En el marco de lo que será mañana martes la votación en la Cámara de Diputadas y Diputados del proyecto de resolución N° 643, que solicita al Presidente Gabriel Boric el envío de un proyecto de ley para una Política Nacional de Educación Sexoafectiva Integral, es que más de 100 organizaciones feministas, educativas y profesionales de distintas áreas solicitaron aprobar la iniciativa y abrir el debate sobre la materia.
En una misiva señalaron que “la declaración contiene datos que dan cuenta de la urgencia de abordar esta materia en las escuelas: la duplicación de crímenes de odio; el aumento de denuncias vinculadas a vulneración de estudiantes que creció en un 333%; las cifras alarmantes de feminicidio; los suicidios de estudiantes por bullying transfóbico y la necesidad de las familias de recibir apoyo en estas materias”.
En esa línea, detallaron que “un estudio de Corporación Miles realizado en 2022 mostró que el 90% de las madres, padres y cuidadores está ‘de acuerdo o muy de acuerdo’ sobre la necesidad de educar en sexualidad desde el inicio del ciclo vital y que, además, consideran que la Educación Sexual Integral no está en contra de sus creencias personales, religiosas y/o culturales”.
“Por otra parte, se señalan los compromisos que Chile ha adquirido en esta materia, a nivel internacional y en su legislación interna, los cuales han sido incumplidos, poniendo de relieve la ESI como deuda institucional”, añadieron.
Además, las organizaciones denunciaron que “el abandono de la niñez en esta materia, a sabiendas que la Educación Sexual Integral entrega conocimientos fundamentales para reconocer y visibilizar el abuso sexual infantil, delito con altas cifras en Chile, y que afecta principalmente a niños y niñas de menos de 14 años, el 85% niñas, la institucionalidad chilena ha sido cómplice de esta situación, al no entregar herramientas ni el acceso a la información apropiados; a sabiendas que la mayoría de los casos de abuso sexual infantil ocurren en contexto intrafamiliar”, por lo que enfatizaron en que las escuelas “cumplen un rol clave en la detección y denuncia de estas situaciones”.
Actualmente, los colegios tienen la obligación de impartir Educación Sexual Integral en la Enseñanza media, según consigna la Ley 20.418. Sin embargo, desde la Red Docente Feminista (REDOFEM) Rocío Henríquez expresó que “es absolutamente insuficiente”.
“La información no sólo llega tarde, sino que tiene un foco absolutamente biologicista: Se refiere sólo a aspectos anatómicos y reproductivos, sin tocar temas como el consentimiento, el autocuidado, el respeto a la diversidad sexual, la prevención del abuso o la violencia de género, centrales para que las y los jóvenes generen relaciones sanas y para que los espacios educativos dejen de normalizar y reproducir la violencia y los discursos de odio”, manifestó Henríquez.
El proyecto de resolución fue presentado el pasado 8 de marzo por 10 diputadas del oficialismo e independientes, el cual establece un marco mínimo para el debate: la incorporación de la Educación Sexual Integral desde la educación parvularia, de manera pertinente con la edad y basada en evidencia científica; jornadas semestrales de formación y reflexión para las comunidades educativas; presupuesto para la elaboración y distribución de material educativo, inclusivo y gratuito; entre otras medidas.
En el marco de lo que será mañana martes la votación en la Cámara de Diputadas y Diputados del proyecto de resolución N° 643, que solicita al Presidente Gabriel Boric el envío de un proyecto de ley para una Política Nacional de Educación Sexoafectiva Integral, es que más de 100 organizaciones feministas, educativas y profesionales de distintas áreas solicitaron aprobar la iniciativa y abrir el debate sobre la materia.
En una misiva señalaron que “la declaración contiene datos que dan cuenta de la urgencia de abordar esta materia en las escuelas: la duplicación de crímenes de odio; el aumento de denuncias vinculadas a vulneración de estudiantes que creció en un 333%; las cifras alarmantes de feminicidio; los suicidios de estudiantes por bullying transfóbico y la necesidad de las familias de recibir apoyo en estas materias”.
En esa línea, detallaron que “un estudio de Corporación Miles realizado en 2022 mostró que el 90% de las madres, padres y cuidadores está ‘de acuerdo o muy de acuerdo’ sobre la necesidad de educar en sexualidad desde el inicio del ciclo vital y que, además, consideran que la Educación Sexual Integral no está en contra de sus creencias personales, religiosas y/o culturales”.
“Por otra parte, se señalan los compromisos que Chile ha adquirido en esta materia, a nivel internacional y en su legislación interna, los cuales han sido incumplidos, poniendo de relieve la ESI como deuda institucional”, añadieron.
