Este miércoles se presentará en la Corte Interamericana de Derechos Humanos el hijo del periodista José Carrasco Tapia, Iván Carrasco, para reclamar en la instancia la rebaja a las condenas de los responsables del crimen de su pare ocurrido la madrugada del 8 de septiembre de 1986 como represalia por el atentado que horas antes había realizado un comando del Frente Patriótico Manuel Rodríguez contra el dictador Augusto Pinochet en el Cajón del Maipo.
La audiencia en la que se escuchará a Iván Carrasco se da luego que las abogadas Karinna Fernández, Magdalena Garcés y Jimena Reyes presentaran ante la CIDH un recurso apelando por las rebajas en los casos de 49 detenidos desaparecidos y ejecutados políticos, responsabilizando por ello al Estado de Chile al aplicar la figura de la media prescripción lo que atenta contra los tratados internacionales suscritos por el país en materia de crímenes de lesa humanidad.
En todos los casos se hizo la investigación judicial correspondiente porque se trataban de delitos contra los derechos humanos y por lo tanto la responsabilidad penal no se prescribe con el paso del tiempo. Sin embargo, con la llegada del ministro Hugo Dolmescht a la Corte Suprema en 2006, se comenzó a aplicar la media prescripción permitiendo que los condenados por estos crímenes se vieran beneficiados con la rebaja de sus penas por el paso del tiempo.
En una declaración pública, el Consejo Metropolitano del Colegio de Periodistas recordó que José Carrasco además de ser dirigente de ese gremio al momento de ser asesinado, era además editor internacional de la revista Análisis y militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).
“Pepe Carrasco fue acribillado el 8 de septiembre de 1986 en la avenida El Salto, al costado del Cementerio Parque del Recuerdo, luego que agentes de la CNI lo sacaran de su casa en la madrugada, a vista de sus hijos y de su pareja. ‘Soy periodista, soy periodista’, fueron sus últimas palabras, esperando recibir clemencia, pero no, sus verdugos le dieron 14 balazos en su cabeza para acallar su voz y vengar el atentado que el dictador Augusto Pinochet había logrado sortear”, señala el comunicado.
El gremio de los periodistas agrega que “este miércoles a las 12 horas en Chile y 9 horas en Costa Rica, acompañaremos en la distancia a su hijo, Iván Carrasco Mora, quien va a representar a todas las familias de las víctimas que exigen justicia”.
El consejo indicó además que estarán expectantes a los relatos de Iván Carrasco y del representante de la Corte Suprema quien será el encargado de justificar la implementación de la media prescripción realizada a los autores del crimen del periodista.
“Con Pepe Carrasco en el corazón y por todas las víctimas, esperamos que, a 50 años del golpe cívico-militar, no existan dudas de lo improcedente de esta práctica judicial que solo trae más impunidad”, concluye el documento.
En el caso de José Carrasco, la Corte Suprema determinó en agosto de 2009 la rebaja de las condenas a todos los involucrados. El jefe operativo de la CNI, Álvaro Corbalán, se sustituyó la pena de 18 a 12 años de presidio y en los casos del exoficial de Carabineros Iván Quiroz y el exoficial del Ejército Jorge Vargas, las penas se redujeron de 13 a siete años de presidio. El máximo tribunal rebajó además a penas remitidas a 11 exagentes de la CNI que operaron la madrugada del 8 de septiembre de 1986 en Santiago por orden del propio Pinochet.
Este miércoles se presentará en la Corte Interamericana de Derechos Humanos el hijo del periodista José Carrasco Tapia, Iván Carrasco, para reclamar en la instancia la rebaja a las condenas de los responsables del crimen de su pare ocurrido la madrugada del 8 de septiembre de 1986 como represalia por el atentado que horas antes había realizado un comando del Frente Patriótico Manuel Rodríguez contra el dictador Augusto Pinochet en el Cajón del Maipo.
La audiencia en la que se escuchará a Iván Carrasco se da luego que las abogadas Karinna Fernández, Magdalena Garcés y Jimena Reyes presentaran ante la CIDH un recurso apelando por las rebajas en los casos de 49 detenidos desaparecidos y ejecutados políticos, responsabilizando por ello al Estado de Chile al aplicar la figura de la media prescripción lo que atenta contra los tratados internacionales suscritos por el país en materia de crímenes de lesa humanidad.
En todos los casos se hizo la investigación judicial correspondiente porque se trataban de delitos contra los derechos humanos y por lo tanto la responsabilidad penal no se prescribe con el paso del tiempo. Sin embargo, con la llegada del ministro Hugo Dolmescht a la Corte Suprema en 2006, se comenzó a aplicar la media prescripción permitiendo que los condenados por estos crímenes se vieran beneficiados con la rebaja de sus penas por el paso del tiempo.
En una declaración pública, el Consejo Metropolitano del Colegio de Periodistas recordó que José Carrasco además de ser dirigente de ese gremio al momento de ser asesinado, era además editor internacional de la revista Análisis y militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).
