Según la Encuesta Mensual de Expectativas Económicas publicada hoy por el Banco Central, los consultados estiman que la inflación cerrará el 2023 con un alza de 5,3% frente al 5% pronosticado en el sondeo anterior, debido a que la inflación de enero aumentó un 0,8% mientras que los analistas esperaban un 0,5%.
En las reuniones de política monetaria realizadas el 25 y 26 de enero, en la que estuvo presente tanto la presidenta del Banco Central, Rosanna Acosta, como el ministro de Hacienda, Mario Marcel, el Consejo debatió respecto al escenario nacional e internacional para decidir respecto a la reducción o aumento de la Tasa de Política Monetaria (TPM), lo que resultó en mantenerla en 11,25%.
El consejo recordó que en su encuentro anterior “se había entregado un claro mensaje respecto de la evolución futura de la TPM. Esto es, que la tasa se mantendría en 11,25% hasta que el estado de la macroeconomía indicara que la convergencia de la inflación a 3% se había consolidado”.
De acuerdo a la minuta de la Reunión de Política Monetaria, “el escenario macroeconómico se alineaba con lo considerado en el IPoM de diciembre. Sin embargo, había algunos aspectos que llamaban la atención. Aunque acotadas, la actividad y la inflación mostraban algunas sorpresas al alza (…). El tipo de cambio era la variable que mostraba la mayor novedad, pero, como se había discutido, sus implicancias inflacionarias de mediano plazo no eran evidentes. Incluso, las expectativas de inflación de mercado tampoco habían reaccionado mayormente ante la apreciación de la moneda, con expectativas que seguían por sobre 3% a dos años plazo. Se añadía que los riesgos en torno al escenario inflacionario continuaban siendo importantes, con una marcada asimetría de sus costos en caso de concretarse un panorama de mayor inflación”.
Así, todos los Consejeros concordaron en que aún no se avizoraba que la convergencia de la inflación a la meta de 3% estuviese consolidada. Por lo tanto, la única opción plausible era mantener la TPM en 11,25%.
En tanto, para 2024 la proyección inflacionaria se mantuvo en 3,3%. A corto plazo, se prevé un incremento de 0,4% del Índice de Precios al Consumidor (IPC) en febrero de este año, mientras que para marzo se espera un alza de 0,8%.
En cuanto al crecimiento económico se estima que el Producto Interno Bruto (PIB) cerraría el 2023 con una contracción de 1,5%, para luego repuntar en 2024 y anotar una expansión de 2,1%. En 2025, en tanto, crecería 2,2%.
Según la Encuesta Mensual de Expectativas Económicas publicada hoy por el Banco Central, los consultados estiman que la inflación cerrará el 2023 con un alza de 5,3% frente al 5% pronosticado en el sondeo anterior, debido a que la inflación de enero aumentó un 0,8% mientras que los analistas esperaban un 0,5%.
En las reuniones de política monetaria realizadas el 25 y 26 de enero, en la que estuvo presente tanto la presidenta del Banco Central, Rosanna Acosta, como el ministro de Hacienda, Mario Marcel, el Consejo debatió respecto al escenario nacional e internacional para decidir respecto a la reducción o aumento de la Tasa de Política Monetaria (TPM), lo que resultó en mantenerla en 11,25%.
El consejo recordó que en su encuentro anterior “se había entregado un claro mensaje respecto de la evolución futura de la TPM. Esto es, que la tasa se mantendría en 11,25% hasta que el estado de la macroeconomía indicara que la convergencia de la inflación a 3% se había consolidado”.
De acuerdo a la minuta de la Reunión de Política Monetaria, “el escenario macroeconómico se alineaba con lo considerado en el IPoM de diciembre. Sin embargo, había algunos aspectos que llamaban la atención. Aunque acotadas, la actividad y la inflación mostraban algunas sorpresas al alza (…). El tipo de cambio era la variable que mostraba la mayor novedad, pero, como se había discutido, sus implicancias inflacionarias de mediano plazo no eran evidentes. Incluso, las expectativas de inflación de mercado tampoco habían reaccionado mayormente ante la apreciación de la moneda, con expectativas que seguían por sobre 3% a dos años plazo. Se añadía que los riesgos en torno al escenario inflacionario continuaban siendo importantes, con una marcada asimetría de sus costos en caso de concretarse un panorama de mayor inflación”.
Así, todos los Consejeros concordaron en que aún no se avizoraba que la convergencia de la inflación a la meta de 3% estuviese consolidada. Por lo tanto, la única opción plausible era mantener la TPM en 11,25%.
En tanto, para 2024 la proyección inflacionaria se mantuvo en 3,3%. A corto plazo, se prevé un incremento de 0,4% del Índice de Precios al Consumidor (IPC) en febrero de este año, mientras que para marzo se espera un alza de 0,8%.
En cuanto al crecimiento económico se estima que el Producto Interno Bruto (PIB) cerraría el 2023 con una contracción de 1,5%, para luego repuntar en 2024 y anotar una expansión de 2,1%. En 2025, en tanto, crecería 2,2%.
Según la Encuesta Mensual de Expectativas Económicas publicada hoy por el Banco Central, los consultados estiman que la inflación cerrará el 2023 con un alza de 5,3% frente al 5% pronosticado en el sondeo anterior, debido a que la inflación de enero aumentó un 0,8% mientras que los analistas esperaban un 0,5%.
En las reuniones de política monetaria realizadas el 25 y 26 de enero, en la que estuvo presente tanto la presidenta del Banco Central, Rosanna Acosta, como el ministro de Hacienda, Mario Marcel, el Consejo debatió respecto al escenario nacional e internacional para decidir respecto a la reducción o aumento de la Tasa de Política Monetaria (TPM), lo que resultó en mantenerla en 11,25%.
El consejo recordó que en su encuentro anterior “se había entregado un claro mensaje respecto de la evolución futura de la TPM. Esto es, que la tasa se mantendría en 11,25% hasta que el estado de la macroeconomía indicara que la convergencia de la inflación a 3% se había consolidado”.
De acuerdo a la minuta de la Reunión de Política Monetaria, “el escenario macroeconómico se alineaba con lo considerado en el IPoM de diciembre. Sin embargo, había algunos aspectos que llamaban la atención. Aunque acotadas, la actividad y la inflación mostraban algunas sorpresas al alza (…). El tipo de cambio era la variable que mostraba la mayor novedad, pero, como se había discutido, sus implicancias inflacionarias de mediano plazo no eran evidentes. Incluso, las expectativas de inflación de mercado tampoco habían reaccionado mayormente ante la apreciación de la moneda, con expectativas que seguían por sobre 3% a dos años plazo. Se añadía que los riesgos en torno al escenario inflacionario continuaban siendo importantes, con una marcada asimetría de sus costos en caso de concretarse un panorama de mayor inflación”.
Así, todos los Consejeros concordaron en que aún no se avizoraba que la convergencia de la inflación a la meta de 3% estuviese consolidada. Por lo tanto, la única opción plausible era mantener la TPM en 11,25%.
En tanto, para 2024 la proyección inflacionaria se mantuvo en 3,3%. A corto plazo, se prevé un incremento de 0,4% del Índice de Precios al Consumidor (IPC) en febrero de este año, mientras que para marzo se espera un alza de 0,8%.
En cuanto al crecimiento económico se estima que el Producto Interno Bruto (PIB) cerraría el 2023 con una contracción de 1,5%, para luego repuntar en 2024 y anotar una expansión de 2,1%. En 2025, en tanto, crecería 2,2%.
