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Expertos analizan en el difícil escenario de paz entre Rusia y Ucrania y la estrategia de EEUU para prolongar el conflicto

Mario Matus, Pablo Jofré y Gilberto Aranda, analizaron la reciente visita del presidente de China, Xi Jinping, a Rusia, el apoyo del gobierno de Vladimir Putin y la propuesta de paz para un complejo escenario de guerra con Ucrania.

Osciel Moya Plaza

  Jueves 23 de marzo 2023 13:55 hrs. 
Xi Jinpin y Putin

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Distintas interpretaciones surgieron tras la visita del Presidente de China, Xi Jinping, a Rusia, en medio de la prolongación de la guerra en Ucrania y el plan de paz presentado por el gigante asiático. El martes, los presidentes Xi y Vladimir Putin sostuvieron una ronda de conversaciones y firmaron una declaración conjunta sobre “la profundización de la asociación estratégica integral de coordinación entre los dos países en la nueva era”.

Al mismo tiempo, abordaron un plan de paz de 12 puntos propuestos por China que incluye el fin de las sanciones unilaterales y el respeto a la integridad territorial de todos los países, que para Putin es un punto de partida para poner fin al conflicto.

Radio y Diario Universidad de Chile abordó la problemática con los expertos Mario Matus, académico de la  Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile y los analista internacionales, Pablo Jofré y Gilberto Aranda. Mientras los dos primeros coinciden en el complejo escenario de paz entre Rusia y Ucrania, dada la estrategia de Estados Unidos y la OTAN de prolongar el conflicto, para Aranda la gravitación que tiene China en el escenario mundial, preocupa a Europa.

El periodista, escritor y analista internacional, Pablo Jofré, afirmó que a visita del presidente chino a Rusia, consolida una alianza estratégica y es un apoyo importante al gobierno de Putin, en momentos en que “está sufriendo la intensificación de la guerra híbrida en múltiples planos”. Además, calificó de “marioneta en manos de Occidente” a la Corte Penal Internacional (CPI) por la orden de detención contra el mandatario ruso.

Junto con destacar como “positiva” esta reunión, el analista afirmó que no es un encuentro nuevo, pero se da en un contexto distinto donde la asociación estratégica chino-rusia tiene varios años, en la que resaltan los convenios energéticos, de telecomunicaciones e infraestructura que superan los 800 mil millones de dólares.

“La visita de Xi Jinping a Moscú lo que hace es afianzar una relación estratégica que ha sido calificada así por ambos presidentes. Cuando digo que se da en un contexto distinto, es porque se da en el marco de la guerra en Ucrania, en el marco de las políticas de máxima presión de Occidente contra Rusia, pero también de Estados Unidos y sus aliados contra China. Por tanto, con toda lógica, los dos países que son sancionados, que son bloqueados, que son depositarios de una política de máxima presión por parte de Occidente, lo que buscan es afianzar sus lazos en múltiples aspectos, políticos, diplomáticos, económicos, energéticos, financieros”, indicó Jofré.

Por ello, afirmó que no es casual que ambos países están evitando el uso de dólar como medida para el intercambio comercial para trabajar con monedas nacionales. “La interpretación que se puede hacer de esta visita es afianzar los lazos estratégicos, consolidar una relación en múltiples aspectos y al mismo tiempo, mostrarle a Occidente que esto no es coyuntural, sino que se ha ido consolidando con los años, de tal forma que Rusia es parte también del enorme proyecto de infraestructura vial, ferroviaria, puertos marítimos y terrestres, que significa la nueva ruta de la seda”, precisó el analista.

Sobre el efecto que podría tener en la guerra el encuentro China-Rusia, frente al apoyo de la OTAN a Ucrania, Jofré precisó que ese respaldo está determinado desde Washington. “Recuerde que el comandante supremo de la OTAN es siempre un general norteamericano, por tanto las directrices que establece la OTAN son las directrices que establece el Pentágono, más que lo que pueden determinar los europeos”, indicó.

