Necesario, pero no del agrado de muchos. Así algunos sectores políticos han evaluado el denominado “Acuerdo por Chile” para habilitar un proceso constituyente 2.0 a casi una semana de su anuncio.
Y es que parlamentarios- especialmente de Apruebo Dignidad- han informado el ingreso de indicaciones para resarcir lo que, a su juicio, se trata de un “excesivo tutelaje” en el mecanismo con que se elaborará la nueva constitución, una vez que la reforma comience a tramitarse en el Congreso y que para su aprobación requiere de un quórum de 4/7.
En entrevista con Radio Universidad de Chile, la diputada de Comunes y ex dirigente estudiantil, Emilia Schneider, destacó la necesidad de sellar este acuerdo, puesto que “había que destrabar de alguna forma el camino para que Chile tenga una nueva constitución democrática y deje atrás la Constitución de Pinochet. Ese es el objetivo de fondo, pero sin duda el acuerdo no nos deja del todo contentos, no es ideal”.
En ese sentido, expresó que “entendemos que una negociación hay dos partes y en esta pasada creo que la derecha, con la victoria del Rechazo debajo del brazo, fue capaz de imponer más sus términos. Valoro en todo caso que exista dentro del proceso un órgano 100% electo, que exista paridad de entrada y de salida, la participación de pueblos indígenas, pero lamento que existan otros elementos que restringen el debate democrático. Creo que ahí donde no llega el acuerdo, donde es ambiguo podemos disputarlo para introducir mejoras que pongan en el centro y le den la relevancia que merece la participación ciudadana”.
No obstante, aclaró que de cara a la discusión legislativa “los partidos que firmamos el acuerdo vamos a honrar la palabra empeñada sin duda, pero creo que hay que desdramatizar que algunos sectores, algunas personas hayamos señalado que efectivamente se le pueden hacer mejoras al proceso. Introducir mejoras que fortalezcan la democracia, la participación ciudadana es clave para su legitimidad. Entonces, creo que ambas cosas son compatibles”.
En esa línea, remarcó que “con todos los errores que hemos aprendido del proceso pasado algo que no podemos dejar de lado es la importancia de la participación ciudadana y creo que, si le podemos dar sustancia, contenido a lo que significa en este proceso y lo podemos mejorar en el Congreso va a ser un gran aporte”.
Respecto de los futuros órganos que participarán de la redacción de la nueva constitución, la diputada oficialista comentó que sobre los miembros que integrarán la Comisión Experta “lo más importante es que se entienda que su rol es de acompañamiento y sugerencia del proceso, pero quienes tienen que ser protagonistas de esto son las personas que van a ser electas por la ciudadanía”.
Asimismo, destacó la importancia de entender que las bases del proceso, si bien a su juicio quedaron cargadas ideológicamente hacia la derecha y hacia una mirada más conservadora, son “bordes” y no contenidos que deben quedar plasmados tal como están redactados, dentro de ellos cabe harta interpretación, harta discusión”.
Respecto a los planteamientos de algunos sectores para que ex mandatarios formen parte de la Comisión Experta o el Consejo Constitucional, la legisladora sostuvo que “cada fuerza política está en su legítimo derecho a proponer a quien considere pertinente mientras se atenga a los propios términos del acuerdo. Al menos no sería mi propuesta para expertos y expertas, creo que necesitamos renovar la política, relegitimar las instituciones y quizá eso puede ser un mensaje contradictorio para la ciudadanía, pero eso es un juicio personal y en ningún caso de desconocer el trabajo o el aporte que podrían hacer expresidentes y expresidentas de la República.
Por lo mismo, consideró que “desde nuestro sector, el Frente Amplio deberíamos pensar en proponer perfiles más cercanos a las ideas transformadoras, feministas que hemos impulsado”.
En cuanto a sus expectativas sobre el nuevo proceso, la diputada Emilia Schneider planteó que “su resultado depende de en qué medida la ciudadanía se empapa y se hace protagonista de él. Entiendo y comparto lo que han señalado muchas personas de que este no es el proceso ideal, pero creo que en ningún caso podemos renunciar a la disputa y regalar el proceso. Si ya damos el paso en dejar atrás la Constitución de Pinochet y tener una constitución que, en vez de amarrar los debates, los abre, por ejemplo, de la garantía de derechos sociales, que es una deuda en nuestro país, ya hemos avanzado. El llamado a la ciudadanía es a participar de este y si es posible mejorarlo cuenten con mi disposición en el Congreso”.