La Corte Suprema condenó a una pena de tres años al excoronel de Ejército y exalcalde de Providencia Cristián Labbé por la aplicación de torturas contra cuatro detenidos, hecho ocurrido en un recinto de la localidad de Panguipulli entre los meses de octubre y noviembre de 1973.
Sin embargo, el máximo tribunal consideró que por la edad del acusado, la pena debe ser cumplida de manera remitida, es decir, en libertad.
Así lo estableció la Segunda Sala Penal integrada por los ministros Haroldo Brito, Manuel Antonio Valderrama, Jorge Dahm y las ministras María Teresa Letelier y Dobra Lusic.
El fallo rechazó el recurso de casación presentado por la defensa de Labbé que buscaba revertir la sentencia de primera instancia donde se estableció la responsabilidad del entonces oficial en los hechos.
Amparado en tratados internacionales de protección de derechos de adultos mayores, la corte estableció que “la normativa internacional de los derechos humanos, interpretada en su conjunto, no prohíbe ni excluye la sustitución de la pena privativa de libertad por la remisión condicional, aún tratándose de delitos que deben calificarse como violaciones a los derechos humanos”.
Labbé, de 74 años de edad, participó en su calidad de oficial de Ejército en el rastreo y detención de opositores al recién instalado régimen dictatorial en una operación que se llevó a cabo desde Concepción a Valdivia, la que fue conocida como “Operación Peineta” por la prensa de la época y que incluso fue retratada con reportajes en medios como Revista Vea.
En el despliegue comandado por el general Nilo Floody (fallecido en 2013), se detuvo a cuatro personas en la localidad de Futrono, los que fueron llevados en helicóptero hasta Panguipulli donde fueron sometidos a diferentes apremios ilegítimos por parte de Labbé y otros funcionarios militares.
Uno de ellos, Harry Edwars Cohen Vera de 26 años, relata que fue cubierto con un saco y amarrado con sus brazos en la espalda, fue colgado y solo se le permitió tocar el suelo con la punta de sus pies.
“En ese momento es interrogado por tres militares, respecto de los cuales pudo identificar la voz de aquel oficial corpulento (Cristián Labbé) descrito en el punto precedente, quien en forma burlesca realizaba reiterados alcances a su origen semita. Que en dicho interrogatorio conectaron electrodos en su tobillo y muñecas, los cuales en forma sistemática producían descargas eléctricas cada vez más intensas, al mismo tiempo en que era interrogado”, señala el fallo.
Relatos similares y testimonios que posicionan tanto a Cohen como a otros detenidos en el mismo lugar, permitieron determinar que Labbé era parte del grupo de torturadores.
Conozca el fallo completo acá:
La Corte Suprema condenó a una pena de tres años al excoronel de Ejército y exalcalde de Providencia Cristián Labbé por la aplicación de torturas contra cuatro detenidos, hecho ocurrido en un recinto de la localidad de Panguipulli entre los meses de octubre y noviembre de 1973.
Sin embargo, el máximo tribunal consideró que por la edad del acusado, la pena debe ser cumplida de manera remitida, es decir, en libertad.
Así lo estableció la Segunda Sala Penal integrada por los ministros Haroldo Brito, Manuel Antonio Valderrama, Jorge Dahm y las ministras María Teresa Letelier y Dobra Lusic.
El fallo rechazó el recurso de casación presentado por la defensa de Labbé que buscaba revertir la sentencia de primera instancia donde se estableció la responsabilidad del entonces oficial en los hechos.
Amparado en tratados internacionales de protección de derechos de adultos mayores, la corte estableció que “la normativa internacional de los derechos humanos, interpretada en su conjunto, no prohíbe ni excluye la sustitución de la pena privativa de libertad por la remisión condicional, aún tratándose de delitos que deben calificarse como violaciones a los derechos humanos”.
