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Año XVI, 25 de abril de 2024


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“Entró un médico y me puso una inyección en la guata”: Chofer de Neruda reafirmó relato sobre las últimas horas del poeta

Manuel Araya, el periodista Francisco Marín y los abogados Rodolfo Reyes y Elizabeth Flores insistieron en que está comprobado que el vate murió por una bacteria inoculada. Dicen que el químico Eugenio Berríos podría estar involucrado en el crimen.

Osciel Moya Plaza

  Viernes 17 de febrero 2023 0:05 hrs. 
Santiago, 16 de Febrero 2023.
 El Colegio de Periodistas, Ceibo Ediciones, Manuel Araya, asistente de Pablo Neruda y Francisco Marín, investigador de la muerte del poeta, se refieren a los “más recientes descubrimientos” sobre el fallecimiento del Premio Nobel. 
Marcelo Hernandez Aton Chile.Santiago, 16 de Febrero 2023. El Colegio de Periodistas, Ceibo Ediciones, Manuel Araya, asistente de Pablo Neruda y Francisco Marín, investigador de la muerte del poeta, se refieren a los “más recientes descubrimientos” sobre el fallecimiento del Premio Nobel. Marcelo Hernandez Aton Chile.

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Eugenio Berrios, bioquímico y exagente de la DINA, asesinado por sus propios camaradas, aparece como uno de los principales involucrados en la muerte de Pablo Neruda. Esta es una de las aristas que deberían ser investigadas en el caso, para determinar el origen de la cepa que dio muerte al vate. Al menos esa fue una de las tesis planteadas en el marco de los antecedentes que este jueves dieron a conocer el chofer y asistente personal del poeta, Manuel Araya y el periodista Francisco Marín, las cuales fueron ratificadas por los abogados de la familia, Rodolfo Reyes (sobrino del poeta) y Elizabeth Flores.

En la sede del Círculo de Periodistas, Araya entregó un extenso testimonio de las últimas horas que pasó junto al Nobel de Literatura, con detalles de las seis horas que el 19 de septiembre de 1973 se demoraron en llegar a la Clínica Santa María, ante los controles militares dispuestos por la dictadura. Si bien el estado de salud de Neruda era delicado, su estado no era de gravedad y el traslado al recinto fue una estrategia para burlar el cerco que el régimen había impuesto sobre su casa de la Isla Negra.

En el relato, Araya destaca que era el único que estaba con Neruda y que lo apartaron para que fuera a comprar un medicamento que le estaban pidiendo, oportunidad en la que fue interceptado por agentes de la dictadura, golpeado,  torturado y detenido.

Afirmó que el Presidente de México de la época, Luis Echeverría, envió un avión para rescatar al poeta, que lo esperaba el la loza del aeropuerto de Cerrillos.

 “Neruda estaba bien, lúcido, contento porque se iba a México a pedirle ayuda a los gobiernos, a los intelectuales del mundo para derrocar a Pinochet en 3 meses”, indicó.

Recordó que luego de dejarlo en la clínica, junto a Matilde Urrutia, volvieron a Isla Negra pero el poeta los llamó porque le habían puesto una inyección en el abdomen y le producía mucho dolor. “Vénganse rápido porque estaba durmiendo, entró un médico y me puso una inyección en la guata. Nosotros volamos y cuando llegamos, Neruda ya estaba enfermo, rojizo”, recordó Araya.

El ex chofer afirmó que “ya tenemos la verdad encima y no pueden decir que Neruda murió pesando 44 kilos. Neruda era un hombre alto que pesaba unos 100 kilos”. Araya lamentó además, el rol que jugó la Fundación Pablo Neruda que contribuyó a crear la historia oficial de la muerte del poeta en base a un certificado médico falsificado sobre el cáncer a la próstata.

Agregó que él “fue objeto de muchos ataques provenientes de la Fundación Neruda. Incluso, se señaló en un momento que nosotros nos habíamos concertado para inventar el Caso Neruda. Incluso, la Fundación Neruda promovió un libro que se hizo en esa materia”.

