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La memoria de las manos, una travesía por el patrimonio artesanal de Chile: “Solo se puede proteger lo que se valora y conoce”

La publicación de la Fundación Artesanías de Chile analiza los resultados del “Proyecto Educativo Artesanías en tu Región 2015-2019” que se desarrolló en 38 establecimientos entre Arica y Parinacota hasta Los Lagos. Principalmente, en zonas rurales.

Diana Porras

  Lunes 30 de enero 2023 12:29 hrs. 
Visita mediada Rivadavia

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Víctor Cuminao es maestro artesano de tallado en madera de Liquiñe. Esta localidad – “ojos lagrimosos” en Mapuzugun- es un poblado campesino rodeado de cerros y montañas, fronterizo con Argentina. Victor heredó de su padre, Manuel Cuminao, el talento de dar forma a este noble material.

En 2015, se sumó al equipo del “Proyecto Educativo Artesanías en tu Región” a cargo de dictar talleres de tallado de una pifilka: instrumento tradicional mapuche que corresponde a una flauta de madera que tiene el don de reproducir el cantar de las aves.

“Trabajar en los colegios para mí fue algo nuevo. Cuando comenzamos iba con un poco de miedo porque estudié en la zona y nosotros éramos mal mirados por ser mapuche. Mis papás la lengua no la hablan por la discriminación” recuerda Víctor. Luego de la experiencia destaca: “Era algo nuevo ver todo el trabajo que hay detrás para hacer una pieza”.

El relato de Victor Cuminao se suma a la experiencia de más de cuarenta maestras y maestros artesanos en una iniciativa que se extendió por cinco años. En el libro “La Memoria de las manos” se revelan los diagnósticos, vivencias y proyección de este trabajo que se desarrolló en diez regiones de Chile.

El texto es resultado de un estudio realizado en el marco de la investigación anual 2020 de la Fundación Artesanías de Chile. El objetivo inicial fue registrar, en la forma de una publicación, las actividades realizadas en el “Proyecto Educativo Artesanías en tu Región (2015-2019)”.

libro 1

La ejecución se desarrolló en 38 establecimientos públicos desde la región de Arica y Parinacota hasta la región de Los Lagos: 31 escuelas rurales, 5 urbanas y 2 jardines infantiles en zonas rurales.

Sandra Coppia, a cargo del proyecto que se enfocó en los estudiantes de ciclo básico, comenta que uno de los aspectos centrales del trabajo consideraba “la urgencia de contribuir a la sensibilización y toma de conciencia de generaciones jóvenes de la importancia del patrimonio artesanal de Chile”. Textilería aymara en el norte, Alfarería de Quinchamalí en Ñuble, Cestería en los Lagos, Textilería mapuche en La Araucanía y Textilería chilota son algunos de los oficios.

libro 2

“Hablamos de saberes ancestrales que son propios de una localidad, vinculados con un territorio, que se traspasan de generación en generación. De ahí el nombre del libro: La memoria de las manos” afirma Coppia, quien fue encargada del Área de Educación (2015-2020) de la Fundación Artesanías de Chile.

Contribuir a los procesos de descentralización cultural fue uno de los objetivos de este proyecto que se vinculaba con las comunidades educativas: directivos, profesores, maestros y maestras artesanas, estudiantes y sus familias.

“Llegábamos antes para armar (el itinerario), trabajábamos en la escuela de lunes a viernes. Es diferente ir por unas horas a instalarse por mas días porque se empieza a armar una dinámica” relata Sandra Coppia en entrevista con Diario y Radio Universidad de Chile.

Foto Sandra Coppia

Sandra Coppia

Se denominaban las Semanas Educativas que incluían una serie de actividades: visita mediada, exposición interactiva y el taller de artesanías que terminaba con una muestra  de sus trabajos. ¿Cómo fue la recepción? La investigadora de textiles andinos y artista textil afirma que “en algunas escuelas estaban sensibilizados, pero en otras no. Hay personas que no sabían y, en ese sentido, era muy importante emocionar a las personas”.

Sandra Coppia destaca la metodología educativa que se utilizó para el proyecto: modelo pedagógico constructivista. Se concibe “el aprendizaje como un proceso activo que transforma las estructuras mentales, creando nuevas conexiones y facilitando la solución de problemas”, según se cita en el libro. Sumado a una educación patrimonial y artística.

“Siempre teníamos presente una serie de acciones que le llamamos cadena de puesta en valor, la premisa es que solo se puede proteger lo que se valora y conoce” reflexiona la también Magíster en Teoría e Historia del Arte de la Universidad de Chile.

Luego del taller, las piezas elaboradas se valoraban en la muestra como una caracterización no solo de la región sino que con una mirada de país. “Hablan de nuestra identidad mestiza” menciona Coppia. Y agrega: “El guión estaba abierto, la exposición era abierta porque se sumaban piezas familiares”.

Cierre Colchane

Cierre en Colchane

En el libro “La memoria de las manos”, los actores involucrados realizan un balance de la experiencia. ¿Qué pasa con la herencia cultural?

