Luego de la derrota de Jair Bolsonaro, en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, las manifestaciones de protesta por parte de los seguidores del ex Mandatario que no aceptan la victoria del Partido de los Trabajadores (PT), han ido aumentando, con un ambiente cada vez más hostil.
En las últimas horas, desde el pasado domingo, según la Policía Federal de Carreteras, se han registrado 342 protestas -con bloqueos parciales o totales- en los 26 estados del país.
El presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Alexandre de Moraes, ordenó a la policía el levantamiento de los bloqueos de las carreteras y otras vías públicas, asegurando que “la Constitución, ciertamente, reconoce el derecho a la protesta”.
Sin embargo, de Moraes advirtió que este derecho no se puede ejercer “de forma abusiva y amenazando la protección de los derechos y libertades de los demás”.
Las multas
El presidente del Tribunal Supremo Electoral, sostuvo que si los transportistas no cumplen con la instrucción de mover las máquinas se exponen a ser multados con 100.000 reales por hora. Esto, equivale a US$ 19.305.
Particularmente, uno de los bloqueos que se ha considerado como el más complejo es el que afecta al estado de Mato Grosso (42), uno de los grandes productores de granos del país. Otros grandes bloqueos afectan a Santa Catarina (48), Rio Grande do Sul (43).
El silencio de Bolsonaro y las consecuencias
“El Presidente se fue a dormir”, fue, recordemos, la breve respuesta que el secretario de Jair Bolsonaro les dio a los ministros de gobierno que intentaron hablar con el mandatario en la noche de domingo, luego de que el Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil confirmara la victoria de Luiz Inácio Lula da Silva.
Algunos de los camioneros y manifestantes están denunciando que en las pasadas elecciones hubo fraude y exigen una intervención militar.
Pese a este escenario, el silencio que Jair Bolsonaro mantiene no sólo, a juicio de los expertos, tendrá como consecuencia directa el retraso en el inicio de la transición en Brasil, sino que en la medida en que éste continúe, las manifestaciones de protesta se multiplicarán.
Así es que el silencio de Bolsonaro no es sólo la demostración de que se niega a aceptar el triunfo de Luiz Inácio Lula da Silva, Janderson Maçanero, un camionero de Itajaí (Santa Catarina) afirmó que “es la posición del presidente la que va a determinar el rumbo de las protestas. Estamos esperando que hable. O Bolsonaro va a la guerra, o desaparece de la escena política, porque entonces es no el líder que pensábamos”.
Por su parte, otro de los testimonios que se han conocido, en el marco de las movilizaciones en Brasil es el de Wanderlei Dedeco, un camionero de Curitiba (Paraná), quien señaló que “las protestas están siendo hechas por camioneros enojados, que no aceptan perder, y por empresarios que creen que perderán algo con el gobierno de Lula. Pero la democracia estuvo presente ayer, así es cómo funciona el juego”.
Durante esta jornada, el silencio de Bolsonaro se podría interrumpir. El ministro de Comunicaciones, Fábio Faria, además de confirmó que hoy hablará el Presidente y que está discutiendo con el fiscal general del país, Bruno Bianco, medidas para garantizar el desbloqueo de las carreteras en varios estados brasileños.