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“Dislocar la Herida”, exposición de artistas regionales que reflexiona sobre la ausencia de ruinas en Chile

Desde el 5 de noviembre el público podrá conocer distintas propuestas y prácticas artísticas en torno al resguardo de la memoria, el territorio y del patrimonio inmaterial como bien público.

Diario Uchile

  Martes 25 de octubre 2022 12:14 hrs. 
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La muestra organizada y producida por el argentino Eduardo Saubidet, “Dislocar la Herida”, se presentará en La Perrera, ubicada en Parque Los Reyes, entre Bulnes y Cueto en Santiago y se inaugurará el próximo 5 de noviembre y estará disponible hasta el 26 del mismo mes.

Cae_vista de frenteLa propuesta reúne a las artistas locales Caro Bloj (Santiago), Camila Bardehle (Valparaíso-Punta Arenas) y Daniela Castillo (Atacama), quienes de se adentran en la reflexión sobre la ausencia de ruinas en Chile como una metáfora sobre la memoria, a través del género textil, la instalación, la escultura y el video.

La relación de memoria y territorio está enlazada en esta muestra en el concepto de la ruina, específicamente sobre el espacio y el momento en que una cicatriz es causada en un territorio y sociedad, terminando entrelazada entre sus recuerdos y el paisaje. Bajo este precepto, es que esta exhibición pone sobre la mesa el resguardo de la memoria, el territorio y el del patrimonio inmaterial como bien público.

“Dislocar la Herida” trae una serie de proyecciones visuales, instalaciones y esculturas al edificio de La Perrera, que aluden a la dualidad del agua como espacio de refugio y de amenaza, asociado al tsunami del 2010 en Isla Robinson Crusoe, que luego se relaciona con la inundación de Epecuén, en Argentina, y que ahora viene a dialogar con el Río Mapocho.

La cineasta y escultora Caro Bloj, señaló que el video y la escultura “permiten reflexionar cómo la geografía esculpe la identidad de quienes habitan en territorios extremos del hemisferio sur”.

La artista visual Daniela Castillo interpelará a los públicos con las técnicas textiles, las cuales ha podido desarrollar desde una técnica propia que fusiona el gesto del coser y remendar -tan enraizado en nuestra cultura latinoamericana- con el dibujo académico, generando así una manifestación única en el campo del arte textil contemporáneo. De esa manera, Castillo instalará unos ojos inspirados en una niña de ocho metros de largo, así como otras piezas textiles que en la residencia en Argentina posicionó como instalaciones restaurativas de las ruinas, de las heridas.

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Por su lado, la también artista visual Camila Bardehle replicará un ejercicio realizado en la residencia de Epecuén, abordando la materialidad de la ruina y la carga simbólica de la misma como evidencia, pero también la pregunta sobre su aspecto patrimonial. “En mi trabajo me sitúo desde el territorio para indagar en el habitar desde el paisaje, naturaleza y ciudad, utilizando diversos lenguajes como instalación, acuarela, fotografía y video”, comentó.

Esta obra surgió a partir de la inquietud que portaban las tres artistas chilenas desde el otro lado de la cordillera, específicamente en una residencia en la localidad de Epecuén, al sur de Buenos Aires, un poblado que sufrió una inundación y que hoy porta una serie de ruinas. Fue en ese espacio de reflexión que las artistas chilenas se encontraron con Eduardo Saubidet, director de dicha residencia y hoy curador -quien establece un criterio para la selección de piezas y objetos que van a formar parte de de la misma-, de la muestra que trae parte de esa reflexión a Chile, específicamente a La Perrera.

Una herida puede generarse en varios planos de nuestra realidad, tanto físico y emocional, como también en el plano social y geográfico. Una herida nos recuerda nuestra vulnerabilidad, y nos lleva a reconocernos como parte de un todo. Es la ruina la que expone la herida, que da cuenta de un espacio vívido, cargado y expuesto a nuestras propias lecturas individuales, generando un reflejo de nuestra propia ruina”, señala el texto curatorial.

“La herida y su posterior huella se sitúa en la piel, en un plano corporal”, continúa. Ante esto es que la muestra se pregunta por: ¿dónde se sitúa la cicatriz de esa herida histórica? ¿Existe esa piel social? ¿Qué hacemos con nuestras heridas?

 

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