Por su parte, el periodista Francisco Marín afirmó que la existencia de la inyección está comprobada y de acuerdo a lo que dijo el infectólogo Alexis Diomedi, la inoculación en el abdomen pudo expandirse rápidamente en el cuerpo. Se refiere a la cepa ALASKAE43 del Clostridium botulinum, cuyo ADN fue encontrado en un molar de Pablo Neruda.

“Esto estaba en la prensa del año ´73 y se tapó. Como se tapó también el vuelo (a México). Cómo no va a ser importante que Neruda muere poquitas horas antes que el avión enviado por el Presidente mexicano para rescatarlo lo sacara del país (el vate muerte a las 22.30 de la noche del 23 de septiembre de 1973). Cómo a nadie le había llamado la atención, cómo se había ocultado la existencia misma de este vuelo”, dijo el profesional.

Marín agregó otro elemento que en su opinión también es relevante.  “La esposa de Eugenio Berríos entrega a la jueza que investigaba la muerte del químico, Olga Pérez, las grabaciones que tenía el exagente que solicitó el juez Mario Carroza y que se integraran a una carpeta reservada del Caso Neruda, donde el químico le dice telefónicamente al coronel del Ejército, Manuel Pérez, “El Tata”, que le quiere contar algo. Que el año 1973 le había entregado un paquete al coronel Aro, que era asistente del general (Ernesto) Baeza de la PDI: es una historia de película, voy a vender el guion. Le entrega algo y después sale y alguien se queda abajo. Esta grabación es del año 1990-91, pero el hecho dice que ocurrió el año ´73. Todos sabemos quién era Eugenio Berríos, los vínculos con la DINA, creo que es sin duda, uno de los principales sospechosos de la muerte de Pablo Neruda”, indicó Marín.

Agregó que ahora la investigación “tiene que avanzar, yo creo que la comprobación que Neruda fue asesinado, por el conjunto de pruebas, incluyendo los laboratorios, es un hecho de la causa. Ahora tiene que avanzar sobre quiénes mataron a Pablo Neruda”.

Cabe recordar que Eugenio Berríos fue sacado del país rumbo a Uruguay, para evitar que hablara de los numerosos crímenes que cometió como colaborador de Dina. En ese país, en una operación de inteligencia que también involucró a agentes uruguayos, fue asesinado por su propios compañeros en 1992.

Marín también apuntó contra la Fundación Pablo Neruda, al señalar que “toda la historia que se construyó con el aval de la Dictadura, y también de la Fundación Neruda, daba cuenta de que Neruda volvió desde su cargo en París como embajador a esperar la muerte en sus cuarteles de invierno en Isla Negra, que él estaba agonizando, agudizado por la pena que le provocó el Golpe Militar y la muerte de su amigo el presidente Salvador Allende”.

En tanto, los abogados de la familia Rodolfo Reyes y Elizabeth Flores señalaron que el informe de los peritos va en coincidencia con los resultados de los informes emanados de los laboratorios de Dinamarca y Canadá.

Además y tal como se determinó en el panel del año 2017, el certificado de defunción de Pablo Neruda tiene “una falsedad ideológica. Ahí se determinó que Neruda murió con un peso de 92 kilos y en ese certificado tenía caquexia cancerosa, que es un estado de desnutrición total del ser humano, muy por el contrario del peso de Neruda”, destacó Reyes. Agregó que también se determinó que en sus osamentas tenía mucha cantidad de clostridium botulinum y que en este nuevo informe se confirma que esta bacteria es endógena, es decir de inoculación externa.

Por su parte, la abogada Flores afirmó que a partir de estos informes, “hay líneas para ir buscando el quién y por tanto, hay todavía un trabajo relevante que desarrollar, pero los avances a través de la ciencia han sido grandiosos, porque de otra manera la causa ya estaría cerrada”. Entre ellas, abrir una línea de investigación sobre los antecedentes que relacionan al químico Eugenio Berríos.

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