El analista explicó que “Europa hace mucho rato que dejó de ser soberana en política exterior. La soberanía europea es un mito, porque está marcado específicamente por los mandatos que en el plano de las guerras, de las invasiones, de las agresiones y actividades militares lo indica la OTAN. Así por ejemplo, la invasión a Libia, los ataques contra Serbia, Siria, Irak, Afganistán siempre están marcados más bien por las determinaciones del Pentágono donde la OTAN se suma en función de las directrices norteamericanas”.

Jofré agregó que lo que hace el apoyo de China a Rusia, “es simplemente mostrar las dos caras de una moneda, es la pugna por pasar de lo unipolar a lo multipolar, donde hay un viejo mundo, viejos conceptos que se resisten a caer bajo el ímpetu de un mundo multilateral que está mostrando mayor dinamismo, mayores grados de desarrollo y donde indudablemente ha pasado a constituirse una Europa en el patio trasero de lo que se consideraba Latinoamérica, es decir el patio trasero que ahora es Europa”.

“No hay ninguna duda que Europa se ha convertido, a través de su alianza con Estados Unidos en un subordinado de su política exterior y más bien en un acompañante permanente de todo lo que ha significado agresiones, invasiones, desde el año 1991 a la fecha”, precisó.

Orden de detención de la CPI

Por otro lado, Jofré analizó la orden de detención contra el presidente Putin, emanada de la Corte Penal Internacional. Al respecto, señaló que este organismo lo que ha hecho es llevar al estrado a líderes y dictadores africanos, pero jamás con los verdaderos culpables de exterminios, genocidios, de invasiones y agresiones.

Expresó que nunca la CPI ha llevado a George W. Bush, a Bejamin Netanyahu de Israel, a Tony Blair de Gran Bretaña o a José María Aznar de España, como los responsables de la muerte de más de un millón de ciudadanos en la invasión a Irak, a pesar del Informe Chilcot, que estableció que todos los argumentos de supuestas armas de destrucción masiva eran falsos.

“No he escuchado ni leído que haya una orden de detención contra George W. Bush, Tony Blair,  José María Aznar, Boris Johnson o cualquiera de los que han participado por ejemplo en la destrucción de Libia o ninguna orden de detención contra aquellos que han impulsado la guerra de agresión contra Siria que lleva 12 años y más de 600 mil muertos”, indicó.

Por ello, Jofré indicó que la CPI no es más que “una marioneta en manos de Occidente. El mismo juez británico… ¿Primero qué es Gran Bretaña? Aliado absoluto de Estados Unidos, no tiene ninguna objetividad, no hay ninguna manera de pensar que este tribunal tenga un dejo de objetividad cuando el fiscal de la CPI, Karim Khan, tiene a su vez una serie de elementos en su contra sobre la liberación de su hermano por acusaciones de pedofilia en Gran Bretaña”.

Además, la CPI levanta acusaciones por las deportaciones hacia Rusia, “cuando durante ocho años Ucrania ha atacado la región del Dombás, donde se encuentran las ciudades de Mariupol, Lugansk y Donetsk, que es de donde se sacó a los niños para protegerlos de los bombardeos de las tropas ucranianas lanzaban contra la población rusoparlante. Hay una gran puesta en escena, respecto de acusar a Rusia y en específico a Putin de deportaciones masivas de niños, cuando bien sabemos que aquellos que bombardearon las ciudades, fueron las fuerzas de Kiev”.

“Hay un objetivo de demonizar a Putin y qué mejor manera que presentar una acusación que no tiene ningún futuro”, puntualizó el analista, que recordó que Rusia no es firmante de la CPI, no la reconoce, y tampoco es firmante del Estatuto de Roma.

El plan de paz 

Por su parte, el académico Mario  Matus indicó que la visita de Xi Jinping, a Rusia y el plan de paz para Ucrania, obedece a dos objetivos fundamentales. El primero, tiene que ver con que a China no le conviene el escalamiento de la guerra con Ucrania y que se extienda demasiado, porque el gigante asiático se ha convertido en la primera potencia exportadora del mundo y eso puede poner en peligro su desarrollo, considerando que proyectan un crecimiento del 5% al año y sobre el 7% para el 2024.

