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¿Huechuraba para quién? La disputa por la planificación territorial

Columna de opinión por Simón González
Miércoles 30 de noviembre 2022 8:34 hrs.


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En los últimos años, las y los pobladores de Huechuraba hemos levantado una crítica a la visión y proyección del desarrollo comunal orientado por el Municipio que encabeza Carlos Cuadrado (PPD). Junto a la histórica demanda por viviendas para las familias sin casa, hemos impulsado acciones contra el Centro de Eventos Espacio Riesco y el Helipuerto Santiago, debido a los fuertes ruidos molestos que producen de lunes a domingo, pero también sobre distintas obras públicas, como el teleférico, edificios ABC1 ubicados en zonas de alto valor natural, ensanches de calles y nuevas rutas con TAG, todas hechas a la medida de las inmobiliarias y concesionarias transnacionales.

Es así como algunas organizaciones sociales hemos impulsado un camino para que las y los pobladores influyamos en la planificación territorial, pero no de manera pasiva o simbólica, sino por medio de la participación política vinculante, para lo cual se requiere desarrollar fuerza social, ya que ningún proceso normado hoy asegura un espacio para nosotros.

En gran parte de las comunas del país, los proyectos de desarrollo comunal establecidos durante la dictadura han cambiado muy poco. Desde la creación de Huechuraba en base al DFL 1-3260 de marzo de 1981, el gobierno central estableció un tipo desarrollo comunal orientado a potenciar la industria y el turismo. Por un lado, se potenciaron zonas industriales en las parcelas del sector El Rosal y el Camino La Pirámide, que en los noventa se convirtió en la Ciudad Empresarial, y por otro lado, se buscó potenciar el turismo para aprovechar los cerros que rodean la comuna y el Santiago Paperchase Club, surgiendo más tarde el Espacio Riesco, el Speed Park Karting y el Helipuerto Santiago, a lo que se agrega el impulso que la ex alcaldesa Sofía Prats Cuthbert -designada en 1991 y reelecta en 1992 y 1996, y madre del actual alcalde- le dio al negocio inmobiliario, facilitando la construcción de condominios en el eje de Avenida Pedro Fontova, donde existe escasa infraestructura pública de educación y salud, entre otros servicios.

Durante los tres mandatos de Carlos Cuadrado (2013-2024) la comuna no ha superado los problemas de segregación, derivados de la deficiente planificación. Por ejemplo, se tardó años en generar una conectividad básica para el sector oriente, provocando enormes cuellos de botella producto del crecimiento inmobiliario desregulado, sumado a que durante las últimas semanas la empresa concesionaria Américo Vespucio Oriente (AVO) ha comenzado a cobrar el TAG para viajar hacia el sector oriente de la ciudad, dejando sin una ruta accesible a miles de personas que no pueden darse el lujo de pagar enormes sumas en peaje para ir a trabajar.

Asimismo, a mediados del año 2021 se aprobó la Modificación N°6 al Plan Regulador Comunal, habilitando el uso de suelo habitacional para un área de aproximadamente 30 hectáreas en el sector central de Ciudad Empresarial, donde hasta ese entonces sólo se permitía un uso de equipamiento comercial, cuyo efecto no es otro que aumentar la rentabilidad de suelos privatizados ante el estancamiento del arriendo de oficinas producto de la pandemia, pero sin ningún beneficio para las familias sin casa.

Esta misma zona de Ciudad Empresarial es la que se beneficiará con la construcción del Teleférico de Santiago, proyecto reactivado en julio por el actual gobierno de Boric, cuyo pago no está asociado al sistema público de transporte, pero que sí se financia con recursos públicos. Esta obra unirá a Ciudad Empresarial con el sector oriente de la capital, dejando fuera de esta red de conectividad a poblaciones como El Barrero y La Pincoya, pero también al sector de Pedro Fontova y Los Libertadores. Así, ante cada nueva inversión pública o privada, muchos pobladores y pobladoras nos preguntamos ¿para quién crece la comuna? ¿Para las empresas o para los pobladores?…

Más recientemente, a inicios de noviembre de este año, más de 160 vecinas y vecinos de la comuna, representado por el Movimiento Solidario Vida Digna, ingresamos un reclamo de ilegalidad contra la Resolución N°314/2022 de la Dirección de Obras Municipales (DOM) de Huechuraba, el que permitió ampliar el permiso de edificación provisorio del Helipuerto Santiago (propiedad de Juan Riesco, y de los ex ministros de Piñera, Alfredo Moreno y Félix de Vicente), cuyos ruidos molestos impiden el descanso, y peor aún, afectan la salud mental de muchos niños y niñas que tienen TEA y trastornos de sensibilidad, provocándoles continuas crisis, como hemos podido constatar. Por si fuera poco, las aeronaves de la entretención empresarial también superan el límite de ruido establecido en la ordenanza comunal, pese a lo cual nadie fiscaliza ni mucho menos sanciona.

De esta forma, el movimiento popular que se ha construido en la zona norte de Santiago no sólo se ha preocupado de pensar en lo que nos gustaría hacer, sino que también de lo que se puede hacer en este momento de la historia. Y en este sentido, nos encontramos en un momento donde a través de la protesta social es posible habilitar la participación popular en la toma de decisiones, donde las y los pobladores pueden y deben organizar sus problemáticas, convertirlas en demandas y estar en donde sea necesario para exigir que se hagan las cosas como nuestras vidas lo necesitan.

* El autor es vocero del Movimiento Solidario Vida Digna.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.