“Los alumnos rurales a través de estos talleres reafirmaron su identidad y fortalecieron sus nexos familiares, sobre todo con los abuelos. Sintieron que se reintegraban al territorio. Hay una gran necesidad de nuestros estudiantes de sentir pertenencia adonde están y estos talleres les dan eso: muestran su historia dentro de su contexto y eso es muy importante” dice Rubén Concha, gestor cultural San Pedro de Atacama, Antofagasta.

“No fue debut y despedida”

Al analizar los resultados, se dio una continuidad con la labor educativa realizada. Se presentaron distintas modalidades para llevar a cabo los talleres sobre patrimonio artesanal local: extraprogramáticos (fuera de la Jornada Escolar Completa), libre elección (dentro de la JEC), dentro de la asignatura de Artes Visuales y Lengua Indígena (escuelas sin Programa de Educación Intercultural Bilingüe) o dentro de la asignatura de Lengua Indígena en el marco del PEIB. También en una unidad de aprendizaje sobre tradición artesanal local (inserta en la asignatura de Artes Visuales).

“Cuando hicimos las entrevistas para el libro nos dimos cuenta que habían resultados concretos y que habían pasado muchas cosas después de que pasamos con la semana educativa” recuerda Sandra Coppia. En 24 de los 38 establecimientos se observó una proyección: un 63 por ciento.

La investigadora pone atención cuando se mira en detalle por territorios porque “específicamente, en el Norte Grande y en el Sur este porcentaje fue un poco mayor con 71,4 por ciento”.

“Y me gusta traer las palabras de Jorge Vargas, director de la casa de cultura de Vicuña: esto no fue debut y despedida” comenta emocionada por el impacto de la iniciativa que no tenía esta continuidad como uno de sus objetivos.

TemulemuJUNJI We Choyun taller

Temulemu Jardín Intercultural. Taller We Choyun

 

Julio Delgadillo, profesor encargado de la Escuela Paula Jaraquemada de Chapilca, participó de la Semana Educativa de Diaguitas (Vicuña, región de Coquimbo).

“Para mi escuela quisiera ver un telar de palo plantado y una monitora enseñando a los niños en un lugar, bajo un techito. En la medida que ustedes como institución sigan preocupándose primero de las mamás artesanas, ellas van a motivar a sus hijos. Y nosotros como escuela haremos el resto” reflexiona Delgadillo en la publicación de la Fundación Artesanías de Chile.

Para Sandra Coppia, en la artesanía tradicional hay un sinnúmero de conocimientos que son transversales donde convergen todas estas asignaturas de la malla curricular.

“Se le podría sacar mucho más provecho. Me ha pasado, por ejemplo, ver en regiones a niños que trabajan en Artes Visuales con goma eva en el campo… Y esto, siendo heredera de tremendas tradiciones con una materia prima que está cercana. Por eso el papel de la escuela es fundamental”.

“Tenemos una responsabilidad”

A finales de 2022, se anunció que la Alfarería de Quinchamalí ingresó a la Lista de Salvaguardia Urgente de Patrimonio Cultural Inmaterial de Unesco. “Este patrimonio de la zona del Ñuble, que se transmite de generación en generación, es conservado por las comunidades en constante interacción con la naturaleza y su historia” se destacaba en noviembre pasado.

quinchamali

 

En mayo de 2015, el equipo de educación de la Fundación llegó a la zona para ejecutar su primera Semana Educativa (Chillán, región de Ñuble). En esa oportunidad, además de vivenciar el oficio local, interactuaron con otras tradiciones: cestería, textiles y tallado en madera. ¿Por qué? Para generar una comprensión y experiencia integral del patrimonio artesanal de Chile.

Armando Bórquez está a cargo de la Escuela de Quinchamalí desde 2013. “Para nosotros la visita fue el paso inicial para promover la alfarería” afirma el director del establecimiento.

“Esa semana fue muy significativa para la escuela, la comunidad educativa, me refiero a profesores, niños y apoderados, invitando a las artesanas de la zona a trabajar con los estudiantes” menciona en conversación con nuestro medio.

Foto Armando Bórquez

Armando Bórquez

En 2014, se había creado el “Taller de Artesanitos”, actividad extraprográmatica a cargo de la alfarera Marcela Rodríguez. Sin embargo, con el trabajo de la Fundación se vio la factibilidad de hacer un trabajo con toda la escuela.

“Se sumó una unidad de aprendizaje desde 2015 y cada mes, un niño se prepara en alfarería. Todo el procedimiento:  el cocimiento y luego el producto elaborado” cuenta Bórquez.

En este camino, los estudiantes también son representantes fuera de su territorio. “Hemos ido a Temuco y Pomaire. Donde ellos mismos terminan valorando más su alfarería porque, a diferencia de otras técnicas, es todo manual. Tuvimos la suerte de ir también a Argentina a una exposición internacional” menciona el director.

Luego de la decisión de Unesco, Armando Bórquez da cuenta de recientes reuniones con autoridades regionales para avanzar en este rescate. Entre ellas, con el seremi de educación.

Tenemos un gran desafío. Hay una gran responsabilidad y tenemos que estar unidos. Para que en cuatro años más cuando la Unesco evalúe nuestras acciones, quedemos todos contentos” concluye.

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