“Pepe Carrasco fue acribillado el 8 de septiembre de 1986 en la avenida El Salto, al costado del Cementerio Parque del Recuerdo, luego que agentes de la CNI lo sacaran de su casa en la madrugada, a vista de sus hijos y de su pareja. ‘Soy periodista, soy periodista’, fueron sus últimas palabras, esperando recibir clemencia, pero no, sus verdugos le dieron 14 balazos en su cabeza para acallar su voz y vengar el atentado que el dictador Augusto Pinochet había logrado sortear”, señala el comunicado.
El gremio de los periodistas agrega que “este miércoles a las 12 horas en Chile y 9 horas en Costa Rica, acompañaremos en la distancia a su hijo, Iván Carrasco Mora, quien va a representar a todas las familias de las víctimas que exigen justicia”.
El consejo indicó además que estarán expectantes a los relatos de Iván Carrasco y del representante de la Corte Suprema quien será el encargado de justificar la implementación de la media prescripción realizada a los autores del crimen del periodista.
“Con Pepe Carrasco en el corazón y por todas las víctimas, esperamos que, a 50 años del golpe cívico-militar, no existan dudas de lo improcedente de esta práctica judicial que solo trae más impunidad”, concluye el documento.
En el caso de José Carrasco, la Corte Suprema determinó en agosto de 2009 la rebaja de las condenas a todos los involucrados. El jefe operativo de la CNI, Álvaro Corbalán, se sustituyó la pena de 18 a 12 años de presidio y en los casos del exoficial de Carabineros Iván Quiroz y el exoficial del Ejército Jorge Vargas, las penas se redujeron de 13 a siete años de presidio. El máximo tribunal rebajó además a penas remitidas a 11 exagentes de la CNI que operaron la madrugada del 8 de septiembre de 1986 en Santiago por orden del propio Pinochet.
Este miércoles se presentará en la Corte Interamericana de Derechos Humanos el hijo del periodista José Carrasco Tapia, Iván Carrasco, para reclamar en la instancia la rebaja a las condenas de los responsables del crimen de su pare ocurrido la madrugada del 8 de septiembre de 1986 como represalia por el atentado que horas antes había realizado un comando del Frente Patriótico Manuel Rodríguez contra el dictador Augusto Pinochet en el Cajón del Maipo.
La audiencia en la que se escuchará a Iván Carrasco se da luego que las abogadas Karinna Fernández, Magdalena Garcés y Jimena Reyes presentaran ante la CIDH un recurso apelando por las rebajas en los casos de 49 detenidos desaparecidos y ejecutados políticos, responsabilizando por ello al Estado de Chile al aplicar la figura de la media prescripción lo que atenta contra los tratados internacionales suscritos por el país en materia de crímenes de lesa humanidad.
En todos los casos se hizo la investigación judicial correspondiente porque se trataban de delitos contra los derechos humanos y por lo tanto la responsabilidad penal no se prescribe con el paso del tiempo. Sin embargo, con la llegada del ministro Hugo Dolmescht a la Corte Suprema en 2006, se comenzó a aplicar la media prescripción permitiendo que los condenados por estos crímenes se vieran beneficiados con la rebaja de sus penas por el paso del tiempo.
En una declaración pública, el Consejo Metropolitano del Colegio de Periodistas recordó que José Carrasco además de ser dirigente de ese gremio al momento de ser asesinado, era además editor internacional de la revista Análisis y militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).
“Pepe Carrasco fue acribillado el 8 de septiembre de 1986 en la avenida El Salto, al costado del Cementerio Parque del Recuerdo, luego que agentes de la CNI lo sacaran de su casa en la madrugada, a vista de sus hijos y de su pareja. ‘Soy periodista, soy periodista’, fueron sus últimas palabras, esperando recibir clemencia, pero no, sus verdugos le dieron 14 balazos en su cabeza para acallar su voz y vengar el atentado que el dictador Augusto Pinochet había logrado sortear”, señala el comunicado.
El gremio de los periodistas agrega que “este miércoles a las 12 horas en Chile y 9 horas en Costa Rica, acompañaremos en la distancia a su hijo, Iván Carrasco Mora, quien va a representar a todas las familias de las víctimas que exigen justicia”.
El consejo indicó además que estarán expectantes a los relatos de Iván Carrasco y del representante de la Corte Suprema quien será el encargado de justificar la implementación de la media prescripción realizada a los autores del crimen del periodista.
“Con Pepe Carrasco en el corazón y por todas las víctimas, esperamos que, a 50 años del golpe cívico-militar, no existan dudas de lo improcedente de esta práctica judicial que solo trae más impunidad”, concluye el documento.
En el caso de José Carrasco, la Corte Suprema determinó en agosto de 2009 la rebaja de las condenas a todos los involucrados. El jefe operativo de la CNI, Álvaro Corbalán, se sustituyó la pena de 18 a 12 años de presidio y en los casos del exoficial de Carabineros Iván Quiroz y el exoficial del Ejército Jorge Vargas, las penas se redujeron de 13 a siete años de presidio. El máximo tribunal rebajó además a penas remitidas a 11 exagentes de la CNI que operaron la madrugada del 8 de septiembre de 1986 en Santiago por orden del propio Pinochet.
