoras también, no tiene los medios suficientes como para fiscalizar esta situación”, puntualizó.
Albornoz agregó que “las empresas hacen este abuso y el sueldo de esa otra trabajadora que no se contrata está quedando en los bolsillos de alguien, pero no en la contratación de esa persona”.
La representante de la FENAMA agregó que al ser recursos del Estado, la fiscalización queda en manos de la Contraloría General, pero al externalizarse el servicio en empresas de privados, entonces debería asumir la Inspección del Trabajo, pero sólo desde cuando los dineros son depositados a las firmas que ejecutan los servicios.
“Ellos llegan hasta ese punto, pero la Inspección del Trabajo dice que solo puede regular desde este contrato hacia acá y desde este contrato hacia atrás lo tiene que ver la otra entidad y es ahí que se produce esta laguna legal que facilita que esta situación se extienda”, precisó.
Durante el evento las trabajadoras acordaron llevar estas exigencias a todos los organismos públicos y de gobierno para revertir esta situación y se fiscalice de manera eficiente y se termine con lo que consideran es un abuso hacia las manipuladoras.
Además, exigirán que se reduzca la carga de trabajo aumentando la contratación de operadoras y se mejore la calidad de los alimentos que son entregados a los miles de niñas y niños que reciben las raciones de alimento de la Junaeb.
Miles de trabajadoras manipuladoras de alimentos se reunieron en la ciudad de Temuco este fin de semana para llevar a cabo un acto nacional donde reafirmaron su decisión de exigir que se cumpla con los acuerdos alcanzados con las autoridades de la Junaeb en el sentido de que cada funcionaria esté a cargo de la preparación de 70 raciones de comida para los niños y niñas de los establecimientos educacionales del país.
Marta Albornoz, tesorera de la Federación Nacional de Manipuladoras de Alimentos (FENAMA-PAE-PAP), explicó que “existe una metodología de medición que señala que cada una de nosotras estamos capacitadas para entregar el servicio a 70 niños. Y hoy en día tenemos algunas empresas, si bien son las menos, pero son las que abarcan mayor territorio en el país, que están tratando de pasar por alto este número y haciendo que las trabajadoras asuman una carga laboral mayor”.
La dirigenta explicó que en algunos casos se está llegando a que cada manipuladora esté a cargo de realizar hasta 120 raciones diarias, sin que esto signifique una mejor remuneración para las trabajadoras.
“Eso significa que el Estado, en este caso Junaeb que es que entrega los dineros para que se entreguen los servicios como corresponde y donde están las remuneraciones de las trabajadoras también, no tiene los medios suficientes como para fiscalizar esta situación”, puntualizó.
Albornoz agregó que “las empresas hacen este abuso y el sueldo de esa otra trabajadora que no se contrata está quedando en los bolsillos de alguien, pero no en la contratación de esa persona”.
La representante de la FENAMA agregó que al ser recursos del Estado, la fiscalización queda en manos de la Contraloría General, pero al externalizarse el servicio en empresas de privados, entonces debería asumir la Inspección del Trabajo, pero sólo desde cuando los dineros son depositados a las firmas que ejecutan los servicios.
“Ellos llegan hasta ese punto, pero la Inspección del Trabajo dice que solo puede regular desde este contrato hacia acá y desde este contrato hacia atrás lo tiene que ver la otra entidad y es ahí que se produce esta laguna legal que facilita que esta situación se extienda”, precisó.
Durante el evento las trabajadoras acordaron llevar estas exigencias a todos los organismos públicos y de gobierno para revertir esta situación y se fiscalice de manera eficiente y se termine con lo que consideran es un abuso hacia las manipuladoras.
Además, exigirán que se reduzca la carga de trabajo aumentando la contratación de operadoras y se mejore la calidad de los alimentos que son entregados a los miles de niñas y niños que reciben las raciones de alimento de la Junaeb.