Además, las organizaciones denunciaron que “el abandono de la niñez en esta materia, a sabiendas que la Educación Sexual Integral entrega conocimientos fundamentales para reconocer y visibilizar el abuso sexual infantil, delito con altas cifras en Chile, y que afecta principalmente a niños y niñas de menos de 14 años, el 85% niñas, la institucionalidad chilena ha sido cómplice de esta situación, al no entregar herramientas ni el acceso a la información apropiados; a sabiendas que la mayoría de los casos de abuso sexual infantil ocurren en contexto intrafamiliar”, por lo que enfatizaron en que las escuelas “cumplen un rol clave en la detección y denuncia de estas situaciones”.
Actualmente, los colegios tienen la obligación de impartir Educación Sexual Integral en la Enseñanza media, según consigna la Ley 20.418. Sin embargo, desde la Red Docente Feminista (REDOFEM) Rocío Henríquez expresó que “es absolutamente insuficiente”.
“La información no sólo llega tarde, sino que tiene un foco absolutamente biologicista: Se refiere sólo a aspectos anatómicos y reproductivos, sin tocar temas como el consentimiento, el autocuidado, el respeto a la diversidad sexual, la prevención del abuso o la violencia de género, centrales para que las y los jóvenes generen relaciones sanas y para que los espacios educativos dejen de normalizar y reproducir la violencia y los discursos de odio”, manifestó Henríquez.
El proyecto de resolución fue presentado el pasado 8 de marzo por 10 diputadas del oficialismo e independientes, el cual establece un marco mínimo para el debate: la incorporación de la Educación Sexual Integral desde la educación parvularia, de manera pertinente con la edad y basada en evidencia científica; jornadas semestrales de formación y reflexión para las comunidades educativas; presupuesto para la elaboración y distribución de material educativo, inclusivo y gratuito; entre otras medidas.
En el marco de lo que será mañana martes la votación en la Cámara de Diputadas y Diputados del proyecto de resolución N° 643, que solicita al Presidente Gabriel Boric el envío de un proyecto de ley para una Política Nacional de Educación Sexoafectiva Integral, es que más de 100 organizaciones feministas, educativas y profesionales de distintas áreas solicitaron aprobar la iniciativa y abrir el debate sobre la materia.
En una misiva señalaron que “la declaración contiene datos que dan cuenta de la urgencia de abordar esta materia en las escuelas: la duplicación de crímenes de odio; el aumento de denuncias vinculadas a vulneración de estudiantes que creció en un 333%; las cifras alarmantes de feminicidio; los suicidios de estudiantes por bullying transfóbico y la necesidad de las familias de recibir apoyo en estas materias”.
En esa línea, detallaron que “un estudio de Corporación Miles realizado en 2022 mostró que el 90% de las madres, padres y cuidadores está ‘de acuerdo o muy de acuerdo’ sobre la necesidad de educar en sexualidad desde el inicio del ciclo vital y que, además, consideran que la Educación Sexual Integral no está en contra de sus creencias personales, religiosas y/o culturales”.
“Por otra parte, se señalan los compromisos que Chile ha adquirido en esta materia, a nivel internacional y en su legislación interna, los cuales han sido incumplidos, poniendo de relieve la ESI como deuda institucional”, añadieron.
Además, las organizaciones denunciaron que “el abandono de la niñez en esta materia, a sabiendas que la Educación Sexual Integral entrega conocimientos fundamentales para reconocer y visibilizar el abuso sexual infantil, delito con altas cifras en Chile, y que afecta principalmente a niños y niñas de menos de 14 años, el 85% niñas, la institucionalidad chilena ha sido cómplice de esta situación, al no entregar herramientas ni el acceso a la información apropiados; a sabiendas que la mayoría de los casos de abuso sexual infantil ocurren en contexto intrafamiliar”, por lo que enfatizaron en que las escuelas “cumplen un rol clave en la detección y denuncia de estas situaciones”.
Actualmente, los colegios tienen la obligación de impartir Educación Sexual Integral en la Enseñanza media, según consigna la Ley 20.418. Sin embargo, desde la Red Docente Feminista (REDOFEM) Rocío Henríquez expresó que “es absolutamente insuficiente”.
“La información no sólo llega tarde, sino que tiene un foco absolutamente biologicista: Se refiere sólo a aspectos anatómicos y reproductivos, sin tocar temas como el consentimiento, el autocuidado, el respeto a la diversidad sexual, la prevención del abuso o la violencia de género, centrales para que las y los jóvenes generen relaciones sanas y para que los espacios educativos dejen de normalizar y reproducir la violencia y los discursos de odio”, manifestó Henríquez.
El proyecto de resolución fue presentado el pasado 8 de marzo por 10 diputadas del oficialismo e independientes, el cual establece un marco mínimo para el debate: la incorporación de la Educación Sexual Integral desde la educación parvularia, de manera pertinente con la edad y basada en evidencia científica; jornadas semestrales de formación y reflexión para las comunidades educativas; presupuesto para la elaboración y distribución de material educativo, inclusivo y gratuito; entre otras medidas.
