La decisión de rechazar el proyecto minero Dominga en el norte de la Región de Coquimbo por parte del comité de ministros, fue a juicio de la directora jurídica de la ONG Oceana, Javiera Calisto, como consecuencia de la serie de errores que desde un comienzo tuvo la dueña de la iniciativa, Andes Iron.

En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile en el programa Política en Vivo, la abogada explicó que “uno de los principales problemas que nosotros vimos desde un comienzo de la evaluación fue que el proyecto determinó que el área de influencia, esto es el área que el proyecto iba a afectar específicamente en el área marina, era muy acotado”.

Javiera Calisto indicó que Andes Iron hizo estudios que no daban cuenta del impacto que tendría el desarrollo de las operaciones, incluyendo el movimiento de carga en barcos que surcarían aguas cercanas a zonas de gran importancia natural y la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt.

Javiera Calisto explicó a Radio y Diario Universidad de Chile que “subsanar Dominga, la verdad es que no es posible porque es contraria a toda la institucionalidad”

“Distintos organismos con competencia ambiental como CONAF, SERNAPESCA, el Ministerio del Medio Ambiente, le requirieron en varias oportunidades que ellos ampliaran su línea de base y ellos lo hacen prácticamente cerrando el proceso de evaluación”, relató Calisto.

La abogada agregó que “esto significó que ellos ampliaran su análisis solamente haciendo testeos en terreno en septiembre que es invierno tardío y por lo tanto, no pudiendo ver la variabilidad estacional de la zona. Las distintas especies se encuentran en forma distinta en las distintas estaciones. Si uno lo compara con otros lugares que ellos midieron, ellos evaluaron en campañas en distintos años, durante tres años, mientras que en las zonas de las vías de navegación solamente lo hicieron una temporada”.

Por eso, precisó que “para varios científicos tanto nacionales como internacionales, es evidente que este proyecto no se evaluó de forma correcta y que de permitirse provocaría un impacto irreversible en este medio ambiente de gran valor para la biodiversidad”.

A lo anterior, agregó que “si comparamos la cantidad de instancias técnicas que han rechazado el proyecto hasta el día de hoy, son bastante mayoritarias” y puntualizó que “el proyecto Dominga no es posible subsanar porque la institucionalidad ambiental tiene límites, tiene plazos para que los proyectos no se vayan mejorando en el camino”, según establece la normativa medio ambiental a partir de una reforma introducida en 2010.

En ese caso, la representante de Oceana sostuvo que “Andes Iron podría presentar otro proyecto, pero subsanar Dominga, la verdad es que no es posible porque es contraria a toda la institucionalidad”.

Sin embargo, subrayó que “no podemos seguir con esta incertidumbre que afecta tanto a comunidades como a empresas. Este es un lugar que es incompatible con megaproyectos como el proyecto Dominga. Esta es una zona de gran biodiversidad y a la vez de gran sensibilidad. Hay una serie de especies que se encuentran en algún grado de conservación en peligro y por lo tanto debemos resguardarlas”.

Desde el punto de vista judicial y luego del anuncio de Andes Iron de que recurrirá la decisión del comité de ministros, Castillo indicó que mantener la iniciativa provocará más división en la comunidad.

“Desde nuestro punto de vista, el llamado a la empresa es que los estudios, además de ser insuficientes, ya son muy antiguos y uno de los temas más importantes del sistema de evaluación de impacto ambiental es poder tener información vigente de los lugares que se van a impactar para tomar las medidas adecuadas”, indicó la directora jurídica de la organización conservacionista.