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Año XVI, 16 de abril de 2024


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Michel De L’Herbe por manejo de incendios: “Como tenemos un modelo de gestión que no está normado, solemos funcionar sobre el daño”

El consultor en gestión de emergencias consideró como "obsoleto" el sistema con que las autoridades han enfrentado la crisis que atraviesa el centro-sur del país, aunque planteó espacios de mejoras para evitar la repetición de errores.

Natalia Palma

  Jueves 9 de febrero 2023 8:10 hrs. 
MICHEL DE LHERBE

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Una mirada crítica tuvo el consultor en gestión de emergencias, Michel De L’Herbe, sobre el abordaje que han hecho las autoridades de los incendios que se siguen desarrollando en la zona centro-sur del país, los cuales han dejado un saldo mil 180 viviendas destruidas y 24 muertos.

En conversación con Radio Universidad de Chile, el experto señaló que “lamentablemente nosotros seguimos con un modelo de gestión que en los países desarrollados están obsoletos ya hace más de cuatro décadas y que tiene que ver con que somos un país que maneja sus emergencias con un componente de centralización altísimo, bastante fragmentado, es decir, la integración de esfuerzos es muy compleja”.

En esa línea, explicó que “los sistemas modernos son desde la base hacia el centro, donde los niveles centrales van en apoyo de los niveles locales. Además, son sistemas normados, estandarizados, por lo tanto, los espacios de improvisación existen, pero un contexto de una u otra manera regulado, donde la rendición de cuentas es muy alta”.

“Eso en Chile es muy débil, la institucionalidad actual que es la ex Onemi, ahora Senapred, la verdad es que en general mantiene el modelo de gestión y no genera cambios más significativos”, apuntó.

Además, mencionó que la designación de ministros de enlace “es consecuencia desde un uso y costumbre hasta lo que tiene que ver con nuestro modelo de gestión, donde se comprende que es necesario que una autoridad política, la máxima autoridad sectorial, esté presente en el territorio y es complejo porque eso no es ir a reforzar necesariamente o ir en apoyo de, sino que básicamente es una autoridad política de tal peso que termina reemplazando e invisibilizando los liderazgos locales y eso es muy complejo en el momento de manejar las emergencias cuando se requiere enfrentar las catástrofes en el territorio”.

Sobre esto último, añadió que “desde el punto de vista técnico lo que hace es llevar la gobernanza nacional a una catástrofe que, por grande que sea, está acotada en el espacio. Uno podría decir que empieza a comprometerse lo que es la continuidad del liderazgo o la gobernanza nacional y pasa a concentrarse en un incidente que desde el punto de vista del diseño de un sistema moderno tiene que ser abordado por los niveles locales, los niveles regionales y los niveles nacionales ir en apoyo, pero eso sin sacrificar lo que implica desde el diseño e implementación de políticas públicas a nivel nacional hasta lo que es la mirada estratégica del país en el corto, mediano y largo plazo”.

De hecho, expresó que, incluso, esta situación puede llevar a eventuales confusiones. “No nos olvidemos que bajo un estado de excepción constitucional es el jefe de una de las ramas de las Fuerzas Armadas en particular el que está a cargo de la administración de esa zona en materia de la catástrofe. Sin embargo, en esta oportunidad están prácticamente invisibilizados porque tienen al lado a un ministro de Estado y eso puede generar dos complicaciones: inhibición de quien está a cargo por estado de excepción y también falta claridad en las líneas de autoridad”, afirmó.

Por otra parte, De L’Herbe fue crítico de las expectativas que ha generado entre la población las labores del “Ten Tanker” en la emergencia y, por consiguiente, la frustración en la que ha derivado su inoperatividad producto de una falla técnica, destacando que la aeronave “es una herramienta en el contexto de un sistema y, por lo tanto, es un elemento más”.

“Lo complejo de esto es que cuando llega el Ten Tanker se hace un manejo comunicacional a tal nivel que de una u otra manera se instala en la comunidad como la gran esperanza y la solución. El Ten Tanker no es una solución, es una herramienta más, pero además se exagera en la puesta en escena comunicacional, llevando a un punto de la expectativa que genera que, al momento de fallar, que es totalmente normal y esperable, lo que se quería lograr, que era subir el estado de ánimo, termine a las pocas horas transformándose esto en una desilusión grande, lo cual nunca debería haber ocurrido”, cuestionó.

Por lo tanto, recalcó “ahí vamos a un tema de manejo y de gestión comunicacional que es otro de los problemas y deficiencias que tiene nuestro sistema de emergencia y la forma en que las administramos. Por lo tanto, ahí hay un espacio para mejorar, más allá de las mejoras que se pudieran hacer institucionales, pero hay elementos que sería interesante que las autoridades pudieran identificar, porque desde la cultura organizacional hasta la forma en la cual hemos históricamente abordado las emergencias suele hacer que repitamos los errores”.

En cuanto al uso de la facultad que otorga el estado de excepción constitucional a las autoridades de requisar recursos para enfrentar una emergencia -tema que surgió a raíz de la denuncia de un piloto español que acusó a un privado de no dejar sacar agua para combatir las llamas- el experto insistió en que “el desafío aquí es de gestión, es cómo entonces se lleva a la práctica una facultad que está presente. Como tenemos un modelo de gestión que no está normado, donde el procedimiento de actuación, el protocolo no es algo que sea parte de nuestra cultura organizacional, como sí ocurre en otros países, solemos funcionar sobre el daño”.

De modo que, frente a una situación de estas características “básicamente la autoridad a cargo bajo un estado de excepción podría haber ordenado inmediatamente el retiro de esa agua. Aquí lo que vemos, entre otras cosas, es la fragmentación, porque no me cabe duda que lo más probable la autoridad a cargo se enteró de este incidente una vez que ya había pasado rato y que no había posibilidad de corregir. Por lo tanto, tenemos un espacio para mejorar sin establecer modificación a las instituciones, sino que la solución sería un proyecto de ley o la modificación a un estado de excepción. Las herramientas que hay son suficientes, siempre se pueden mejorar, pero no importa cuántos recursos tengas si no sabes como usarlos”.

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