Este martes se ha convocado a una marcha nacional en Lima adonde han llegado gremios desde distintas partes del país. La represión policial ya ha dejado cerca de medio centenar de muertos y el ministro del Interior ha anunciado que la policía está preparada para hacer frente a nuevas marchas.
Sin comida ni agua
La crisis política que vive Perú empieza a generar daños colaterales con sus países vecinos como Bolivia, que en la actualidad cuenta con centenares de camiones varados en la zona fronteriza de Desaguadero, tanto del lado de salida como de entrada.
Una situación insostenible para estos transportistas que tras más de 15 días frenados se encuentran sin agua y sin comida. “Aproximadamente ya son dos semanas de que estamos con el problema. Ya antes de Navidad pobladores de ese sector habían bloqueado. Hay aproximadamente entre mil camiones que están entre la frontera y otras carreteras que van principalmente hacia Lima, porque es el principal socio económico que tiene el país”, indica Marcelo Cruz,presidente de la Asociación de Transporte Pesado Internacional y Nacional (Asociatrin) de Bolivia.
“Indudablemente están sin comida, sin agua, porque hay un tipo de amenaza de estos pobladores radicales que están haciendo las movilizaciones en el Perú, de no permitir que se venda comida a los transportistas. No hay elementos necesarios como baños portátiles. En esta situación no pueden tampoco retroceder porque están trancados”, detalla Cruz.
90 millones de dólares
Las pérdidas económicas para los transportistas y exportadores bolivianos rondan entre los cuatro y seis millones de dólares por día, explica la gerente técnica del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), María Esther Peña: “Estamos hablando de por lo menos unos 90 millones de dólares, ya en pérdidas, si hablamos de seis millones de dólares por día, con aquellos centenares de camioneros con transporte de exportación e importación varado lastimosamente vía Desaguadero”.
“Estas afectaciones de los seis millones de dólares día están adoleciendo no solamente económicamente a nuestro país, sino también es una pérdida intangible de la imagen como país para hacer negocios y de los cuales tantos clientes como productores y exportadores nos ha costado tiempo y dinero obtener”, lamenta Peña.
Más del 40% del comercio exterior boliviano se mueve por los puertos del sur de Perú, según informes oficiales del gobierno de Bolivia.
En el ámbito diplomático, hubo un intercambio de protestas tras declaraciones del presidente boliviano Luis Arce que fueron consideradas por Lima como una “injerencia”.Sobre la crisis peruana, Arce afirmó: “No por nada tenemos los conflictos aquí cerquita a nuestro país, en el Perú, donde tenemos al pueblo peruano en una lucha por recuperar su democracia y también por recuperar el derecho a elegir un gobierno que los represente”.