Labbé, de 74 años de edad, participó en su calidad de oficial de Ejército en el rastreo y detención de opositores al recién instalado régimen dictatorial en una operación que se llevó a cabo desde Concepción a Valdivia, la que fue conocida como “Operación Peineta” por la prensa de la época y que incluso fue retratada con reportajes en medios como Revista Vea.
En el despliegue comandado por el general Nilo Floody (fallecido en 2013), se detuvo a cuatro personas en la localidad de Futrono, los que fueron llevados en helicóptero hasta Panguipulli donde fueron sometidos a diferentes apremios ilegítimos por parte de Labbé y otros funcionarios militares.
Uno de ellos, Harry Edwars Cohen Vera de 26 años, relata que fue cubierto con un saco y amarrado con sus brazos en la espalda, fue colgado y solo se le permitió tocar el suelo con la punta de sus pies.
“En ese momento es interrogado por tres militares, respecto de los cuales pudo identificar la voz de aquel oficial corpulento (Cristián Labbé) descrito en el punto precedente, quien en forma burlesca realizaba reiterados alcances a su origen semita. Que en dicho interrogatorio conectaron electrodos en su tobillo y muñecas, los cuales en forma sistemática producían descargas eléctricas cada vez más intensas, al mismo tiempo en que era interrogado”, señala el fallo.
Relatos similares y testimonios que posicionan tanto a Cohen como a otros detenidos en el mismo lugar, permitieron determinar que Labbé era parte del grupo de torturadores.
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La Corte Suprema condenó a una pena de tres años al excoronel de Ejército y exalcalde de Providencia Cristián Labbé por la aplicación de torturas contra cuatro detenidos, hecho ocurrido en un recinto de la localidad de Panguipulli entre los meses de octubre y noviembre de 1973.
Sin embargo, el máximo tribunal consideró que por la edad del acusado, la pena debe ser cumplida de manera remitida, es decir, en libertad.
Así lo estableció la Segunda Sala Penal integrada por los ministros Haroldo Brito, Manuel Antonio Valderrama, Jorge Dahm y las ministras María Teresa Letelier y Dobra Lusic.
El fallo rechazó el recurso de casación presentado por la defensa de Labbé que buscaba revertir la sentencia de primera instancia donde se estableció la responsabilidad del entonces oficial en los hechos.
Amparado en tratados internacionales de protección de derechos de adultos mayores, la corte estableció que “la normativa internacional de los derechos humanos, interpretada en su conjunto, no prohíbe ni excluye la sustitución de la pena privativa de libertad por la remisión condicional, aún tratándose de delitos que deben calificarse como violaciones a los derechos humanos”.
Labbé, de 74 años de edad, participó en su calidad de oficial de Ejército en el rastreo y detención de opositores al recién instalado régimen dictatorial en una operación que se llevó a cabo desde Concepción a Valdivia, la que fue conocida como “Operación Peineta” por la prensa de la época y que incluso fue retratada con reportajes en medios como Revista Vea.
En el despliegue comandado por el general Nilo Floody (fallecido en 2013), se detuvo a cuatro personas en la localidad de Futrono, los que fueron llevados en helicóptero hasta Panguipulli donde fueron sometidos a diferentes apremios ilegítimos por parte de Labbé y otros funcionarios militares.
Uno de ellos, Harry Edwars Cohen Vera de 26 años, relata que fue cubierto con un saco y amarrado con sus brazos en la espalda, fue colgado y solo se le permitió tocar el suelo con la punta de sus pies.
“En ese momento es interrogado por tres militares, respecto de los cuales pudo identificar la voz de aquel oficial corpulento (Cristián Labbé) descrito en el punto precedente, quien en forma burlesca realizaba reiterados alcances a su origen semita. Que en dicho interrogatorio conectaron electrodos en su tobillo y muñecas, los cuales en forma sistemática producían descargas eléctricas cada vez más intensas, al mismo tiempo en que era interrogado”, señala el fallo.
Relatos similares y testimonios que posicionan tanto a Cohen como a otros detenidos en el mismo lugar, permitieron determinar que Labbé era parte del grupo de torturadores.
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