En conversación con la primera edición de Radioanálisis, el abogado, Doctor en Derecho Constitucional y académico de la Universidad de Chile, Francisco Soto, se refirió al nuevo proceso constitucional y a las dudas que surgen respecto del trabajo que pueda realizar el Comité de Expertos del cual él formará parte.
Consultado por el director de Radio Universidad de Chile, Patricio López, respecto del desinterés que algunos sectores han mostrado con el nuevo proceso, el académico señaló que “me parece bien comprensible. Para todos los que creíamos en la idea de la necesidad de dotar a un ente constituyente de una legitimidad de origen los resultados del proceso anterior nos dejaron dubitativos”.
En esa línea, el integrante del Comité de Expertos agregó que “mi impresión es que este proceso va a tener que legitimarse durante el ejercicio del mismo y por lo cual hay que tener una sensibilidad bien fina para conectarse con la ciudadanía y no cometer los errores del proceso anterior”.
Respecto de cuáles son esas correcciones, el doctor en derecho constitucional sostuvo que “mi impresión es que no porque se haga una Constitución o se haga un borrador por expertos ésta Constitución tiene que ser generada desde el Olimpo de los expertos, sino que tiene que conectarse con el debate que ya ha tenido el país y que viene desarrollando desde hace diez años”.
Por lo mismo, Francisco Soto recalca que “el borrador debe ser un diálogo más que surja de las experiencias anteriores y no ser una experiencia desconectada“.
Sobre la legitimidad de origen del llamado Comité de Expertos, el académico afirmó que “la presencia de expertos en los procesos constituyentes tiene larga data. En los últimos treinta años se ha ido evolucionando y los procesos de expertos se combinan con procesos de representantes que es el caso de este proceso e incluso los procesos más participativos son los que tienen presencia de expertos”.
Al respecto, el abogado explicó que “básicamente me refiero a las experiencias africanas donde los expertos tenían una función no necesariamente de redactar textos sino más bien de promover la participación de los ciudadanos, de hacer educación cívica y de entregar material que diera contexto a la conversación“.
En tanto, respecto del cuestionamiento a algunos “expertos”, el académico señaló que “vengo trabajando en el tema constitucional cerca de 20 años y desarrollando propuestas de cambio constitucional desde esa fecha y la verdad es que me sorprendió el grupo puesto que yo era de los jóvenes de los constitucionalistas y pasé a estar en el lado de los viejos y en ese sentido me parece que el perfil de algunos que a lo mejor podría cuestionarse su criterio específicamente académico, más que operadores son gente y asesores parlamentarios, muy inteligente, con experiencias quizás más prácticas y que para mi gusto van a ser un gran aporte”.
Respecto de avanzar o no hacia un Estado social y democrático de derechos, Francisco Soto recalcó que “ese tema no está dentro de las bases y en ese sentido la idea de un Estado subsidiario, por lo menos la que se planteó acá en Chile y desde los expertos que se podrían llamar “oficialistas”, no estamos disponibles para incorporarla“.
Por lo mismo, el abogado enfatizó en que “ni siquiera existía esa idea en la Constitución del 80, dado que lo que hay es una interpretación, entonces sería un retroceso muy fundamental”.
“Soy categórico porque lo hemos conversado y nuestro afán es que el Estado subsidiario no necesariamente supone únicas prestaciones desde el Estado en estos derechos. Eso ya lo puso en énfasis la Convención, pero no significa, por otro lado, reconocer fórmulas que no existen en ninguna parte y que han generado un tremendo daño en nuestro país”, subrayó Francisco Soto.
Otro punto que abordó el integrante del Comité de Expertos es la participación ciudadana y en esa línea insistió en que “estuve trabajando y participando del papel que jugará nuestra Universidad en temas de participación porque la reforma que supone este nuevo proceso entregó a la Universidad de Chile y la Universidad Católica el rol de diseñar los mecanismos de participación”.
En ese sentido, el académico sostuvo que “lo veo con mucho entusiasmo, mi experiencia es la participación en procesos constituyentes y creo que si uno revisa la experiencia comparada, los procesos donde ha existido más incidencia son los procesos en los cuales se puede participar a partir de un borrador. Cuando a la gente se le pregunta temas generales, qué derechos consagraría, qué temas le interesa, la posibilidad de incidir es bastante poca porque el órgano redactor termina tomando una densidad de conversación que la ciudadanía no puede anticipar, pero cuando se puede participar a partir de un texto la posibilidad de incidencia es mucho mayor”.
Finalmente, respecto de la forma en que se debe comunicar los avances de este nuevo proceso constituyente, el académico expuso que “hemos hecho ver la necesidad de explicar el texto con una campaña coherente para que la gente sepa cuándo debe intervenir frente a algo que no le parece (…) En ese sentido y sobre todo los expertos que no tenemos legitimidad de origen, tenemos que jugar un rol muy clave de conectarnos con la ciudadanía y responder adecuadamente a las críticas”.