El académico indicó que eso significa que cuando Estados Unidos está pasando por una severa crisis financiera y bancaria y a Europa se le suman  los problemas de endeudamiento y la disminución de sus gastos en materia social, “si China, si se recupera bien, podría conducir la economía mundial el próximo año y eso podría adelantar el momento en que China sobrepasa, ahora sí como el país con el mayor PIB en el mundo, y eso, no lo quiere poner en peligro”.

Agregó que “si la guerra continúa y los lineamientos que Estados Unidos pone a sus aliados de la OTAN y a los países del  G7, estos países van a comprar menos productos chinos y a la vez van a desabastecer de algunos productos que China necesita todavía para levantar su estrategia de alta tecnología”.

Matus expresó que si bien el principal socio comercial de Europa es China, si EEUU impone esas condiciones, China va a perder un mercado, a lo que suma que producto de la guerra comercial con EE.UU, el gigante asiático no puede comerciar sus productos y por ello, no le conviene que la guerra escale y de ahí la importancia de su plan de paz.

El segundo objetivo, indicó,  es que “están apuntando en convertirse en el nuevo árbitro del orden mundial y se han anotado un punto. Primero lograron reducir las hostilidades en los conflictos de países que forman parte de su bloque de alianzas, como India y Pakistán”.

En todo caso, afirmó Matus, no es factible que EE.UU vea con buenos ojos que China sea el árbitro mundial.

El académico afirmó que lo que queda claro de la propuesta de paz de China, más allá de los puntos contradictorios, es que “los chinos están diciendo que los dos bandos van a tener que ceder o sea, Rusia no puede pretender quedarse con los cuatro territorios y tampoco Ucrania puede pretender volver a las fronteras antiguas antes de la invasión. Ahí está el problema, ahora discutir eso y decir qué parte se va a quedar cada uno eso, no satisface el interés de Estados Unidos”.

Indicó que a EEUU le conviene más bien prolongar conflicto hasta cierto punto y debilitar a Europa “porque le conviene que sea más dependiente de ellos”. Además, indicó que “la situación política interna de Norteamérica es difícil, con la posibilidad de que Donald Trump vuelva y la política de Joe Biden para el segundo periodo se ve complicada”.

Preocupación por la influencia china

Por otro lado, desde Europa siguen con mucha atención las posibilidades ofrecidas por el presidente chino sobre un eventual acercamiento entre Rusia y Ucrania, señaló a nuestra emisora el analista internacional, Gilberto Aranda, quien indicó que hay cautela y dudas, “porque hay cierta conciencia sobre la sociedad que hay entre Moscú y Beijing”.

Desde España, Aranda indicó que en esta “sociedad” chino-rusa, implica que “en ningún momento China ha hecho una condena, en lo que Europa se ha unificado, respecto de las acciones rusas en Ucrania. No habla de condena, no habla de invasión y por lo tanto, hay una atenta espera para ver si se abre una posibilidad de algún tipo de negociación, pero con dudas a lo que está ofreciendo Beijing”.

“Hay que tener en cuenta que China junto con preservar y fortalecer la sociedad con Rusia, ha tenido una actitud, respecto de Ucrania al menos, de no distanciarse demasiado de (Volodimir) Zelenski. Ha habido algún tipo de contacto, no lo ha agraviado al menos en forma directa, por lo tanto, esta es una opción que se está abriendo. Pero ciertamente para Europa esto provoca dudas, incertezas, porque sabemos que China tiene un programa de creciente gravitación en los asuntos mundiales y europeos y esto es una eventual mediación por decirlo de alguna manera, con la que irían consolidando ese papel. Como sabemos estamos en una semana donde incluso, la aproximación entre Arabia Saudita e Irán ha sido básicamente operada desde Beijing”, afirmó Aranda.

Por otro lado, en relación a la decisión de la CPI de pedir la detención del presidente Putin, el analista afirmó que las potencias militares son renuentes a reconocer soberanía penal sobre organizaciones internacionales y ahí están Rusia, Estados Unidos y China y en ese contexto, “la capacidad de la CPI es limitada y perseguir delitos de jefes de Estado de potencias que no han firmado, es complejo, solo tiene un valor ético para los firmantes que están conscientes que hay normas internacionales que es importante cumplir, pero cuando tenemos estados que no la reconocen, es más relativa”.

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