En conversación con la primera edición de Radioanálisis, la diputada de Convergencia Social, Emilia Schneider, realizó una dura crítica a la posición política que ha tomado el Partido Republicano respecto de la administración del presidente Gabriel Boric.
A propósito de la acusación constitucional que presentó la colectividad fundada por el ex candidato José Antonio Kast contra el ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson, la parlamentaria sostuvo que a su juicio el libelo “no tenía ningún asidero político, sino que buscaba más bien hacer un punto, atacar al Gobierno, entorpecer el debate en el Congreso”.
En ese sentido, Schneider planteó que este tipo de ataques por parte de republicanos “no es algo nuevo”. “Es el libreto habitual de la ultraderecha que busca reventar los espacios de debate, deteriorar también las instituciones, alejándolas de las preocupaciones de la ciudadanía y en definitiva haciéndonos perder tiempo al Gobierno y también en el Congreso de trabajar en lo realmente importante, que son las urgencias de las personas, las reformas que tenemos”, señaló.
Asimismo, dijo sentirse preocupada por esta situación, destacando que “efectivamente los republicanos se han dedicado durante este tiempo a hacer polémicas muy vacías de contenido, andar ‘funando’ a diputados de derecha. Yo siempre lo veo como que Pancho Malo, el Team Patriota, el pastor Soto hacen el trabajo de la ultraderecha en la calle y los republicanos hacen el trabajo de la ultraderecha en el Congreso, pero son muy similares, básicamente buscan polémicas que nos distraen de los temas de fondo, nunca tienen propuestas de fondo”.
“Critican al Gobierno en materia de seguridad, pero yo no he escuchado ninguna propuesta seria en materia de seguridad de su parte. He escuchado propuestas de Chile Vamos que a mí no me parecen, pero del Partido Republicano no he escuchado ninguna propuesta porque realmente, en los hechos, creo que no lo harían muy distinto ni de lo que le hacen a la ministra (Carolina) Tohá ni de lo que propone el resto de la oposición”, comentó la legisladora.
En esa línea, recalcó que “ellos siempre han buscado una excusa para no llegar a acuerdos, para evitar el diálogo y porque yo creo que efectivamente es una estrategia de la ultraderecha en el mundo de dar estas peleas que exaltan de alguna manera el tradicionalismo y que se aprovechan –he sido blanco predilecto- de las luchas de algunos grupos históricamente excluidos, como las diversidades sexuales, las mujeres, que empezamos a tener más voz en el debate político y buscan ahí al enemigo para desviar el fondo de lo que está ocurriendo”.
Sobre esto último, realizó un paralelo con lo sucedido en Brasil, apuntando que “(Jair) Bolsonaro con toda esta performance de ultraderecha lo que aprovechó de hacer fue retroceder en muchas garantías de servicio público, de servicios sociales por esta mirada neoliberal y eso implicó que, por ejemplo, en Brasil volviera el hambre (…) Es decir, sus propuestas, sus miradas tan radicales en el mundo tampoco han tenido resultados, pero en el fondo eso es lo que tratan de hacer, armar un voladero de luces para exaltar los sentidos más conservadores de la población”.
Por lo mismo, la diputada afirmó que “hoy y en varios otros momentos, por ejemplo, en la discusión de la mesa de seguridad, si es que el resto de la derecha vuelve a sentarse a conversar, se va a ver finalmente si es que eso que dicen que son distintos, que la ultraderecha es distinta a la derecha se tiene que notar con acciones, porque hasta el momento lo que ha logrado el Partido Republicano, pasando a segunda vuelta con sus ‘funas’, con sus estridencias es tener un tanto atemorizados creo a Chile Vamos de que les vaya mejor en las elecciones”, por lo que instó a este último sector a “hacer un cerco sanitario con la ultraderecha”.