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Rusia y Ucrania se culpan mutuamente de eventual “bomba sucia”

El ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, alertó a sus colegas de Francia, Estados Unidos, el Reino Unido y Turquía por la posibilidad de que Ucrania, como maniobra provocadora, lance una “bomba sucia” sobre su propio territorio y culpe a Rusia.

Luis Hernán Schwaner

  Martes 25 de octubre 2022 8:29 hrs. 
Mindef Rusia Shoigu

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Según un comunicado emitido en París este lunes, la llamada de Shoigú a su homólogo francés, Sébastien Lecornu, se realizó a iniciativa del primero. Shoigú también habló el domingo con los responsables de Defensa británico, Ben Wallace; el turco, Hulusi Akar, y el estadounidense Lloyd Austin. Al respecto, no deja de ser significativo que en sólo tres días el ministro de Defensa ruso haya contactado por segunda vez al jefe del Pentágono. A todos ellos Shoigú denunció que Ucrania muestra “tendencias a una escalada incontrolable” del conflicto, por lo que el Kremlin teme que Zelenski tenga la intención de lanzar una “bomba sucia” sobre su propio territorio y culpar de ello a Rusia, generando así una “dura respuesta de Occidente”.

La razón de tan inusuales comunicaciones al más alto nivel de la Defensa entre Moscú y los cuatro gobiernos clave de la OTAN citados, se produce en un momento muy delicado, cuando el Kremlin teme nuevas represalias por parte de Kiev en este preciso punto del conflicto bélico. Hay que recordar que en 2003 Rusia y Estados Unidos firmaron en Viena -en la sede del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA)- un Tratado cuyo objetivo era evitar que organizaciones terroristas utilizaran materiales radiactivos para la elaboración y posterior uso de “bombas sucias”. El documento incluía medidas para retomar el control de material radioactivo de amplio rango que se usa en la industria o la medicina, el que eventualmente podría ser utilizado para fabricar ‘bombas sucias’.

Pero, hoy por hoy, la contravisión ofrecida por Kiev y que señala que Putin ha creado “una campaña de desinformación” que le permitiría tener “pretexto para una escalada” militar rusa, ha sido positivamente recibida en Occidente. Y ello siembra dudas sobre las intenciones de Moscú en Jersón, la ciudad del sur ucraniano donde los rusos están evacuando a la población civil desde hace varios días.

En una entrevista publicada el domingo por el diario Le Parisien, el embajador de Ucrania en París, Vadim Omelchenko, dijo que no podía excluir que Rusia ataque Jersón con un arma nuclear táctica en el momento en que las tropas ucranianas entren en la ciudad. El embajador también culpó a los rusos de usar escudos humanos para cubrir su retirada de Jersón y manifestó su temor de que destruyan la presa de Kajovka para inundar la región.

Un cruce de acusaciones con desmentidos por ambas partes. Según confirmó en su cuenta de Twitter el Ministro de Exteriores ucraniano, Dmitro Kuleba, Kiev no dispone de ese tipo de armas y en ningún caso se ha planteado su disposición. Agregó que su país está comprometido con el “Tratado sobre No Proliferación de las Armas Nucleares” y por tal razón no planea el uso de estas ‘bombas sucias’ a las que Rusia hace referencia. Asimismo, el titular de Exteriores ucraniano también mantuvo contactos al más alto nivel con sus colegas occidentales y el Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior y Seguridad, Josep Borrell, con el fin de tratar la situación actual con Rusia y los pasos a seguir en los próximos meses.

Pero, ¿qué es una bomba sucia? Se trata de un artefacto explosivo convencional pero   con capacidad para dispersar material radiactivo. Pese a contener ese tipo de material, no se trata de un arma nuclear propiamente tal pues su alcance y el daño que puede ocasionar resulta mínimo en relación al de una bomba atómica. Denominado también como dispositivo de dispersión radiológica, su carácter contaminante representa una amenaza grave para la salud de las personas, aunque cause una destrucción menor en comparación a las armas nucleares.

En detalle, se trata de una bomba que jamás se ha utilizado en combate y que contiene una combinación de explosivos equivalente a la dinamita mezclados con perdigones o polvo radioactivo. De manera alguna podría generar una explosión nuclear pero, si llegase a ser detonada, la explosión esparciría en el área elegida el material radioactivo que porta. El directivo de la agencia nuclear rusa Renat Karchaa, en declaraciones realizadas al canal de televisión ‘Rossiya 24′, aseguró que la detonación de un explosivo de estas características “podría afectar a decenas de miles de personas” y contaminar el paraje, al menos, durante tres décadas.

No obstante, en cuanto a daños y alcance, las consecuencias de una explosión de este tipo no son de ningún modo homologables con las horrorosas consecuencias causadas por las únicas bombas atómicas lanzadas sobre civiles inocentes en la Historia de la humanidad: aquellas que Estados Unidos dejó caer en agosto de 1945 sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki.

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