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Un 8M desde un gobierno feminista

Columna de opinión por Priscilla Olivares Verasay
Martes 7 de marzo 2023 18:35 hrs.


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Desde que el Presidente Boric señaló que uno de los ejes transversales de su gobierno sería el feminismo, la ciudadanía se preguntó qué significaba eso: ¿Se trata de favorecer a las mujeres por sobre los hombres? Para las feministas significó un enorme desafío, y desde muchos sectores se cuestionaba si sería cierto y cómo impactaría al país.

Pero ¿Qué es un gobierno feminista? ¿Qué es transversalizar el género en el Estado? En palabras simples se trata de promover e instalar políticas públicas considerando las barreras, inequidades y brechas de género que existen en Chile, puesto que impiden el desarrollo de las personas en cuanto a potencialidades y talentos, lo que afecta la plena participación de las mujeres y el logro de su autonomía incluso desde la infancia. Para avanzar en la igualdad de derechos para las mujeres los desafíos apuntan a mejorar las condiciones materiales que permitan el logro de la autonomía económica para estas, a la vez que se implementan acciones estratégicas que para  transformar patrones culturales que mantienen las desigualdades.

Tal como señala Hardy (2014) “Para dar un salto en el reto de la igualdad es condición buscar, al interior de los países y de las regiones, los acuerdos políticos y sociales que lo hagan posible. No habrá avances si no se pacta, social y políticamente, el modelo de solidaridad que los pueda sustentar”. En este sentido, el Gobierno ha avanzado en pasos firmes para lograrlo: Registro de Personas que ejercen Cuidado, Responsabilidad Parental y Pago Efectivo de Deudas de Pensiones de Alimentos, modificaciones legales para proteger los derechos de las víctimas de delitos sexuales y evitar su revictimización, entre otros.

Cabe señalar, que esto no solo ha sido hacia afuera, sino que también se ha ido posicionando dentro del Estado, con iniciativas concretas para el trabajo funcionario, considerando por ejemplo, la flexibilidad horaria para quienes cumplen labores de cuidados infantiles, de personas dependientes o promoviendo espacios de reflexión dentro de las instituciones. Siguiendo lo que manifiesta Rita Segato, actuar desde el interior de los estados es una tarea ineludible para las fuerzas que se proponen desplegar un proyecto histórico que haga posible un mayor bienestar para la gente.

De esta manera, se ha ido cumpliendo con uno de los principios que se promueven desde la ONU, la igualdad sustantiva entre los habitantes de una nación, esto supone la “Modificación de las circunstancias que impiden a las personas ejercer plenamente sus derechos y tener acceso a oportunidades de desarrollo mediante medidas estructurales, legales o de política pública” (ONU Mujeres, 2015).

Este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, se vive por primera vez desde un Estado involucrado en las demandas feministas, ya no como mero espectador sino que incidiendo a través de herramientas gubernamentales y políticas para avanzar a la ciudadanía plena de las mujeres.

Como feministas y parte de este Gobierno, nos sentimos agradecidas y con la confianza absoluta de que seguiremos en esta línea, fortaleciendo aún más a las instituciones públicas en materias de género, suscitando cambios culturales y haciendo tangible el lema feminista que tanto nos identifica “Democracia en el país y en la casa”.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.